“¿Alguien sabe a quién le pertenece este chico?” fue la frase con la que los dueños de la guardería canina de Georgia, Estados Unidos, Keller Creek Boarding and Grooming dieron a conocer en redes sociales la historia de Waylon, un labrador retriever callejero que hizo todo lo posible por ser adoptado, incluido perseguir un autobús para perros.
En dicha publicación de Facebook señalaron que se lo encontraron durante su ruta y que trató de subirse al autobús, sin embargo, no se lo permitieron. “Nos siguió por todo el camino y nos preocupa que pueda ser atropellado por otro vehículo”, escribieron el 16 de julio.
El post tuvo tal alcance que para la tarde del mismo día, la mascota había conseguido “el hogar perfecto”, pues uno de sus clientes habituales los contactó y decidió que sería “una adición perfecta a su hogar”, en donde ya cuentan con otro labrador.
La carrera de Waylon por un hogar
Los empleados de la guardería declararon sentirse muy felices por Waylon y esperaron poder verlo en el autobús al lado de “su hermana” tan pronto como estuviera vacunado y “completamente revisado”.
Tyson Cash, dueño de la guardería, recordó el curioso encuentro en diálogo con el periódico The Washington Post. Comentó que conoció a Waylon cuando pasó a recoger a Motley, un labrador retriever que recibe sus servicios desde hace 3 años.
Al momento de ver a Waylon parado felizmente junto a Motley, Cash pensó que sería el nuevo perro de la familia, pero admitió haberse sentido confundido, pues los dueños no le comentaron de su posible nuevo compañero.
Contactó a sus clientes para confirmar la propiedad de Waylon y dijeron que era un perro callejero que rondaba por la zona desde hace algunos días y que se hizo amigo de los vecinos, quienes lo alimentaban y permitían que pasara la noche en sus hogares.
Al saber esto, Cash entendió que no podía dejarlo subir al autobús, pues podría poner en peligro la salud del resto de sus clientes caninos al no saber su esquema de vacunación.
“(Waylon) tenía muchas ganas de subir al autobús, hizo de todo para conocer al resto de los perros. No sabía su esquema de vacunación y desconocía si estaba protegido contra las pulgas y garrapatas. No quería poner en peligro a las demás mascotas”, declaró el dueño de la guardería.
Esto no le impidió estar cerca de las mascotas del autobús pues, tan pronto arrancó, corrió a toda velocidad para alcanzarlo. Su proeza fue captada en video y compartida por los dueños de la guardería en su página de Facebook.
Más tarde, Cash le pidió a su esposa que publicara una fotografía de Waylon en la página de Facebook del negocio para ver si encontraban a su dueño, pero no tuvieron suerte.
Un futuro y vida brillantes
Aunque no averiguaron si tenía dueño, lograron cambiar su destino para siempre, pues, según reporta el Washington Post, Sadie Peace, la dueña de Nellie, una labradora amarilla que también acude a la guardería canina, se cruzó con la publicación y se enamoró de Waylon.
“Ver a un perro tan desesperado por un ‘ride’ me rompió el corazón”, declaró Peace, quien decidió abrirle las puertas de su hogar a la mascota velocista.
La mujer quería un amigo para Nellie, por lo que se puso en contacto con Cash para que le diera los datos de la cuidadora temporal de Waylon, una mujer que lo mantenía a salvo durante su etapa de callejero.
Tan pronto como coordinó su adopción, Peace acudió al lugar de encuentro en compañía de su novio y su contacto fue conmovedor.
“Él llegó con esos grandes y hermosos ojos marrones y nos observó por un segundo. Se enamoró de nosotros al instante al igual que nosotros de él”, declaró la nueva dueña de Waylon, quien tuvo que ser llevado al veterinario.
Al día de hoy, la mascota disfruta de la vida en compañía de su hermana. “Ambos duermen con nosotros durante la noche. Son los mejores amigos y se siguen el uno a otro por todas partes todo el tiempo”, admitió Peace.