Juan Jiménez Lara, médico veterinario y activista por la defensa de los animales, recorría las calles de Medellín, Colombia, cuando se encontró con Chalo, un hombre en situación de calle que vivía junto a sus amados perros, todos rescatados de una situación de abandono.
A través de su cuenta de Instagram (juan_jimenezlara), el activista compartió la historia de Chalo y su manada, integrada por perros como Morocha, una canina de casi 10 años que fue encontrada tirada en la variante de Cocorná, Aquiles, Crema de Leche, nieta de Morocha y Jalapeño, quien le fue entregado al hombre de parte de sus antiguos dueños, pues “no tenían donde mantenerlo” y Pimienta, quien en aquel entonces todavía se estaba adaptando a su nueva “familia multiespecie”.
Chalo y sus mascotas se desplazaban a cualquier lugar juntos, sin importar las inclemencias del tiempo. Él comenta que ha pasado días festivos a su lado y que ellos no se separan en ningún momento, llegando incluso a dormir dentro de su carreta.
Una familia que hace todo junta
“Si no quieren comida para perros se les consigue carne, si no quieren agua les consigo leche. Ellos se merecen mucho más. Nosotros somos culpables de no darles más”, declaró el hombre en situación de calle en entrevista con el activista.
Edison Molina, veterinario de profesión, decidió apoyar a la manada de Chalo mediante la esterilización de Jalapeño.
“Quisimos aportar nuestro granito de arena para que esta familia multi especie cada día esté mejor [...] Le fue muy bien en la cirugía y mientras él se recuperaba, la manada lo esperaba”, explicó el veterinario en uno de los videos que contaron la historia de Chalo.
El hombre dueño de los perros relató que tras la esterilización de Jalapeño “sólo faltaba Pimienta”, pero por la edad aún no podían someterla a este procedimiento quirúrgico. “Todavía es muy jovencita pero de resto: familia, misión cumplida”, añadió.
La nueva vida de Chalo y su manada
Este acto de bondad estuvo lejos de ser el último que recibiría la manada pues, a inicios de junio, Jiménez compartió un nuevo video en su cuenta de Instagram en el que informó a sus seguidores que la comunidad unió esfuerzos para ayudar a Chalo y sus perros.
Mediante un grupo de WhatsApp, los vecinos llevaron al hombre al odontólogo, consiguieron que tuviera un lugar en el que pudo bañarse diariamente, que comiera tres veces al día, que su manada estuviera completamente desparasitada y le consiguieron un trabajo en Mundo Peludo, refugio animal de Medellín.
Mundo Peludo no sólo le abrió las puertas a Chalo, también le dio un hogar a Crema de Leche, Pimienta, Jalapeño, Aquiles y Morocha. Esto marcó el cambio en la vida de la manada, pues no volverían a pasar hambre ni frío y permanecerían juntos hasta el final de sus días.
“Estamos muy felices de que Chalo pertenezca a nuestro equipo de trabajo. Es una hermosa persona, ama a los animales y lo estamos capacitando para que aprenda muchísimo más sobre ellos. Qué hermoso nuevo capítulo para él, sus peludos y todos los que salvaremos con su ayuda”, escribieron los miembros de Mundo Peludo en la sección de comentarios del video.
El refugio animal oficialmente le dio la bienvenida a Chalo con un video posteado en sus redes sociales. En Mundo Peludo, el hombre se encarga de darle de comer a los 85 miembros caninos de la fundación de adopción a la cual puede asistir cualquier persona interesada en darles un hogar.
Una de las voluntarias relató en entrevista reciente con Jiménez, que se enteraron de la historia de Chalo y notaron que amaba a los animales y que se ha desempeñado muy bien en su nuevo trabajo.
“Hay una parte de mi mente que aún no procesa la información de tantos años en la calle [...] En muchas ocasiones me sentí muy sólo y sin esa chispa de la vida que encontré aquí en Mundo Peludo”, añadió Chalo.