Vivir dentro de jaulas pequeñas y ser obligados a hacer trucos durante horas frente a una ruidosa audiencia son algunas de las cosas a las que son sometidas miles de animales salvajes utilizados en circos. Manushcka, una leona de cinco años de edad le dijo adiós a esta vida gracias al apoyo de los miembros de Four Paws, una organización internacional preocupada por el bienestar de los seres sintientes.
Manuschka fue “entregada voluntariamente” por funcionarios del circo Quaiser. Era el último león utilizado en los espectáculos y ahora vive lejos de los reflectores en el santuario de animales salvajes TIERART, según informó el departamento de prensa de Four Paws a través de un comunicado.
Sus nuevos cuidadores esperan que pronto pueda socializar con otros leones antes de que sea trasladada al santuario de grandes felinos FELIDA a finales de 2024.
Manuschka finalmente es libre de las cadenas
Tomas Pietsch, responsable de animales salvajes en el mundo del espectáculo en Four Paws, declaró que los circos son una muestra de crueldad animal en gira, pues animales como leones, tigres y elefantes “sufren enormemente para mantener entretenidos a los humanos”.
“Al vivir en condiciones de hacinamiento sin el enriquecimiento adecuado, se trasladan constantemente de un lugar a otro”, explicó Pietsch. En los circos todos los animales son obligados a realizar “trucos que van en contra de su comportamiento natural” que, según el miembro de Four Paws, les causa una angustia “enorme”.
“Necesitamos limpiar el circo de animales salvajes para detener esta práctica espantosa”, aseguró Pietsch.
Funcionarios señalaron que los tigres y leones son algunos de los animales salvajes más frecuentes en actos circenses debido a que “son fáciles de adquirir y reproducir en condiciones deficientes”, sin embargo, “la falta de seguridad en los circos y el adiestramiento” de estos seres sintientes es un gran problema, pues supone un riesgo para los visitantes y trabajadores.
Existen reportes de múltiples ataques de grandes felinos a sus adiestradores en circos de todo el mundo. Para llegar a este punto, normalmente se les exige que hagan movimientos o poses no convencionales como caminar sobre sus patas traseras.
“Four Paws se alegra de que, con Manuschka, el circo Quaiser haya entregado voluntariamente a su último león y acordara no volver a utilizar grandes felinos en el futuro”, declaró Magdalena Shrek-Trettin, directora de proyectos de Wild Animal Rescue and Advocacy, organización que ayudó a las labores de rescate.
La directora de proyectos está segura de que el antiguo propietario de la leona “tomó una decisión que favorece sus intereses” y que ahora sólo le espera un futuro brillante “en un santuario apropiado para la especie”.
“Esperamos que Manuschka pueda socializar y que pase el resto de su vida entre leones”, confesó Shrek-Trettin. Por ahora la leona llegó al santuario TIERART en Alemania, no obstante, su lugar definitivo de descanso será el Santuario de Grandes Felinos FELIDA, cuyos recintos aún se encuentran en construcción.
El problema de los circos con animales
El rescate de Manuschka fue la oportunidad perfecta para los miembros de Four Paws de recordarle al público la crueldad a la que son sometidos los animales salvajes utilizados en circos a pesar de que múltiples países europeos, centroamericanos y sudamericanos ya restringieron o prohibieron por completo la presencia de seres sintientes en actos circenses.
Específicamente en Alemania, de acuerdo con los funcionarios, aún se le tiene permitido a los circos mantener a grandes felinos en recintos de 12 metros cuadrados y transportarlos en “vagones estrechos” donde son acomodados hasta 5 ejemplares en un espacio de 24 metros cuadrados durante viajes de hasta 20 horas.
“Four Paws pide al gobierno alemán que prohíba por completo la presencia de animales salvajes en los circos con su última ley de bienestar animal, que está siendo aprobada actualmente”, se lee en el comunicado.