Tilly, la perra que huyó de la eutanasia y se convirtió en el símbolo de la esperanza

Las personas que la estaban dando en adopción explicaron que nadie la quería porque tiene el síndrome de columna corta, una condición que contrae los huesos de la espalda

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Desde el primer momento que su dueña vio a Tilly se enamoró de ella y decidió hacerse cargo de todos su cuidados. (Instagram tillythefriendlyloaf)
Desde el primer momento que su dueña vio a Tilly se enamoró de ella y decidió hacerse cargo de todos su cuidados. (Instagram tillythefriendlyloaf)

Tilly es una perra spaniel tibetana que nació con una condición especial que le impide crecer cómo los animales de su especie. La canina tiene el síndrome de columna corta y por este motivo su figura la hace parecer “rara”, pues sus patas delanteras y traseras están muy juntas, sin embargo, esto no le impidió encontrar una familia y convertirse en una celebridad de las redes sociales.

En cuanto Anna Marie Giannini se enteró del caso de la criatura, supo que ésta era especial y era un situación realmente buena para demostrar que “ser diferente” no significa algo malo. La mujer vio un anunció en línea sobre una camada de cachorros que necesitaban de un hogar, uno de ellos era distinto a los demás, su situación la obligaba a recibir atención especial y ella se comprometió a darle una buena calidad de vida.

Giannini contó en entrevista para la revista digital The Dodo que cuando llegó a ver a Tilly las personas que lo estaban dando en adopción dijeron que “estaba deforme y no podían encontrarle hogar por esta razón”.

Salvar con el corazón

Fuera del problema del síndrome de la espalda corta, la canina ha gozado de buena salud y una gran calidad de vida. )Instagram tillythefriendlyloaf)
Fuera del problema del síndrome de la espalda corta, la canina ha gozado de buena salud y una gran calidad de vida. )Instagram tillythefriendlyloaf)

Los que estaban haciéndose cargo de la camada le comentaron a la adoptante que lo más probable es que la spaniel tibetana iba a ser llevada a que le aplicaran la eutanasia, pero ella impidió que lo hicieran. “Yo ya me había enamorado de ella y había planeado mentalmente nuestro próximo año juntos antes de que él terminara de decir esa horrible declaración”, comentó Giannini al mismo medio.

Tilly estuvo un breve momento en los brazos de la mujer y eso bastó para que se lo llevaran a casa. Anna Marie Giannini explicó que cuando llegó a su casa la canina era una bolita de pelo sucia que solo necesitaba,

“Encajaba perfectamente en mi mano y, mientras conducimos de regreso a casa desde donde la recogí, se recostó en mi regazo y me miró con sus grandes ojos marrones. Supe que ella me necesitaba y yo la necesitaba a ella”, compartió la dueña de Tilly.

Conforme transcurrieron los meses el síndrome de la columna vertebral corta se hizo más evidente, pero a pesar de esta situación no afectó en su estado de ánimo y siempre demostró ser una mascota con una personalidad sociable. El cuerpo de Tilly se adaptó a su crecimiento y fuera del síndrome no ha presentado algún problema físico o de salud.

Crecer con amor

La canina es amorosa y le gusta recibir cariños todo el tiempo. (Instagram tillythefriendlyloaf)
La canina es amorosa y le gusta recibir cariños todo el tiempo. (Instagram tillythefriendlyloaf)

La dueña de la perra explicó que la mayor parte del tiempo se olvida que su mascota es diferente a las demás y que las únicas veces que necesita un poco de ayuda es para subir y bajar de los muebles, para arreglar este problema decidió hacer unas escaleras especiales para que cuando ella no esté en casa su compañera peluda pueda hacer las cosas con normalidad.

La mujer considera que su mascota siempre ha sido agradecida con ella y de cierta manera parece que entiende la situación que vivió cuando era una cachorra. Giannini decidió abrir cuentas en Instagram y TikTok para compartir las aventuras que tiene con su mascota, así como de impulsar la adopción de animales que son diferentes a los demás.

Tilly tiene una vida normal, como la de cualquier perro de casa, se duerme en la cama a lado de su dueña y siempre quiere estar cerca de ella, le gusta utilizar sus piernas como almohada y demanda mucha atención.

“Es como un mecanismo de relojería, los besos son como la cuerda que la hacen funcionar”, explicó Anna Marie Giannini sobre lo demandante que suele ser Tilly en cuanto a los cariños, pero considera que esa es una señal de agradecimiento.

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