Descubren en Alemania un cocodrilo marino de 135 millones de años con cráneo excepcionalmente conservado

Vivió en los mares poco profundos que cubrieron gran parte de Alemania durante el período Cretácico y se alimentaba de presas como peces, calamares y otros reptiles marinos

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La nueva especie de cocodrilo
La nueva especie de cocodrilo marino vivió en los mares poco profundos que cubrían Alemania durante el Cretácico. (JOSCHUA KNÜPPE vía Europa Press)

Un equipo internacional de investigadores describió en Alemania al Enalioetes schroederi, una nueva especie de cocodrilo marino que surcó los océanos hace aproximadamente 135 millones de años.

Era miembro de la familia Metriorhynchidae, animales similares a los delfines con una piel lisa sin escamas, aletas y una aleta caudal que vivieron en los mares poco profundos que, durante el Cretácico, cubrieron gran parte de Alemania, según explicaron los especialistas en un comunicado de prensa.

Se alimentaban de una gran variedad de presas, entre las que se incluyen algunas dotadas de gran velocidad como calamares o peces. Los investigadores señalan que algunos metriorrínquidos contaban con dientes grandes, lo que, a su vez, sugiere que otros reptiles marinos formaban parte de sus dietas.

Un ejemplar “extraordinario”

La especie recién descrita perteneció
La especie recién descrita perteneció a la familia Metriorhynchidae. (Imagen ilustrativa/Wikimedia)

La descripción de la nueva especie y los hallazgos de la investigación fueron publicados recientemente en el artículo “Un nuevo género de crocodilomorfo metriorrínquido del Cretácico Inferior de Alemania” de la revista científica Journal of Systematic Paleontology.

Los miembros de esta familia son mayormente conocidos por habitar durante el Jurásico. El cráneo tridimensional por el que se conoció a E. schroederi es considerado como el metriorrínquido mejor conservado del Cretácico.

Sven Sachs, del Museo de la Naturaleza de Bielefeld (Alemania), calificó al ejemplar como “extraordinario”, pues es “uno de los pocos metriorrínquidos” conocidos gracias “a un cráneo conservado en tres dimensiones”.

“Esto nos permitió realizar una tomografía computarizada del ejemplar y así pudimos aprender mucho sobre la anatomía interna de estos cocodrilos marinos. La extraordinaria conservación nos permitió reconstruir las cavidades e incluso los oídos internos del animal”, explicó Sachs.

Mark Young, doctor de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo (Escocia), comentó que la especie recién descrita “brinda una nueva perspectiva” acerca del proceso de evolución de los metriorrínquidos a lo largo del Cretácico.

Afirma que durante el Jurásico, los miembros de esta familia desarrollaron “un plan corporal radicalmente diferente al de otros cocodrilos”, pues contaban con aletas, aleta caudal, no tenían “armadura ósea” y su piel era lisa y sin escamas.

“Estos cambios fueron adaptaciones a un estilo de ida cada vez más marino. Enalioetes nos muestra que esta tendencia continuó en el Cretácico, ya que tenía ojos aún más grandes que otros metriorrínquidos”, añadió Young.

Un reptil con características únicas

El Thalattosuchus superciliosus pertenece a
El Thalattosuchus superciliosus pertenece a la misma familia que el enalioetes schroederi. (Imagen ilustrativa/Wikimedia)

El científico de la Universidad de Edimburgo comentó que los ojos de Enalioetes eran grandes para los estándares de los cocodrilos, mientras que sus oídos internos óseos eran “incluso más compactos que los de otros metriorrínquidos”, lo que sugiere que eran rápidos nadadores.

Aunque fue descrito recientemente, el cráneo, junto con las primeras vértebras del cuello, fue descubierto hace más de 100 años por D. Hapke, arquitecto del gobierno alemán, dentro de una cantera de Schasenhagen.

Henry Schroder, del Servicio Geológico Prusiano en Berlín, fue el encargado de preparar y estudiar el cráneo. Sin embargo, los especialistas tienen la creencia de que se perdió durante la Segunda Guerra Mundial.

Reapareció años más tarde en el Museo de Minden, en Alemania Occidental. El cráneo había sido devuelto al descubridor, y su familia la llevó a la colección de Minden.

El cocodrilo fue nombrado en honor a Schroeder, quien realizó la descripción inicial de la especie. Los investigadores compararon el cráneo bien conservado con los de otras colecciones pertenecientes a museos diferentes. Sachs y su equipo determinaron que era una especie desconocida para la ciencia.

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