Aunque las olimpiadas suceden cada cuatro años, los deportistas tienen una preparación constante para alcanzar y romper sus objetivos rumbo a los Juegos Olímpicos. Lo anterior puede ocasionar que los atletas se sometan a altos niveles de estrés, agotamiento y presión constante. Para aliviar estas sensaciones abrumadoras es necesario buscar actividades complementarias que prevengan trastornos mentales como la ansiedad y la depresión.
Como parte del cuidado de la salud mental de los jugadores, las mascotas son recomendables como un método de terapia y distracción que ayuda a controlar sus niveles de angustia, frustación y autoexigencia. Uno de estos casos, es el Ryan Crouser, doble campeón olímpico y del mundo al aire libre en lanzamiento de peso, quien hace unos años adoptó a una labradora para sobrellevar la recuperación de varias lesiones previas a los trigésimos terceros Juegos Olímpicos de París 2024.
En su preparación para la justa olímpica, el plusmarquista de lanzamiento de bala ha hablado sobre la recuperación de sus heridas musculares y el camino ganar el oro en las pruebas olímpicas de Estados Unidos en Oregón en junio, y cómo es que su perra Koda lo impulsó física y mentalmente tanto en sus entrenamientos como en sus descansos.
Koda y Ryan Crouser, una amistad sincera
Ryan Crouser y su pareja Megan Clark adoptaron a Koda hace dos años, cuando la labradora de pelaje negro aún era una cachorra de tan solo meses de nacida. Desde el primer momento, Crouser y la canina hicieron una “conexión inexplicable”, según ha relatado el jugador olímpico en sus redes sociales.
El multimedallista explica que si bien la alimentación y los entrenamientos son básicos para su recuperación después de las lesiones que ha sufrido, Koda es en realidad el ingrediente central que le permite mantenerse centrado y sano mentalmente. Crouser también afirmó que su labradora es lo que le ayuda a separar su desempeño en la pista de su propia autoestima y vida personal.
Ryan Crouser comentó que para los atletas olímpicos es un gran reto no considerar su valor personal a través de los logros que obtienen dentro de las disciplinas que practican, pues debido al gran tiempo que invierten en su preparación es común formar su identidad en relación con el mundo del deporte. Por ello, dijo que es un privilegio poder entrenar en casa y lograr captar el entusiasmo de su amiga canina, que “siempre está dispuesta a todo”.
“Ha sido una compañera de entrenamiento fantástica (...) Ya sea salir y devolver el balón después de mi lanzamiento número 30, para ella sigue siendo emocionante salir y atraparlo. Ha sido una compañera de entrenamiento fantástica y es un miembro de la familia, sin duda”, explicó en declaraciones para Fox.
En sus redes sociales, el estadounidense dos veces campeón olímpico comparte los momentos en que va de pesca en compañía de Koda, los entrenamientos que tienen los sábados por la mañana, o las tardes donde solo se dedican a convivir en familia viendo una película o relajándose junto con su novia Megan.
“Koda simplemente ayuda. No importa si tengo la mejor sesión de lanzamiento o un día absolutamente terrible. Ella me ama de todos modos. Y eso es lo que ha sido tan especial de tenerla, porque realmente ha complementado algo con lo que he luchado a lo largo de mi carrera”, dijo Crouser, quien ahora busca su tercer oro en los JJ.OO de París 2024.
Los perros aligeran el estrés y la presión de sus cuidadores
La compañía de los perros tiene un impacto positivo en la salud cardiovascular de las personas. La especialista de la escuela veterinaria de la Universidad de Missouri Rebecca Johnson señaló en un estudio reciente que tan solo acariciar a las mascotas otorga un efecto calmante, al reducir el ritmo cardiaco y permitir salir de los estados de estrés.
De la misma forma, una investigación de la University of Maryland realizada en 2013 demostró que los perros también pueden ayudar a reducir la presión arterial en personas con problemas de hipertensión. El estudio resaltó que tener un perro como mascota está asociado con una presión arterial sistólica considerablemente menor en adultos mayores.
En general, ambos estudios remarcaron que el contacto con perros ayuda a mitigar el estrés y la ansiedad al acariciar o interactuar con ellos durante unos minutos. Cuando esto se hace de forma regular, se produce una disminución del ritmo cardíaco y la presión arterial. Los especialistas han demostrado que la compañía de un perro también puede ser de gran ayuda durante periodos de incertidumbre, proporcionando un apoyo emocional significativo.
Además de los beneficios emocionales, tener un perro fomenta una vida activa, ya que los cuidadores de perros suelen realizar ejercicio con mayor frecuencia, especialmente actividades como caminar, que son esenciales para mantener una buena salud cardiovascular.
En términos de bienestar emocional, los perros destacan por ser una fuente constante de afecto y alegría. Interactuar con ellos, ya sea tocándolos, viéndolos o hablándoles, crea un sentimiento de felicidad y cariño que puede tener beneficios significativos para la salud mental y emocional.
En síntesis, la compañía de los perros no solo reduce la presion arterial, sino que también disminuye el estrés y la ansiedad, promueve un estilo de vida más activo y mejora el estado emocional general, beneficiando así la salud cardiovascular de sus dueños.