Hace un año, en junio de 2023, una pareja perdió a Barley, un perro de pelaje negro con marrón, durante un campamento en Tahquamenon Falls, Michigan, Estados Unidos. Preocupados por el bienestar de su mascota, recurrieron a las redes sociales, esperando recibir buenas noticias.
Al volver a su hogar no perdieron la esperanza e incluso regresaban todos los fines de semana a pesar de que el viaje de ida y vuelta les tomara 10 horas, de acuerdo con reportes de la televisora local Fox 17 Michigan.
Con el tiempo se rindieron. No lograron encontrar al perro y tampoco hallaron señales de que estuviera cerca o con vida, por lo que renunciaron a su propiedad. La historia de Barley había atraído la atención de muchas personas gracias a las redes sociales, por lo que Deanna Suggit y su esposo Denny, ambos habitantes de Sault Ste. Marie, Canadá, se encargaron de buscar al perro.
Catorce meses viviendo en la naturaleza
Como ya era bien conocido en la comunidad, Deanna no estaba sola, muchas personas compartían fotografías o información del último lugar en el que habían visto a Barley. Un día, dieron con él en un bosque ubicado a más de 80 kilómetros del lugar en el que vio a su familia por última vez.
El problema con el perro es que había sido rescatado, por lo que estaba marcado por su pasado y lo hacía ser una mascota asustadiza que evitaba a las personas que intentaban acercarse.
Dicho factor complicó el rescate, pero no derrotó a Deanna, quien, según la televisora, acudía hasta la zona en que estaba el perro para darle comida y evitar así que muriera de hambre.
“(Deanna) hervía hígado y salchichas y lo ponía sobre una cama de comida seca de raza pedigrí todas las mañanas y tardes. Teníamos que salir a una hora determinada para llevárselo”, relató Denny.
El siguiente pasó que tomó Deanna consistió en colocar cámaras de vigilancia en el bosque. La mujer declaró que lo que veía hacía que a veces no pudiera dormir, pues observaba cómo “caminaba de arriba a abajo por las calles por la noche” y la inquietaba la idea de que fuera atacado por lobos o coyotes.
A pesar de que nunca se acercó lo suficiente, Barley comenzó a confiar en quien velaba por su seguridad pues, según contó Deanna, habían ocasiones en las que llegaban tarde por culpa de las tormentas de invierno y el perro “aparecía en las cámaras y miraba hacia la calle como diciendo ‘¿Dónde estás?’”.
“Se acercaba a tres metros y medio de nosotros y, de hecho, estaba a menos de un metro cuando el dueño nos dijo que la propiedad podría venderse y que teníamos de 2 a 4 semanas para sacarlo de ahí”, explicó Deanna.
El milagroso regreso de Barley a casa
Fue entonces que, con el tiempo encima, recibieron la ayuda de un trampero oriundo del condado de Macomb, quien el 25 de julio logró capturar a Barley 14 meses después de que escapara de su anterior familia.
Deanna celebró que por fin estuviera a salvo, pues “casi la mitad de su vida” la pasó corriendo por el desierto.
Desde ese momento, el perro recibió todo tipo de cuidados por parte de los especialistas médicos del Chippewa County Animal Shelter (CCAS), un refugio animal local, con el objetivo de prepararlo para su nueva vida como una mascota al interior de un hogar amoroso.
Los Suggitt llevaron a Barley a casa. Su nuevo dueño, Denny, dijo que tratarán de hacerle entender que “es un perro” que puede divertirse y jugar “y que eso está bien”.