Remington: el legado de un héroe canino experto en búsqueda y rescate

No son pocas las historias de perros que dejaron un legado trabajando para las agencias del orden y servicios de emergencia. Remington, mejor conocido como Remi, fue uno de ellos. Durante años el animal de pelaje marrón se especializó en búsqueda y localización de restos humanos prestando sus habilidades al Navasota Fire Department (NFD) de Texas, Estados Unidos.

Trabajó en múltiples casos acompañando a los miembros del Special K9s SAR (Search and Recovery). Su distinguida labor le valió en 2020 el reconocimiento de la organización American Humane (AH) con un premio durante la celebración de los Hero Dog Awards, ceremonia que año con año reconoce a los caninos más destacados de EEUU.

Se convirtió en embajador de Project K9 Hero, organización encargada de apoyar a los perros militares y de trabajo retirados. Sirvió fielmente a este propósito hasta el momento de su muerte el 16 de agosto de 2021 luego de 3 años de lucha contra el cáncer.

Sus despliegues consistían en encontrar personas desaparecidas, ayudar a los investigadores en casos sin resolver e incluso apoyó a buscar a las víctimas del devastador huracán Harvey, el cual azotó al sur de EEUU en agosto de 2017.

Cuando su nariz y habilidades no eran requeridas, Remi pasaba el tiempo en el NFD, donde se convirtió en embajador de los caninos de búsqueda y rescate al instruir a la población sobre su importante trabajo.

Esta labor se terminó el 19 de junio de 2019 cuando tuvo que ser retirado antes de tiempo debido a complicaciones médicas. Rachael Crivelli comentó en entrevista con la Texas A&M University que notó que Remington empezó a cojear luego de resbalarse durante una prueba de agilidad.

Su dueña creyó que se hirió durante el entrenamiento, pero la mascota cojeaba dos días después del incidente, por lo que decidió llevarlo al veterinario local, sin embargo, no pudieron diagnosticarlo.

Pronto conoció a Deb Zoran, profesora de la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas (CVM) de Texas A&M durante un evento de capacitación de búsqueda y rescate, quien la animó a llevar a Remi al Hospital de Animales Pequeños (SAH) de la universidad.

Ahí un equipo de especialistas le realizó una serie de pruebas con las que le diagnosticaron un tumor maligno de la vaina del nervio periférico.

“Dicen que un perro te hace saber cuándo es hora de irse. Remington me estaba haciendo saber que tenía mucha vida por delante”, aseguró Crivelli.

En aquella entrevista, la manejadora del perro recordó algunos de los casos en los que sirvieron, como la vez en que registraron una casa quemada en la que tenían sospechas de que habían asesinado a alguien. “Remington ayudó a localizar la habitación exacta donde murió la persona”, dijo.

“Nos desplegaron durante el huracán Harvey y buscamos en los vecindarios a cualquier persona que pudiera haber fallecido. Por suerte, no tuvimos que localizar a nadie durante el huracán”, añadió Crivelli.

El tumor se extendió desde el canal espinal hasta su pata trasera derecha, provocándole un gran dolor. Debido a esto, los especialistas en medicina veterinaria concluyeron que lo mejor sería extirparle la extremidad.

Brandan Wustefeld-Janssens, profesor adjunto de oncología quirúrgica de la universidad texana, declaró que el tipo de tumor que aquejaba a Remington “no era muy común” y que a menudo se diagnostica erróneamente en una etapa temprana “porque al principio, los signos son muy difusos”.

“Su trabajo consistía en ayudar a las familias y a las fuerzas del orden a obtener justicia, brindándoles respuestas. Luchó por quienes no podían hacerlo, así que tuve que darle la oportunidad de luchar por sí mismo”, contó su entonces manejadora.

Al extirpar su pata lograron mejorar la calidad de vida del animal de compañía, aunque no lo libraron del cáncer. Durante otros dos años luchó contra esta enfermedad, hasta que el 16 de agosto de 2021 perdió la batalla.

Sus restos fueron enterrados en la casa de la infancia de su manejadora, hogar donde todavía viven sus padres y donde Remington pasó 4 años de su vida.

“Muy tranquilo en este lugar, a 15 yardas del arroyo seco, se mantiene más frío. Aquí puedes ser vecino de caballos y los pájaros que cantan”, escribió Crivelli en una publicación de Facebook.