Hiperactividad y falta de atención en perros: todo lo que debes saber sobre el TDAH canino

Existen factores de riesgo como la falta de actividad física o la raza que pueden contribuir a que presenten conductas asociadas con el TDAH

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El TDAH no es exclusivo
El TDAH no es exclusivo de los seres humanos y también puede aefctar a los perros. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección que, de acuerdo con especialistas de la Mayo Clinic, en seres humanos se manifiesta como una combinación de problemas persistentes que incluyen la dificultad para mantener la atención a diversas cosas, hiperactividad y comportamiento impulsivo.

La pregunta “¿Puede mi perro padecer TDAH?” La respondieron especialistas del American Kennel Club (AKC), quienes aseguran que del 12 al 15 por ciento de canes exhiben hiperactividad e impulsividad, mientras que otro 20% demostró tener falta de atención.

Especialistas del AKC señalan que dichas cualidades son “altamente hereditarias” y que pueden verse influidas por factores ambientales al igual que sucede con los humanos. Para respaldar sus afirmaciones, se basaron en un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia).

¿Qué puede causarle TDAH a mi perro?

Existen factores de riesgo como
Existen factores de riesgo como la edad, raza, sexo y falta de actividad que pueden propiciar a que exhiban comportamientos relacionados con el TDAH.

En el estudio los científicos descubrieron que tanto la edad como el sexo desempeñaban un papel importante como factor de riesgo para que los perros sufrieran TDAH. Aquellos jóvenes y machos son más propensos a mostrar hiperactividad, impulsividad y falta de atención.

Otro de los factores de riesgo encontrados fue la raza, pues algunos perros de trabajo que históricamente fueron criados para prestar atención a múltiples cosas y para ser muy activos son más propensos a la hiperactividad e impulsividad, lo que hace que en ocasiones sus dueños confundan este comportamiento con una falta de interés, o inhabilidad, por acatar órdenes.

Entre los factores de riesgo que, según expertos del AKC, pueden controlarse por los dueños, se encuentra proporcionarle a los perros un estilo de vida activa, pues el estudio demostró que aquellas mascotas que pasan más tiempo solas y forman parte de menos actividades son más propensas a mostrar conductas “similares al TDAH”.

Los perros temerosos, quienes a menudo muestran este comportamiento debido a una deficiente socialización, tienen también una alta probabilidad de ser impulsivos o hiperactivos.

Mi perro es hiperactivo, ¿qué puedo hacer?

Mantener un estilo de vida
Mantener un estilo de vida activo puede ayudar a que los perros no presenten conductas relacionadas con el TDAH.

Especialistas del club canino recomiendan que lo primero que debes hacer al notar signos de hiperactividad en tus perros es llevarlo al veterinario para descartar que padezcan hipercinesia.

Mary Burch, especialista certificada en conducta animal aplicada, relató en entrevista con el AKC que los perros que padecen hipercinesia a menudo tendrán dificultades para calmarse y parecerán emocionados y distraídos, incluso en entornos tranquilos.

Asegurarse de que tenga suficiente actividad, según Burch, normalmente resolverá los problemas de comportamiento, pero ¿cómo puedo saber si mi perro hace suficiente ejercicio? es otra pregunta que los dueños se deben hacer.

“Algunos perros parecen inquietos y pueden estar ‘hiperactivos’ para liberar algo de energía. La falta de ejercicio puede provocar que se muestren deprimidos o agitados. Un can que no hace suficiente ejercicio, si sigue una dieta regular, puede ganar peso y perder tono muscular, fuerza y capacidad cardiovascular”, explicó Burch.

Para evitar estos problemas existen múltiples actividades en las que pueden participar los perros, incluidos los deportes caninos que pueden ayudar a estimular sus capacidades.

Burch declaró que las mascotas activas pueden verse beneficiadas del entrenamiento y eventos de todo tipo como la agilidad, buceo en el muelle, captura de disco y caminatas.

En caso de que el estilo de vida del dueño dificulte sacar al perro a liberar su energía, se pueden considerar opciones como contratar paseadores caninos o encomendar la misión a vecinos o personas de confianza para evitar que las mascotas sufran las consecuencias de una forma de vida con baja actividad física.

Si todas estas opciones quedan descartadas, también se puede considerar contratar un servicio de guardería para perros, donde cubrirán todas sus necesidades mientras los dueños realizan otras actividades.

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