Gnatalie, es el dinosaurio cuyo esqueleto fue de los últimos en ser montados dentro del Museo Nacional de Historia Natural de Los Ángeles (Estados Unidos). No pertenece a ninguna especie recién descubierta ni mucho menos, pero sus huesos son los únicos en el planeta de color verde.
Su nombre, de acuerdo con reportes de la agencia de noticias Associated Press (AP), le fue otorgado en honor a los mosquitos que habían durante la excavación de su cadáver.
Su característica coloración “verde oliva oscuro moteado” fue causada por un mineral llamado celadonita que se infiltró a los huesos durante el proceso de fosilización. Dicha tonalidad, a diferencia del clásico negro o marrón causado por el silice o los minerales de hierro, es menos frecuente, ya que la celadonita se forma en condiciones volcánicas que suelen destruir los huesos enterrados.
La importancia de Gnatalie para la difusión de la ciencia
Luis Chiappe, del Instituto de Dinosaurios del museo, comentó en un comunicado de prensa citado por AP que estos animales “son un gran vehículo” para instruir a los visitantes sobre la naturaleza de la ciencia.
“Y qué mejor que un dinosaurio verde de casi 24 metros de largo para involucrarlos en el proceso de descubrimiento científico y hacerlos reflexionar sobre las maravillas del mundo en el que vivimos”, explicó Chiappe.
Matt Wedel, anatomista y paleontólogo de la Universidad Occidental de Ciencias de la Salud en Pomona contó en entrevista para la agencia de noticias que cuando estaba en la escuela de posgrado oyó “rumores de un dinosaurio verde” y que al ver los restos fósiles de Gnatalie pensó que “no se parecían a nada que hubiera visto antes”.
De acuerdo con AP, la especie de Gnatalie es similar a una perteneciente a la familia de los saurópodos llamada Diplodocus y su descubrimiento será publicado en un artículo científico el próximo año.
En su hogar temporal de Los ángeles será, junto a un brontosaurio y un brachiosaurus, el dinosaurio más grande del museo. Los visitantes podrán deleitarse con el imponente esqueleto verde desde otoño de este año.
La luz verde en el camino de la ciencia
Científicos estiman que Gnatalie pisó el planeta hace aproximadamente 150 millones de años al final del período Jurásico. Siendo más antigua que los T-Rex, quienes vivieron hace entre 66 y 68 millones de años.
Su esqueleto fue encontrado en 2007 durante una excavación en Badlands, en el estado de Utah y se cree que la celadonita pudo entrar en los fósiles hace entre 50 y 80 millones de años, cuando la actividad volcánica calentó los restos lo suficiente como para que el mineral reemplazara a otro contenido en el material óseo.
Para John Whitlock, profesor del Mount Aloysius College de Pensilvania e investigador de saurópodos, es emocionante contar con un esqueleto tan completo como el de Gnatalie que ayuda a arrojar luz sobre otros especímenes cuyos restos fósiles no están igual de íntegros.
“Es tremendamente enorme, realmente aumenta nuestra capacidad de comprender tanto la diversidad taxonómica como la anatómica”, admitió Whitlock.
Además de los mosquitos, otro de los motivos por el que los especialistas se decantaron por Gnatalie como nombre del esqueleto, fue una votación pública llevada a cabo el mes pasado.
Las opciones incluían nombres como Verdi, variante de la palabra “verde”; Olive, en honor a la pequeña fruta del mismo color que los huesos; Esme, abreviatura de la palabra “esmeralda” y Sage, una planta que, de acuerdo con AP, es característica de Los Ángeles y que se cultiva en los Jardines Naturales del Museo de Historia Natural.