Los perros se volvieron en una de las mascotas favoritas de personas de todo el mundo. Tan sólo en México existen 80 millones de animales de compañía, de los cuales 43.800.000 son caninos, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Si bien muchas de estas mascotas viven en un hogar digno, existen animales que sufren por vivir en situación de calle y, aunque cuenten con el apoyo de organizaciones y rescatistas independientes que buscan darles una segunda oportunidad, por diferentes razones son invisibles ante los ojos de la sociedad.
Rambo, Pillín y Miguelito son algunos de ellos que, a pesar de haber contado con una segunda oportunidad gracias a rescatistas independientes como Mariana Rodríguez, fundadora de Espíritu Pitbull y Marisol García, mejor conocida en redes sociales como “Hela More” por su labor ayudando a los seres sintientes, no logran encontrar un hogar digno en el cual pasar el resto de sus días.
Rambo no deja de buscar un hogar
En entrevista con Infobae, Rodríguez contó que Rambo fue un caso que le reportaron desde Chimalhuacán, Estado de México. Él vivía en la calle y quien dio el aviso le comentó que tenía dueños que “a veces lo meten y a veces lo sacan”.
Al toparse con Rambo notó que estaba completamente lleno de sarna y que tenía un tumor en el pene.
“Un perro con un tumor de esa dimensión huele como a muerto. Estaba totalmente lleno de costras, tenía una infección en los ojos. Estaba en muy mal estado”, recordó la rescatista.
Se dirigió a los dueños para decirles que quería ayudar al perro y cuestionarlos por qué está en esas condiciones, a lo que ellos respondieron que lo habían llevado al veterinario, sin embargo, no lograba curarse.
“Les pregunté sobre los estudios que le habían hecho, me dijeron que ninguno, que nada más le recetaron unas vitaminas”, dijo Rodríguez.
Solicitó que le entregaran al perro, pues ella podía ayudarlo, atenderlo y pagar por todo su tratamiento, pero los antiguos dueños de Rambo se negaron, afirmando que “lo quieren mucho”.
Ante esta situación, la rescatista decidió proporcionarles su número y, 3 meses después del primer contacto, recibió una llamada, donde le informaron que “el perro estaba muy mal” y que “no querían que muriera”.
Ella se trasladó de inmediato hasta donde estaba el animal de compañía y lo llevó al veterinario de emergencia, pero su lucha estaba lejos de terminar.
“El tumor ya se había ‘comido’ todo el pene. Me dice (la veterinaria) que hay que operarlo de emergencia, que iba a tratar de salvar su miembro, pero que tal vez no lo iba a lograr. Probablemente había que amputar”, explicó la fundadora de Espíritu Pitbull.
Gracias a una serie de estudios, sus cuidadores descubrieron que también padecía cáncer de piel, anemia y problemas renales.
Su tratamiento inmediato consistió en quimioterapias, baños medicados, fármacos y limpiezas constantes. “El perro impresionantemente en 2 meses ya era otro”.
Lamentablemente, Rambo padece cáncer terminal, por lo que su tiempo de vida es incierto.
“Si el cáncer no ataca de repente, puede ser que dure años, tengo perros. Tengo canes con cáncer terminal que llevan 2 o 3 años en un hogar y otros están muy bien, he tenido otros a quienes el cáncer se los lleva ‘rapidísimo’”, contó Rodríguez.
Con todo y su desalentador diagnóstico, Rambo salió adelante, demostrándole a su rescatista y al mundo lo que el amor y la bondad son capaces de hacer.
“Rambo lleva 3 años, está entero, tiene cáncer de células escamosas grado tres y cáncer de piel [...] pero es un perro funcional como cualquier otro, come normal, no necesita medicamentos, únicamente requiere que no le dé el sol porque no tiene pelo que lo proteja y necesita mucha limpieza [...] lamentablemente el cáncer es cáncer y en algún momento va a actuar, simplemente lo detuvimos con la quimioterapia”, relató Rodríguez.
Rambo pasó sus días dentro de una pensión, donde lo mantenían dentro de una jaula. Fue hasta hace un par de meses que logró encontrar un hogar temporal, sin embargo, está lejos del objetivo de Rodríguez de hallarle una casa y dueño permanentes.
La esperanza de Pillín
A Pillín lo encontraron en 2020 escondiéndose debajo de los carros en las calles de Nezahualcóyotl, Estado de México. Una persona le envió fotos a Rodríguez para que viera el estado de salud de la mascota. A primera vista parecía ciego y tenía tumores.
Quien le reportó la mascota a Rodríguez accedió a llevarlo de urgencia al veterinario, ahí le recomendaron sacrificarlo, pero esta no era una opción, lo llevaron a otra clínica para recibir una segunda y hasta tercera opinión con el objetivo de salvarle la vida.
“El perro se estabilizó en una semana, o sea, ya estaba fuera de peligro. Se le hace cirugía, le quitaron los tumores y descubren que tiene cáncer de células escamosas grado tres, igual terminal y padecía daño renal irreversible, lo que significa que requerirá medicamento y alimento especial de por vida”, señaló la rescatista.
Para tratar la ceguera de Pillín, Rodríguez acudió al oftalmólogo, donde le dijeron que parecía percibir sombras, pues su problema fue causado por múltiples golpes en la cabeza y, aunque no era reversible, al no ser un problema genético o derivado de su edad, no continuaría progresando.
Gracias al apoyo de Rodríguez, Pillín logró salir adelante. Ella destaca aspectos de la personalidad de este y otros canes como los responsables de su gran cambio y forma de salir adelante.
“El perro empieza a ser agradecido, te lame la mano, te busca la caricia. Es como si le dijeran ‘oye, ¿sabes qué?, tienes un segundo chance, aprovéchalo’ y ellos lo hacen. No son como nosotros, quienes nos compadecemos y nos tiramos al drama”, admitió la fundadora de Espíritu Pitbull.
Hoy Pillín y Rambo viven en un hogar temporal, lejos de las calles y las jaulas, pero siguen en busca de una casa y un dueño permanentes que le den todo aquello que la vida les negó, por lo que cualquier persona interesada en adoptarlos puede contactar con su rescatista a través de su página de Facebook, “Espíritu Pitbull Mariana Rodríguez”.
De un perro huraño a una mascota llena de amor
Marisol García, mejor conocida como “Hela More” en las redes sociales por su trabajo rescatando seres sintientes, contó en entrevista para Infobae algunos de los casos, como el de Miguelito, quien fue encontrado en San Andrés Mixquic en noviembre de 2023.
García trató de capturarlo durante más de un mes, pues era un animal “muy huraño y miedoso”. “La gente le aventaba piedras porque se le estaba cayendo la piel a pedazos y sangraba a causa de la sarna. Le tenían asco. Lo corrían con piedras, lo que hizo que dejara de confiar”, contó.
Tras varios intentos, el animal simplemente desapareció, hasta que pudieron capturarlo. Desde entonces, fue atendido en una clínica veterinaria durante los siguientes 4 meses.
“Le dieron baños, pastillas, alimento alto en proteína porque venía muy flaco, se le marcaban las costillas, la piel se le hundía en los huesos de lo delgado que estaba, se esterilizó y en febrero salió a pensión. Desde entonces tiene bastante rato tratando de conseguir casa”, dijo García.
A pesar de la difusión de su caso en redes sociales, nadie se ha interesado en él todavía. “Lamentablemente los perros de talla grande no se adoptan tan rápido. Cuando son de colores oscuros o mestizos, realmente la tienen muy complicada”, señaló su rescatista.
García aseguró que la mayoría de la gente quiere “perritos chiquitos”, mientras que razas como los bóxer, pitbulls y huskies “están muy estigmatizadas”.
“La gente debería darle la oportunidad a los perros que son menos adoptables. Jamás va a haber los suficientes adoptantes para toda la cantidad de perrito que necesitan esterilización. Entonces sí creo que algo fundamental es que esterilicen”, concluyó la rescatista.
Quienes estén interesados en darle un hogar permanente a Miguelito y a otros de los perros que ha rescatado y que buscan un dueño responsable pueden contactar a Marisol García a través de su cuenta de X (@HELA_MORE).