Ser propietario de un perro no significa únicamente alimentarlo. Se les debe dar una vida digna mediante estímulos, entretenimiento, convivencia con humanos u otros animales, afecto y muchas otras cosas más. A Timothy esto le fue negado durante 4 años.
El perro de pelaje marrón fue encontrado por miembros de la organización People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) hace cuatro años dentro de un encierro hecho con alambre en el exterior de una casa en la zona rural de Carolina del Norte, Estados Unidos, según informó PETA a través de un comunicado.
Desde ese momento, los voluntarios monitorearon el estado de salud de Timothy, procurando su bienestar, ya que a lo largo de su crecimiento nunca abandonó su encierro.
Amarrado como una “bicicleta vieja”
Los integrantes de PETA nunca se rindieron por darle al perro una mejor calidad de vida mediante visitas regulares. Le ayudaban a socializar y le daban cariño. Durante todos estos encuentros trataron de convencer a su dueño de que lo entregara.
Luego de 48 meses de lucha, el equipo de PETA convenció al dueño de Timothy de entregarlo, marcando así el fin de su vida de abandono. Los miembros de la organización abrieron su corral, sacaron a la mascota y le ayudaron a que conociera lo que había en el exterior.
Su viaje de recuperación y exploración fue compartido en la cuenta de YouTube de PETA en un video titulado “El perro Timothy encuentra un hogar lleno de amor”.
Las semanas siguientes a su rescate las pasó en compañía de su dueño temporal en un hogar de acogida. Fue en esta época que recibió buenas noticias: alguien más se interesó en darle un hogar permanente en Siracusa, Nueva York.
El perro se convirtió en un miembro amado por sus rescatistas, quienes le organizaron una fiesta de despedida antes de dirigirse a su hogar en NY.
Su familia lo recibió con los brazos abiertos, en la entrada de su hogar esperaba su nueva dueña con un cartel hecho a mano que decía “Bienvenido a casa Timothy”. La mascota de inmediato corrió a llenar de abrazos y a lamer a quien desde ese momento se convirtió en su compañera de vida.
“Lo amo, mi corazón se derritió. Vamos a vivir un montón de aventuras juntos. La adopción es muchísimo mejor que comprar a las mascotas en tiendas o de los criadores de perros”, declaró Lori, su nueva dueña, para la organización animalista.
Sus dueños aseguraron que en su nueva vida Timothy disfrutará de todo lo que nunca pudo hacer como acampar, pasear, hacer senderismo, jugar en el exterior, y disfrutar de los días nevados.
Durante la entrevista con su familia adoptiva, Timothy no dejó de sonreír y de recibir afecto de sus nuevos “padres”.
Aún quedan muchos perros como Timothy
Daphna Nachminovitch, vicepresidenta senior de PETA, declaró en el comunicado que Timothy encontró un hogar lleno de amor, pero destacó que todavía existen muchos más como él que viven encerrados o encadenados en el exterior “las 24 horas del día, los 7 días de la semana”.
En esas condiciones a menudo son mantenidos sin comida, agua, refugio o interacción social adecuados. La vicepresidenta, a nombre de la organización, instó a “todo el mundo” a mantener a las mascotas dentro del hogar junto al resto de la familia y a “hablar con sus funcionarios electos sobre la prohibición de atar a los animales sin supervisión”.
Nachminovitch aseguró que estas medidas ayudarán a garantizar que los animales sensibles no sean mantenidos encadenados en el exterior “como si fueran bicicletas viejas”.