Lara, la belga malinois que sirvió 10 años a las fuerzas armadas colombianas, se despide con honores

Su distinguida carrera la hicieron acreedora a un reconocimiento durante su ceremonia de jubilación

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Militares colombianos despidieron a Lara
Militares colombianos despidieron a Lara con honores en el marco de una importante ceremonia. (X/Fuerza Aérea Colombiana)

Dentro de las fuerzas armadas y ejércitos de todo el mundo existen perros que con su olfato, capacidades, habilidades y despliegues pasaron a la historia. Lara, una belga malinois especialista en detección de sustancias y explosivos, es uno de ellos.

Lara formaba parte del Grupo de Seguridad y Defensa de Bases No. 85 de la Unidad Militar de Colombia. Dedicó 10 años a las fuerzas del orden y su jubilación fue llevada a cabo a finales de julio en el Comando Aéreo de Transporte Militar (CATAM), en la ciudad de Bogotá, donde fue despedida con todos los honores.

Su retiro estuvo marcado por una emotiva ceremonia y la entrega de una condecoración que reconoce y agradece su labor, así como otras habilidades puestas al servicio de la patria, según información expuesta por las autoridades de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) en un comunicado de prensa.

El fin de una honorable carrera

Su incomparable labor la hicieron
Su incomparable labor la hicieron acreedora a un reconocimiento.

Funcionarios de la FAC señalaron que a lo largo de su carrera, Lara demostró tener una gran capacidad para detectar sustancias, un olfato agudo y gracias a su “entrenamiento riguroso” fue capaz de trabajar en “condiciones extremas” y de enfocarse de manera “increíble” en misiones y operaciones desarrolladas dentro del CATAM.

Víctor Celis, comandante del comando aéreo de transporte militar, le colocó un listón azul que simboliza la gratitud y reconocimiento a su servicio, “audacia y lealtad” para la protección del poder aéreo, espacial y ciberespacial “asignado a la Unidad Militar”.

Como parte del agradecimiento, los oficiales realizaron un “análisis exhaustivo” con el que se aseguraron de que Lara terminará en un “hogar digno” así como un “entorno tranquilo” para que pudiera disfrutar de su retiro en compañía de nuevos dueños adecuados. La belga malinois le fue entregada al suboficial de la institución.

Los uniformados destacaron la importancia de los activos caninos en las labores de detección de explosivos, la que consideran fundamental para las Fuerzas militares pues, según ellos, reduce el riesgo de poner en peligro la vida de los uniformados.

También permite detectar cualquier objeto que pudiera representar una amenaza transportada dentro de algún vehículo.

Internautas honraron su legado

Sirvió durante 10 años a
Sirvió durante 10 años a las fuerzas armadas de Colombia.

A través de la cuenta oficial de X (anteriormente Twitter) de las FAC, empleados compartieron un breve mensaje acompañado de una serie de fotografías con las que inmortalizaron la jubilación de Lara.

En la primera de las imágenes se observa a la belga malinois portando orgullosamente su icónico listón azul al mismo tiempo que observa fijamente a la cámara. Otra de ellas se sienta y, mientras no quita su mirada del lente, posa junto a uno de los uniformados.

“Luego de 10 años de servicio como canino especialista antiexplosivos, Lara se despide con honores de su Fuerza Aérea Colombiana”, escribieron en la descripción de la publicación.

Los uniformados invitaron a sus seguidores a enviarle a la belga malinois recién jubilada un mensaje de gratitud “y reconocimiento a su servicio”.

“Que vaya a descansar y a disfrutar en la tranquilidad junto con la familia. Gracias por su extraordinaria labor”, “Qué hermoso gesto el despedir a un amigo”, “gracias Lara por tus grandes servicios a la seguridad nacional” y “un héroe más. Gracias por cuidarlo tanto”, fueron algunos de los mensajes que dejaron los internautas.

Una de las imágenes más destacadas compartidas en la cuenta de X de las FAC muestra al animal siendo escoltado con la bandera colombiana a sus espaldas mientras que en el fondo se encuentran miembros de su pelotón que observan atentamente su paso a través de la pista del CATAM.

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