El día que el mundo lloró la muerte de una elefanta embarazada que comió una piña llena de explosivos

Uno de los oficiales forestales de la zona declaró que la elefante murió con la boca y lengua destrozadas por la explosión

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La muerte de la elefante de 15 años de edad paralizó al mundo en 2020. (ANI/Reuters TV vía REUTERS)
La muerte de la elefante de 15 años de edad paralizó al mundo en 2020. (ANI/Reuters TV vía REUTERS)

La crueldad humana ha demostrado no tener límites en más de una ocasión. A finales de mayo de 2020, una elefante salvaje embarazada murió a causa de las heridas provocadas por comer una piña cargada de explosivos en el Parque Nacional Silent Valley del distrito Palakkad de Kerala, India, de acuerdo con reportes del periódico británico The Guardian.

Tenía 15 años de edad y, al momento de su muerte, las autoridades dijeron no saber si el asesinato fue premeditado, pues explicaron que esta es una práctica común entre los agricultores de la zona para evitar que animales silvestres dañen sus cultivos.

Mohan Krishnan, oficial forestal, publicó un mensaje en sus redes sociales en el que ahondó en los últimos momentos de la elefante quien, según comentó, murió con la boca y lengua destrozadas por la explosión. “Caminaba de un lado a otro con hambre y sin poder comer. Debió estar más preocupada por la salud del niño (su cría) que llevaba dentro que por su propia hambre”, aseguró.

Un manjar mortal

Autoridades señalaron en aquel entonces no estar seguros sobre si el asesinato fue premeditado o no.
Autoridades señalaron en aquel entonces no estar seguros sobre si el asesinato fue premeditado o no.

Pinaray Vijayan, ministro principal del estado de Kerala, confirmó entonces en X (anteriormente Twitter) que iniciaron una investigación para esclarecer los hechos e informó que ya habían realizado un arresto.

“Queremos asegurarles que sus preocupaciones no serán en vano. La justicia prevalecerá”, escribió Vijayan.

The Guardian reportó el 5 de junio de 2020 que el Kerala Forest Department (KFD) aseguró que llegarían hasta las últimas consecuencias para “garantizar el máximo castigo a los infractores”.

Funcionarios del KFD publicaron en X que no dejarían “piedra sin levantar” para llevar a los responsables ante la justicia.

La muerte causó revuelo en redes sociales, personalidades del país publicaron mensajes de indignación y de apoyo al animal. Rattan Tata, el entonces presidente de Tata Sons, dijo estar triste y sorprendido de que “un grupo de personas causó la muerte de una elefanta inocente, pasiva y preñada al alimentarla con una piña llena de petardos”.

“Estos actos contra animales inocentes no son diferentes de los actos de asesinato meditado contra otros seres humanos. La justicia debe prevalecer”, comentó Tata en un comunicado en sus redes sociales.

Virat Kohli, jugador indio de críquet, compartió un mensaje en el que se dijo consternado tras enterarse de lo ocurrido en Kerala. “Tratemos a nuestros animales con amor y pongamos fin a estos actos cobardes”, señaló.

La problemática de las trampas con petardos

Rellenar frutas y alimentos con petardos era una práctica común entre los granjeros de la zona.
Rellenar frutas y alimentos con petardos era una práctica común entre los granjeros de la zona.

Krishnan declaró para la BBC que cuando vio a la elefante ella estaba de pie en el río “sin hacer ningún ruido”, el oficial forestal supuso que trataba de aliviar su dolor sumergiendo su trompa y boca en el agua.

Surendra Kumar, entonces conservador principal de bosques y guardabosques en jefe de vida silvestre en Kerala, comentó para el periódico Times of India que dos meses antes del incidente encontraron en la ciudad de Kollam otro elefante salvaje muerto con marcas de heridas en la boca.

“La naturaleza de las heridas coincidió con la del reciente caso de la elefanta embarazada que perdió la vida. Creemos que ambos murieron después de comer explosivos”, aseguró Kumar.

El funcionario informó que habían arrestado a una persona por colocar esa clase de trampas anteriormente, el hombre les comentó que las había puesto “para mantener a los jabalíes alejados de sus granjas”.

Otro oficial le comentó a Times of India que existieron casos en los que cazadores furtivos combinaban las trampas con lazos de alambre que provocaban que los elefantes perdieran parte de sus trompas.

O.P. Nammeer, experto en conservación de elefantes y entonces profesor en la Kerala Agricultural University, explicó al periódico Mint que dichas bombas se convirtieron en una práctica habitual para matar jabalíes.

“Puede que se utilicen deliberadamente contra el elefante o que éste se haya convertido en una víctima accidental”, declaró Nammeer.

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