El fenómeno de la leche de buche: lo que realmente oculta el misterioso líquido rojo de los flamencos

Esta secreción ayuda a nutrir a los recién nacidos hasta que puedan alimentarse por su cuenta

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Los flamencos alimentan a sus crías con "leche de buche", una sustancia rica en proteínas que ayudan a su desarrollo. (Wikimedia)
Los flamencos alimentan a sus crías con "leche de buche", una sustancia rica en proteínas que ayudan a su desarrollo. (Wikimedia)

La imagen de un flamenco aparentemente “picoteando” el cráneo de otro mientras deja caer un líquido muy similar a la sangre sobre el pico de una cría le ha dado la vuelta al mundo a lo largo de los años. Muchos internautas la han calificado de brutal, pero lo que hay detrás de la fotografía se aleja mucho de estas suposiciones.

El líquido rojo no es sangre, y nadie resultó herido. Lo que la cría consume se llama “leche de buche”, una sustancia rica en nutrientes creada por los padres que sirve como alimento durante sus primeras etapas de crecimiento.

Los flamencos no son las únicas aves capaces de crear la leche de buche, pues tanto palomas como pingüinos emperador se valen de esta sustancia para alimentar y nutrir a sus crías cuando aún son muy jóvenes como para hacerlo por sus cuentas.

¿Qué es la leche de buche y por qué es roja?

La leche de buche es rica en nutrientes y ayuda a la cría a desarrollarse. (REUTERS/Valentyn Ogirenko)
La leche de buche es rica en nutrientes y ayuda a la cría a desarrollarse. (REUTERS/Valentyn Ogirenko)

Quizá lo primero que salta a la vista es la coloración de la leche de buche de los flamencos, la cual es de una tonalidad roja brillante e intensa. Para entender el por qué de esta tonalidad, primero es necesario saber cómo y en dónde se crea.

Como su nombre lo indica, la leche se secreta en el revestimiento de los buches de las aves, una estructura membranosa similar a una bolsa que forma parte del sistema digestivo del sistema digestivo y que generalmente sirve para acumular alimento y procesarlo posteriormente).

Dicha secreción de leche de buche es controlada por la prolactina, la misma hormona que origina la lactancia en los mamíferos. Los flamencos hembras y machos pueden secretar esta sustancia, de acuerdo con un artículo de especialistas del Zoológico de Forth Worth (Estados Unidos) y del Bird Department de Dallas.

El característico color rojo brillante se debe a que en su dieta habitual, los flamencos ingieren carotenoides, es decir, un pigmento orgánico producido por algunas plantas, algas, bacterias y hongos. No contiene glóbulos rojos, aunque sea muy similar a la sangre.

Las aves que producen leche

Aves como las palomas y pingüinos emperador también producen leche de buche. (REUTERS/Marko Djurica)
Aves como las palomas y pingüinos emperador también producen leche de buche. (REUTERS/Marko Djurica)

Aunque carecen de pezones, las palomas y pingüinos emperador son capaces de producir leche de buche de una forma muy similar a los flamencos. En el caso de las primeras aves, esta es una sustancia muy poco sólida, similar al requesón, con un alto contenido graso y proteico en niveles superiores a los de la humana.

Al igual que los flamencos, las palomas hembras y machos pueden producir leche de buche, la cual tiene el mismo propósito: nutrir a las crías hasta que sean capaces de alimentarse mediante otros medios, ya sean propios o gracias a la ayuda de los padres.

Los pingüinos emperador también secretan leche de buche, sin embargo, en esta especie únicamente los machos son capaces de producirla.

El caso de los pingüinos emperador es especial, pues cuando cuidan de un huevo, las hembras se lanzan al océano durante meses en búsqueda de alimento para la cría. Mientras la madre sale de caza, el macho permanece al lado de su hijo, manteniendo períodos prolongados de ayuno.

Si el huevo eclosiona antes de que la hembra concluya su búsqueda de alimento, el padre recurrirá a la leche de buche para nutrir a su hijo durante un par de días.

Cuando se terminen de nutrir con leche de buche, las crías son alimentadas por regurgitación por el macho y la hembra alternativamente mientras uno de ellos emprende un viaje al océano para llevar a casa el alimento, de acuerdo con un artículo de la Universidad de Stanford (EEUU).

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