Miembros de la RSPCA de Tasmania, Australia, celebraron el pasado 19 de julio el cierre de la granja de cachorros más grande del estado, según informaron mediante un comunicado de prensa reciente.
El criadero, llamado Tasmanian Labradoodles, cerró inmediatamente y entregó 250 perros a la organización animalista como parte de “un acuerdo extrajudicial histórico”.
Andrea Dawkins, directora ejecutiva de RSPCA Tasmania, señaló que esta es una victoria histórica, pues la organización trabajó durante los últimos 3 años para cerrar “la granja de cachorros más grande del estado”.
El criadero más grande de Tasmania
Aunque están libres de las condiciones a las que eran sometidos en la granja, los 250 labradoodles están lejos de acabar su lucha por una vida mejor, pues aún falta que encuentren un hogar.
“Ahora, la RSPCA necesita ayuda financiera urgente para proporcionar atención veterinaria, hogares de acogida y, en última instancia, adopción para más de 250 labradoodles que se encuentran actualmente en la propiedad”, explicó Dawkins.
Según comentó la directora ejecutiva de la asociación, la mayoría de los canes rescatados jamás han entrado en contacto con un ser humano, por lo que necesitan “mucho cuidado” antes de estar listos para formar parte de “una familia amorosa con la vida que tanto merecen”.
Los miembros de la RSPCA Tasmania recurrieron a la ayuda de sus seguidores y donadores para costear de manera urgente las facturas veterinarias y alimenticias de los cachorros rescatados que, según Dawkins, asciende a 1.000 dólares australianos por animal.
“Esperamos que cueste al menos 1.000 AUD por perro para brindarles los controles veterinarios, vacunas, asistencia conductual, comida y reubicación temporal”, señaló la directora ejecutiva de la organización.
Todos estos costos son sin considerar que a alguno de los perros le sea encontrado algún problema de salud que requiera de más atención tras ser examinado por un especialista en medicina veterinaria.
“Este es un llamado urgente a cualquiera que pueda donar a la RSPCA para ayudarnos a brindar esta atención crítica a cientos de labradoodles”, añadió Dawkins.
La meta de donaciones al día de hoy es de 300.000 AUD que, según informaron en el comunicado, le ayudará a los miembros de la organización a brindar atención, cubrir los requisitos médicos y encontrar entornos de acogida “amorosos para poner a estos labradoodles en su camino hacia hogares permanentes”.
También están en busca de hogares de acogida y adopciones para cada uno de los 250 labradoodles, por lo que hicieron una petición a los habitantes de Tasmania a que “abrieran sus hogares y corazones” para recibir a “estos hermosos animales”, cuyos cuidadores temporales están seguros que merecen “una segunda oportunidad en una vida amorosa”.
“A pesar de su comienzo difícil, tienen un amor invencible por los humanos. Son amigables y cariñosos, con un temperamento gentil que los convierte en la mascota familiar más ideal”, aseguró Dawkins.
En cuanto a los encargados del criadero de perros, el departamento de prensa de la RSPCA informó que la organización presentó “por primera vez” 70 cargos por sobrecría en contra de los propietarios de labradoodles de Tasmania a principios de 2023.
Juntos hasta encontrarles un hogar
En entrevista con la Australian Broadcasting Corporation (ABC), Dawkins declaró que este es el mayor número de perros que la organización ha tenido que realojar al mismo tiempo y afirmó que llegarán hasta el final y que no van a sacrificar ni un sólo animal sano.
“Creo que se necesitan de ocho a diez semanas para reubicar a estos perros. Creo que sería un plazo razonable”, añadió la directora ejecutiva de RSPCA Tasmania.