¿Por qué los animales de las profundidades marinas son rojos o negros?

El color en los animales marinos no es una coincidencia, sino una adaptación ligada a la física del espectro de luz

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Algunos animales del fondo del océano tienen un color rojo muy vívido, pese a la falta de luz. -(NOOR/Captura de video)
Algunos animales del fondo del océano tienen un color rojo muy vívido, pese a la falta de luz. -(NOOR/Captura de video)

La vida marina se compone de cientos de animales y microorganismos diversos con características que varían dependiendo de su ubicación geográfica, el tipo de cuerpo de agua en el que se encuentren, e incluso la profundidad a la que se ubican.

Uno de los aspectos que a simple vista puede ayudar a identificar a un animal marino es el color de su piel, ya que este es reflejo de varios factores, como la reproducción y el cortejo, la alimentación, la simbiosis, la luz solar, la depredación, según apuntan diversos estudios.

De acuerdo con la organización europea Oceana, mientras los peces cercanos a la superficie utilizan colores llamativos para cazar o para encontrar pareja, resulta curioso que los animales de las profundidades del océano tengan colores como el rojo o el negro en sus pieles, pero también tienen un propósito específico que ayuda a su supervivencia.

El espectro de luz en el océano

En la zona crepuscular del océano hay numerosos animales de color negro o rojo.
En la zona crepuscular del océano hay numerosos animales de color negro o rojo.

Y en realidad no es coincidencia que los animales marinos del fondo del mar sean rojos o negros, en su mayoría, pues esto está ligado a una adaptación de supervivencia. Sin embargo, este aspecto de color también está ligado a la física.

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) explicó recientemente en su apartado de Datos sobre la Exploración Oceánica que el color de los peces también está ligado al espectro de la luz, pues la luz solar posee todos los colores del espectro visible, los cuales, en conjunto, dan una apariencia de blanco. Entre estos se encuentra el rojo, que cuenta con la longitud de onda más grande, pero al mismo tiempo, tiene la menor cantidad de energía.

Esto quiere decir que, a medida que la longitud de onda de la luz disminuye del rojo al azul, también lo hace la capacidad luminiscente para penetrar en el agua, de tal modo que, el color rojo no puede llegar muy profundo (solo un poco) y por eso en el fondo del océano no hay luz roja.

El espectro de luz no es de la misma forma en todas las profundidades del océano. -(Instituto de Ciencias del Mar)
El espectro de luz no es de la misma forma en todas las profundidades del océano. -(Instituto de Ciencias del Mar)

“El color se debe a la reflexión de diferentes longitudes de onda de la luz visible. Cuando la luz blanca (que contiene todos los colores del espectro) incide sobre un objeto, algunas longitudes de onda son absorbidas; las longitudes de onda que no son absorbidas se reflejan en nuestros ojos. Eso es lo que percibimos como el color de ese objeto y tiene un impacto en los patrones de coloración de los animales en el océano”, detalló la agencia científica estadounidense en su artículo.

Cuestión de supervivencia

Más allá de los espectros de la física, que los colores predominantes en las zonas crepusculares del océano sean rojo y negro se debe también a que, si no hay luz roja que pueda revelar su color, así como absorber todas las longitudes de onda del color, les permite pasar desapercibidos antes los depredadores que se encuentran a sus alrededores.

Paula Keener-Chavis, Coordinadora Nacional de Educación y Bióloga Marina en la Oficina de Exploración de NOAA, como el color azul es el que mejor penetra en el agua, si hubiera animales azules en estas zonas del océano, sus cuerpos enteros reflejarían la luz azul y serían muy visibles para los depredadores.

Los animales de aguas profundas que son rojos son menos visibles para los depredadores y las presas.
Los animales de aguas profundas que son rojos son menos visibles para los depredadores y las presas.

Keener-Chavis, quien es una de las investigadoras que da claridad al fenómeno de colorimetría en organismos que prevalecen en el oscuro océano profundo, explica que en las profundidades los animales que no son traslúcidos, absorben o reflejan toda la luz que los golpea.

“Tomemos como ejemplo a un pez rojo: ‘cuando un pez rojo nada en la superficie del océano, aparece rojo porque refleja la luz roja y absorbe el resto de los colores’. Sin embargo, a unos 100 metros de profundidad, ‘el pez rojo es difícil, si no imposible de ver, y parece negruzco porque no hay luz roja para reflejar a esa profundidad y el pez absorbe todas las otras longitudes de onda de color’, explicó la especialista.

¿La falta de luz influye en la evolución de las especies?

Que la luz no penetre hasta las profundidades del mar también determina las características de los animales que se encuentran ahí, pues según apuntan diversas investigaciones, estas especies deben adaptarse a un entorno sin espectros visibles.

Además del camuflaje y coloración, algunas una de las respuestas adaptativas más comunes es la bioluminiscencia. Varias especies marinas han desarrollado la capacidad de producir su propia luz, la cual utilizan para múltiples propósitos como atraer presas, comunicarse y ahuyentar depredadores, según se expone en un artículo del Instituto de Ciencias del Mar (ICM).

Una de las adaptaciones de los animales de las profundidades del océano es la biolominiscencia, que permite atrapar más presas.
Una de las adaptaciones de los animales de las profundidades del océano es la biolominiscencia, que permite atrapar más presas.

Dado el entorno oscuro, los animales de las profundidades también han mejorado sus sentidos. Por ejemplo, en el caso de la vista, a los peces del fondo del océano logran una visión extremadamente agudizada. Por el contrario, según una investigación de Oceana, hay otros animales que son ciegos, pero han mejorado el olfato, así como una mayor sensibilidad a los movimientos y vibraciones del agua.

La morfología de estos animales también cambia significativamente respecto a los peces cercanos a la superficie. Ojos grandes, bocas y dientes más pronunciados, y cuerpos alargados y esbeltos son comunes entre las especies de estas zonas, para así mejorar su adaptación a la falta de luz y la escasez de alimentos en su entorno.

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