Hunter es un perro de pelaje negro que fue víctima de abuso, maltrato y abandono animal. Las severas secuelas de este grave episodio hicieron que perdiera un ojo, pero no su sonrisa.
La mascota fue rescatada por Génesis Juárez, fundadora de Fiel Compañero, organización basada en Callao, Perú, encargada de controlar la sobrepoblación de animales en estado de abandono. Su historia de supervivencia, rehabilitación y búsqueda de un hogar fue compartida por su socorrista en redes sociales.
Una de las publicaciones más recientes con Hunter como protagonista tiene el objetivo de encontrarle un dueño responsable dispuesto a adoptarlo para cerrar con broche de oro su historia de recuperación.
El perro ciego que escapó del abuso
El viaje de Hunter hacia la rehabilitación comenzó a finales de marzo cuando, de acuerdo con Juárez, fue encontrado en medio de una pila de basura en el distrito de Carabayllo, en la ciudad de Lima.
La rescatista preguntó a los vecinos de la zona y confirmó que se trataba de “un perro de la calle”. Uno incluso le comentó que siempre estaba buscando comida y que rompía las bolsas de basura, por lo que le “tiraron agua para que se vaya”, pero él no dejaba de ir en búsqueda de alimento.
“Al escuchar eso comprendí por qué él llegó a un estado tan deplorable y, a pesar de todos los casos que llevo, realmente no me dio el corazón para dejarlo allá afuera. Era imposible”, redactó la rescatista.
Con un objetivo en mente, trasladó a Hunter a un lugar seguro donde notó que su ojo derecho estaba en estado de putrefacción, mientras que su cuerpo estaba lleno de garrapatas.
En la clínica veterinaria el perro dio positivo a erliquiosis lo que, en palabras de Juárez, explicaría la anemia crónica que “atraviesa actualmente”.
“Su nivel de hemoglobina está por los suelos, necesita una transfusión sanguínea de emergencia”, aseguró la fundadora de Fiel Compañero en aquella publicación donde dio conocimiento de la situación médica del ser sintiente.
La anemia no era la única preocupación de Hunter y sus cuidadores, pues estaba infestado con larvas de mosca que no paraban de reproducirse, mientras que “la asepsia en la zona del ojo izquierdo debe continuar” y ya había perdido la visión total en dicho órgano.
En aquel entonces el estado de Hunter era reservado y, según lo relatado por la fundadora de Fiel Compañero, someterlo a una intervención en el estado en que estaba supondría problemas para su salud.
Una segunda oportunidad para Hunter
Gracias al apoyo de la clínica veterinaria y sus especialistas, la mascota fue dada de alta, su apetito mejoró y ya no se la pasaba durmiendo para, según Juárez, “sobrellevar el dolor”.
Su ánimo mejoró a tal grado que incluso fue visto haciendo “pequeñas travesuras” en el veterinario. “Hoy oficialmente fue dado de alta parcial en cuidados intensivos. Contra todo pronóstico él sigue esforzándose por esa segunda oportunidad”, escribió la rescatista.
Aunque era un gran paso hacia la recuperación, su lucha estaba lejos de terminar, pues tan sólo el proceso de cicatrización de su ojo tardaría un promedio de 2 a 3 meses y se debía tener especial cuidado con la zona anteriormente infectada.
El proceso de Hunter poco a poco rindió sus frutos. En publicaciones recientes, Juárez compartió el radical cambio del ser sintiente encontrado en la basura y explicó que su historia, y la de otros rescates, “tienen el mismo punto de partida: la indiferencia”.
Luego de meses de rehabilitación y cuidados constantes, Hunter sanó de sus heridas físicas y, gracias a este proceso, está oficialmente en adopción. Su personalidad fue descrita como “amorosa y bonachona”, aunque no convive con gatos y se encuentra en proceso de socialización para poder convivir con otros perros.