Suéteres, playeras, camisas, zapatos y hasta gorros son algunas de las cosas que los dueños colocan a sus gatos para abrigarlos del frío o simplemente para hacerlos ver mejor. En 1936, una felina atigrada fue más allá. Su propietario le colocó un casco con alas, pechera y mallas de metal para caracterizar a la legendaria Brunilda.
Brunilda es una valquiria y personaje principal de la saga Volsunga, texto islandés escrito en prosa a finales del siglo XIII que relata las proezas de un héroe germánico, así como protagonista de la ópera de Wagner conocida como “El anillo del nibelungo”.
Su fotografía fue digitalizada y compartida para su libre uso por la Library of Congress de Estados Unidos a principios de 2023 y rápidamente inundó las redes sociales, provocando reacciones de todo tipo entre los internautas, principalmente de asombro y admiración por el peculiar “outfit” de la gata bautizada como “Brunnhilde”.
La historia detrás de la foto
Son dos las fotografías que inmortalizaron a la curiosa y aparentemente paciente gata. En la primera se le observa mirando fijamente hacia la cámara mientras porta un casco metálico con alas, al igual que su icónica pechera y capa.
Algo en común entre las dos fotografías, además del disfraz, es el título, pues el artista colocó la leyenda “Brunnhilde” escrita a mano debajo de ambas imágenes.
En un blog de la biblioteca, Kristi Finefield especialista en referencias de la división de grabados y fotografías de la Library of Congress, detalló un poco de la historia de la imagen de la felina.
De acuerdo con Finefield, forma parte de una exposición de la biblioteca titulada “Not an Ostrich: & Other Images from America’s Library” (No es una Avestruz: y Otras Imágenes de la Biblioteca de Estados Unidos) que abarca la historia de la fotografía desde 1839 hasta la actualidad.
La imagen de la gata caracterizada como Brunilda data de 1936, sin embargo, Finefild dijo desconocer si representa a la valquiria protagonista de la ópera de Wagner, de la mitología nórdica anterior o de una leyenda germánica, lo único que sabe a ciencia cierta es que se convirtió en “uno de los rostros más queridos de la exposición”.
Jan Grenci, también especialista en referencias de la división de grabados y fotografías, pensó en que quizá las demás personas del público disfrutarían viendo la caracterización de la felina, por lo que decidió escanearla y añadirla al catálogo en línea. “Así que disfruten de otra vista de la gata fotogénica”, escribió Finefild.
Un artículo de la época asegura que la foto fue tomada por A. E. Weidhaas, quien leía el periódico una mañana en su casa ubicada en Old Greenwich, EEUU, cuando su calma se vio interrumpida por un maullido en el patio trasero.
Al abrir la puerta para investigar, descubrió a una sucia gata deambulando por el lugar. Weidhaas le permitió entrar a su casa, le dio un plato lleno de leche y durmió durante 24 horas seguidas.
Cuando despertó de su prolongado sueño, recibió un baño por parte de uno de los miembros de la familia. “...Bien podría encabezar la lista. Es el único gato registrado que posará sin mover un largo bigote…”, escribieron sobre la capacidad de la gata para permanecer completamente quieta.
Horatio no quiso quedarse atrás
El éxito de la fotografía en redes sociales conmovió a miles de personas y felinos, llegando incluso a inspirar a Horatio, el gato mascota de una de las trabajadoras de la Centre County Library de EEUU que promueve la lectura mediante el uso de diferentes disfraces.
En aquella ocasión, como no podía ser de otra forma, portó un traje de lentejuelas y un casco con alas mientras orgullosamente posaba junto a la fotografía de Brunilda y el libro “A Cat’s Tale: A Journey Through Feline History” (El cuento de un gato: un viaje a través de la historia felina) de Paul Koudounaris.