La odisea de una cría de morsa del Pacífico por conseguir una segunda oportunidad

Especialistas informaron que la cría de morsa abandonada tiene apenas un par de semanas de edad, pesa 75 kilos y estaba un poco desnutrida y deshidratada al momento de su rescate

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La morsa fue abandonada por
La morsa fue abandonada por su manada y presentó signos de desnutrición y deshidratación. (Kaiti Grant/Alaska SeaLife Center, USFWS LOA-PER0051451 vía AP)

El Alaska SeaLife Center (ASLC), conocido por ser el único acuario público de Alaska, Estados Unidos, se convirtió en el hogar de una cría de morsa del Pacífico que fue rescatada de las playas de Utqiagvik, ubicadas a cerca de 500 kilómetros del Círculo Polar Ártico.

La morsa, según reportaron los miembros del acuario mediante un comunicado de prensa, es la onceava paciente desde la inauguración del centro en 1988 y llegó después de una hembra, quien se convirtió en noticia nacional en verano de 2023 y que “lamentablemente” murió debido a “problemas de salud irreversibles”.

Informes de cazadores de subsistencia locales indicaron que su manada había abandonado recientemente la zona al momento de su rescate, lo que sugirió que la cría se quedó sola. Pudo ser trasladada a las instalaciones del ASLC, luego de que funcionarios del United States Fish and Wildlife Service (USFWS) dieran el visto bueno.

La odisea para llevarla a casa

La morsa se acostumbrará al
La morsa se acostumbrará al trato humano y esto hará imposible su regreso a la naturaleza.

Personal del ASLC se preparó para recibir y trasladar al animal tan pronto como recibieron autorización de los funcionarios de vida silvestre.

Esta no fue ninguna tarea sencilla, pues tuvo que soportar un viaje de 24 horas, durante el cual fue atendida por los especialistas del acuario. El equipo arribó a la ciudad de Anchorage la noche del 22 de julio y el ternero de casi 75 kilos y aproximadamente un par de semanas de nacido, permaneció bajo el cuidado de miembros expertos en medicina veterinaria y un grupo de respuesta a la fauna silvestre.

Durante un examen inicial, veterinarios descubrieron que la cría estaba desnutrida y deshidratada, pero alerta. Al terminar de administrarle “líquidos de emergencia y tratamientos estabilizadores” la madrugada del 23 de julio, ella y el equipo de cuidadores se prepararon para los días siguientes que, según informaron, eran más exigentes.

Jessica Davis, técnica veterinaria de ASLC, declaró que querían darle tiempo para que descansara, sin embargo, durante este período, el equipo de cuidadores estaba ocupado dándole cuidado a la cría.

“Tendremos al menos dos personas en cada turno, ya sea para quedarse con la morsa o para preparar la comida, limpiar el entorno y cuidar de nuestros otros pacientes en rehabilitación”, explicó Davis.

“Habrá muchas horas de sueño extrañas por delante, pero eso está bien. Lo hacemos por los animales. Queremos retribuirles y prepararlos para el éxito”, aseguró la técnica veterinaria.

Los cuidados necesarios para sacar adelante a la morsa del Pacífico, según informaron los funcionarios del acuario, es más exigente que el de muchos mamíferos marinos, pues son animales “muy sociables” y que “buscan consuelo a través del contacto físico con sus madres”.

El cuidado necesario para su supervivencia

Miembros del acuario están dedicados
Miembros del acuario están dedicados por completo al cuidado de la cría.

Como los miembros del personal se sientan con ella las 24 horas del día, la morsa se acostumbrará al cuidado humano, lo que hará que no sea candidata a liberación en la naturaleza en el futuro.

Halley Werner, especialista en atención animal de Wildlife Response, declaró que estos animales son extremadamente dependientes de sus madres durante los dos primeros años de vida, lo que hace que sea poco probable que sobrevivan sin ellas.

“Esta cría no habría sobrevivido mucho más tiempo sin su madre. Ahora tiene una segunda oportunidad de vida bajo el cuidado de un ser humano”, aclaró Werner.

Además, la cría ayudará a los miembros del acuario a generar conciencia sobre su especie, al mismo tiempo que recibe “una atención increíble”.

Funcionarios del acuario especificaron que los visitantes aún no pueden observarla, pero que es posible que la trasladen a una zona accesible para el público tan pronto como mejore su estado de salud.

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