Biggie y Bertha, los pitbulls que tuvieron una segunda oportunidad gracias a una estrella de la WWE

A pesar de que las peleas de perros están prohibidas en Estados Unidos, existen personas que practican esta brutal “forma de entretenimiento” de manera clandestina. Biggie y Bertha son dos pitbulls de 2 años de edad que escaparon de este cruel estilo de vida.

Fue gracias a Thaddeus Bullard, mejor conocido como Titus O’Neil, superestrella de la World Wrestling Entertainment (WWE), que ambos perros consiguieron el 20 de julio una segunda oportunidad de manos de cuidadores de Humane Society of Tampa Bay (HSTB), sociedad protectora de animales con sede en Florida, EEUU.

Funcionarios del albergue declararon en entrevista para la televisora local Fox 13 News que O’Neil y un grupo de voluntarios estaban en la escuela secundaria Slight de Tampa durante el fin de semana, cuando los caninos deambularon por la zona.

Los amigables pitbulls se relacionaron con todos los presentes, quienes decidieron contactar con la organización protectora de animales, cuyos miembros no dudaron en recibirlos.

Durante una inspección médica, los veterinarios notaron que las orejas de Biggie y Bertha estaban recortadas para que sus adversarios en las peleas de perros no pudieran morderlas.

Sherry Silk, directora ejecutiva de la HSTB, comentó en entrevista para el medio local que quienes cortaron sus orejas a menudo les dan whisky u otro tipo de alcohol en un intento de aliviar el dolor del procedimiento.

“En realidad es horrible, sangriento y es crueldad hacia los animales”, aseguró Silk. Los perros, según comentó la directora ejecutiva, parecieron haber sido liberados por su antiguo dueño, lo que les permitió deambular libremente por la zona.

Silk teorizó que Bertha tuvo cachorros recientemente y su antiguo dueño simplemente los vendió y que “probablemente por eso los abandonaron”. A su vez, lamentó que ella y los miembros del albergue ven este tipo de cosas “todo el tiempo y es horrible”.

Dijo no estar segura de qué lleva a los dueños a deshacerse o a abandonar a sus mascotas, pero su hipótesis es que quizá se debe a la economía o al aumento en la población.

El equipo veterinario de la sociedad protectora de animales le aseguró a la televisora de Tampa que, tras un análisis primario, el corazón de ambos pitbulls se escuchan “muy bien”, pero no todo son buenas noticias, pues existían señales de que ambos tenían infecciones de oído.

La directora ejecutiva del albergue hizo un llamado a la población para darle un hogar permanente a estos y otros perros que viven en perreras o en la calle.

“Si te enamoras, y esperamos que así sea, incluso los esterilizamos o castramos gratis y les buscaremos un hogar. La idea es sacar a los perros de nuestro refugio”, explicó Silk.

A través de un correo electrónico, funcionarios del departamento de comunicaciones de la HSTB confirmaron a Infobae que Bertha y Biggie se encuentran disponibles para adopción desde el 25 de julio y que cualquier persona interesada en darles un hogar puede ingresar a la página oficial del albergue para conocer más detalles y sus perfiles.

En dichos perfiles, sus cuidadores temporales se refirieron a Biggie como “un chico con los pies en la tierra que busca una relación a largo plazo”, mientras que Bertha fue calificada como alguien que podría jugar al tira y afloja “las 24 horas del día”.

“Si puedes lanzar una pelota de tenis y estás buscando a tu compañero de juegos favorito, podríamos ser amigos para toda la vida. Llegué como un perro callejero, pero estoy esperando mi nuevo hogar”, escribieron los cuidadores de Bertha desde “la voz” del animal.