Sydney, anteriormente conocida como Sadie, es una perra mestiza que llegó al Cumberland County Animal Services (CCAS) de Fayetteville en Carolina del Norte, Estados Unidos, después de que su antigua propietaria la arrojara a un contenedor de basura y la abandonara a su suerte.
Según informaron los empleados del refugio el 8 de julio a través de redes sociales, Sydney fue abandonada porque hizo sus necesidades dentro de casa y mordió a su dueña cuando éste la castigó físicamente. “Después del incidente, la propietaria la arrojó a un basurero”, escribieron.
“Ahora está en peligro de eutanasia. Realmente queremos ver a esta chica encontrando un hogar para siempre”, aseguraron los empleados del CCAS.
Abandonada como si fuera basura
La suerte de Sydney cambió nuevamente cuando voluntarios de Dochas N Gra Animal Rescue (DGAR) decidieron ayudarla.
Victoria McGonigal, fundadora del refugio animal, declaró en entrevista para la revista estadounidense People que “estaba en su último día”, pues la iban a sacrificar y sufría una infección de las vías respiratorias superiores.
Cómo McGonigal tiene “una buena relación de trabajo” con el CCAS, no dudó en darle a Sydney un hogar en dónde vivir al enterarse de su situación.
“Estamos muy contentos de haber podido rescatar a Sydney de una situación potencialmente peligrosa y encontrarle un hogar seguro con DGAR”, dijo Elaine Smith, directora del CCAS.
La funcionaria dijo esperar que cualquier persona con dificultades “para quedarse con su mascota” se ponga en contacto con un refugio local, en vez de simplemente abandonar el animal.
“Además instamos a las personas a esterilizar o castrar a sus mascotas para ayudar a abordar la actual crisis de superpoblación en refugios como el nuestro”, añadió Smith.
McGonigal admitió no saber cómo podrían sacrificar a “una niña tan dulce” como lo es Sydney, quien se desenvolvió por completo dentro de su nuevo hogar.
Desde su llegada al santuario animal, la mascota mejoró su estado de salud, su cuidadora explicó que “ama a todos los que conoce”, además de que se volvió fanática de los abrazos y los besos “y escucha muy bien”.
Tan pronto como se recupere de la infección en sus vías respiratorias superiores y sea esterilizada, comenzará el nuevo capítulo en la vida de Sydney, pues sus cuidadores temporales pondrán manos a la obra para encontrarle un hogar permanente.
McGonigal dijo estar a la espera de que el cambio de la perra inspire a más personas a adoptar y no comprar, pues es uno de los muchos animales de compañía rescatados que desean “que se les dé una oportunidad y sean amados”.
La fundadora del santuario comentó en entrevista para el medio local WRAL News que con este tipo de mascotas siempre “hay que averiguar toda la historia” y que “siempre hay una razón” detrás de su comportamiento.
“Era algo que no estaba bajo su control. Hay que darles una segunda oportunidad”, admitió McGonigal, quien aseguró haberle presentado a Sydney las vacas, caballos y otros animales que habitan en el santuario.
Mientras que Sydney se adapta y acomoda a su nuevo hogar en compañía de amigos animales que vienen de circunstancias similares a las de ella, un portavoz del CCAS comentó al medio local algunos detalles sobre los cargos que podrían ser imputados al dueño que hizo pasar a la perra por tanto sufrimiento.
“No podemos comentar sobre posibles cargos contra el propietario, ya que se trata de una investigación en curso”, dijeron los empleados del CCAS a WRAL News.