Así es la vida de Oakley, el perro que lucha contra las especies invasoras en Australia

La mascota está entrenada para detectar el olor de la hierba caimán, una planta invasora que pone en riesgo la biodiversidad de Australia y otros países

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Oakly se encarga de olfatear
Oakly se encarga de olfatear y rastrear las especies de plantas invasoras, protegiendo así la biodiversidad de Jerrabomberra. (Instagram/nca_gov_au)

Oakley, un pastor ovejero australiano, se convirtió en el inusual aliado de las autoridades del centro de Canberra, capital federal de Australia, contra las especies invasoras de plantas que afectan a la biodiversidad del lago Burley Griffin.

Tiene la importante misión de olfatear y detectar la hierba caimán (Alternanthera philoxeroides) en su estado latente, logrando así que las autoridades protejan la biodiversidad de los humedales del distrito de Jerrabomberra, según informaron los funcionarios de la National Capital Authority (NCA) en redes sociales.

La peligrosa especie invasora, proveniente de Sudamérica, crece a tal ritmo que cubre la superficie del agua, “causando estragos” tanto en la flora como fauna acuática y desplazando a toda la vegetación nativa.

El aliado peludo de la naturaleza

Oakley forma parte de los
Oakley forma parte de los esfuerzos del gobierno australiano para erradicar la planta invasora.

“Gracias a los esfuerzos de Oakley, podemos tomar medidas proactivas para salvaguardar nuestro hábitat natural”, escribieron los funcionarios de la NCA en un post de presentación del perro.

Todas las habilidades de Oakley juegan un papel muy importante para conservar la biodiversidad y durante el “perfeccionamiento” de las prácticas ambientales de los funcionarios medioambientales.

Tracy Lyten, manejadora de Oakley, explicó durante una entrevista con la Australian Broadcast Corporation (ABC) cómo es que su perro es capaz de detectar exitosamente la hierba caimán.

La manejadora detalló que entrena a sus perros mostrándoles cualquiera que sea el “olor objetivo”, tan pronto como lo identifican, las mascotas reciben un premio.

A Oakley se le mostraron los olores de las hierbas caimán de diferentes lugares de alrededor de toda Australia, siempre se le recompensó con golosinas, aunque él prefería su pelota favorita.

La planta, según las autoridades,
La planta, según las autoridades, representa una grave amenaza para los humedales. (Instagram/nca_gov_au)

Lyten entró en detalle de cómo es su trabajo en cuanto el pastor ovejero localiza un hierbajo en su estado latente dentro de algún cuerpo de agua.

Toma su GPS y obtiene los datos necesarios de localización sobre dónde fue encontrada la hierba, después toma una fotografía y registra su tamaño para así poder “producir mapas” de la zona.

“Así podemos observar mapas de densidad para que puedan ver cuáles son sus áreas de alta prioridad”, afirmó la manejadora de Oakley.

También habló sobre lo peligrosa que es la planta para la biodiversidad australiana, pues aseguró que “hasta el más minimo fragmento de hierba” que pueda tener “un sistema radicular adherido a él” puede acabar en alguna orilla y crear “un nuevo sitio de incursión”.

“Por eso está listado a nivel federal y es una maleza nociva porque simplemente crece (sin control)”, declaró Lyten.

Aunque está especializado en detección de la hierba caimán, Oakley también fue entrenado para identificar animales como el quoll tigre, koalas y “un pequeño mamífero precioso” llamado kowari “que está en los desiertos pedregosos. Los busca dentro de madrigueras allí también”, añadió su manejadora.

¿Cómo la hierba invadió Australia?

El perro detecta la hierba
El perro detecta la hierba y los oficiales se encargan de retirarla. (Instagram/nca_gov_au)

Especialistas de la agencia gubernamental Department of Primary Industries (DPI) señalan que la hierba representa un problema para 30 países. Tan sólo en Estados Unidos ocasionó “importantes impedimentos” a los navegantes del río Mississippi.

Se tiene la creencia de que pudo llegar a Australia desde Newcastle a través de cargamentos marítimos durante la Segunda Guerra Mundial. Desde el momento de su introducción, la planta invadió tierras agrícolas y de pastoreo cercanas.

Sólo en el área metropolitana de Sídney se encontraron más de 500 infestaciones, mientras que más plagas fueron reportadas en áreas regionales de todo Nueva Gales del Sur, según detallan los funcionarios del DPI.

En la actualidad, únicamente en esta región, se estima que la maleza abarca una superficie total de 3959 hectáreas, tomando en cuenta las infestaciones terrestres y acuáticas.

“La distribución actual es pequeña en comparación con el alcance potencial de la maleza”, aseguraron las autoridades del departamento.

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