Los perros son animales que necesitan actividad constante y movimiento más que sedentarismo y dormir todo el día. Es importante permitirles moverse, jugar, correr y tener un buen espacio para desplazarse, pues su organismo lo necesita.
La actividad constante permite al cuerpo de los canes tener una vida saludable, balanceada que se puede ver en su pelaje, la salud bucal, su vista, así como su corazón y sus pulmones. Si bien ayuda incluso a prevenir algunas enfermedades, hay algunas que pueden ocurrir por la edad de los perros, sin que influya lo suficiente cuánto movimiento tuvieron a lo largo de su vida.
Una de ellas es la artritis, una de las enfermedades más comunes en estos perros, la cual compromete la salud de ósea de estas mascotas. De acuerdo con Artennua, que se especializa en investigaciones biotecnológicas, uno de cada cinco perros padece artritis en la edad adulta.
¿Artritis o artrosis?
Muchas veces suele confundirse la artritis y la artrosis, y aunque ambas afectan el bienestar de los huesos, tienen diferencias significativas en sus causas y tratamientos. Ambas condiciones se manifiestan, principalmente, en perros mayores y pueden reducir la calidad de vida del animal si no son manejadas adecuadamente.
En términos generales, la artritis en perros es una inflamación crónica de las articulaciones. Esta condición puede resultar del desgaste del cartílago que protege las articulaciones, lesiones previas, infecciones o enfermedades autoinmunes.
Por otro lado, la artrosis se caracteriza por la degeneración crónica de las articulaciones. Se presenta con la pérdida progresiva del cartílago, formación de espolones óseos e inflamación, y afecta con mayor frecuencia a perros de edad avanzada. Algunas razas, como Rottweiler, Golden Retriever y Pastor Alemán, son más propensas a desarrollar esta condición. El portal Kivet, especializado en medicina veterinaria, destaca que los signos más evidentes son dolor, rigidez, limitaciones en el movimiento y una evidente aversión al juego.
A pesar de sus similitudes, es fundamental diferenciarlas para recibir el diagnóstico y tratamiento correcto que impida la progresión de ambas enfermedades y mejorar la calidad de vida de los animales afectados.
Síntomas de artritis en los perros
La artritis en perros es una afección común que afecta las articulaciones y puede causar dolor significativo y movilidad reducida. De acuerdo con Santévet, entre los signos principales se incluyen la cojera, que suele ser más evidente al inicio de los paseos; también se puede observar si se tiene dificultad para realizar movimientos cotidianos como subir al coche, al sillón o algún tipo de escalón.
Otros síntomas pueden ser la incapacidad para encontrar una postura cómoda al sentarse o acostarse, y la adopción de posturas extrañas al tumbarse, especialmente si la columna vertebral está comprometida. Además del dolor visible en las articulaciones, según el blog de Santévet, los perros con artritis pueden mostrarse más irritables y rebeldes debido a la incomodidad constante.
Cuando se reconocen las señales de artristis, es importante llevar al can a revisión con el veterinario. También es recomendable hacer adaptaciones en el hogar que le permitan sentirse cómodo; brindarles una cama acolchada y cómoda, puede reducir la presión sobre las articulaciones, y es necesario evitar superficies resbaladizas para prevenir caídas y lesiones adicionales.
Para prevenir la artritis, los veterinarios recomiendan mantener a los perros con un peso saludable a través de una alimentación equilibrada y ejercicio moderado. Una rutina de ejercicio suave, como paseos o natación, puede ayudar a la movilidad de las articulaciones. En algunos casos, el uso de suplementos como glucosamina y condroitina son necesarios prevenir el desgaste del cartílago.
Cómo mantener activo a un perro con artritis
Aunque estos perros a menudo se ven más cansados y pasan más tiempo durmiendo, la inactividad prolongada puede llevar a la atrofia muscular. Mantener activo a un perro con artritis sin causarle dolor implica ejercicios moderados y adecuados para su movilidad.
Según los investigadores de Artennua, los ejercicios de estiramiento y rango de movimiento son esenciales para mantener la flexibilidad articular. Terapias complementarias como fisioterapia, acupuntura o terapia láser también pueden ser beneficiosas bajo la supervisión de un veterinario.
El ejercicio controlado fortalece los músculos alrededor de las articulaciones y mejora la circulación, aliviando dolor y rigidez de la artrosis. Actividades de bajo impacto como caminar o nadar son recomendadas. Los beneficios incluyen fortalecimiento muscular, mayor flexibilidad articular, control del peso, estimulación mental, alivio del estrés y mejora de la circulación sanguínea.