Poong es una gata de pelaje blanco con negro de 10 años de edad que habita en Corea del Sur. Su primer año de vida no fue diferente al de otro felino doméstico, corría y jugaba sin ningún problema.
Fue poco antes de cumplir 2 años que su vida cambió para siempre. Según relató su dueña Namhee a través de las redes sociales de Poong, la mascota mostró signos de una enfermedad grave, por lo que se apresuraron a buscar ayuda médica.
Acudieron a múltiples veterinarios, pero ninguno pudo decir con exactitud lo que pasaba con Poong. “Mientras caminábamos por el hospital se quedó dormida. En aquel entonces cada día comprobaba que aún respiraba. Al poco tiempo recibí una respuesta de la clínica, dijeron que podría ser una enfermedad cerebral”, escribió la “madre” de la gata.
La historia que se robó el corazón de miles
Con este diagnóstico, las opciones eran limitadas. Los especialistas le contaron a Namhee que podían realizar una resonancia magnética, pero existía el riesgo de que la anestesia tuviera resultados mortales u otros problemas como convulsiones.
Los veterinarios le aseguraron a la mujer que aunque tiene un problema cerebral, Poong no sufre ningún dolor, aunque su vida será más corta que la de otros gatos. “No sabemos cuánto más vivirá y la elección era mía”, recordó Namhee.
La dueña de Poong no quería que su mascota “muriera en la mesa de operaciones”, entonces decidió no llevar a cabo las pruebas y evitar a toda costa la anestesia y “simplemente ayudarla a disfrutar el resto de su vida comiendo comida deliciosa”.
“Algunas personas pueden decir que mi elección fue incorrecta y equivocada. También podría arrepentirme en el futuro. Pero creo que fue la mejor decisión que pude tomar para mí en aquel entonces y ahora”, aseguró la propietaria de la gata.
Para ella, perder a dos de sus gatos de manera “repentina” fue la señal que necesitaba para entender que las vidas de “estas preciosas criaturas” no son “tan largas como pensaba” y la influencia que tienen en el destino de aquellos con quienes interactúan, aún incluso después de cruzar “el puente del arcoíris”.
“Asumiré la responsabilidad y cuidaré de ellas (sus mascotas) hasta el final de cualquier forma”, afirmó Namhee.
Una estrella de redes sociales
Su historia de superación y carisma innegable convirtieron a Poong en una “petfluencer” completa. La cuenta de Instagram de Namhee (namhee_psd) se convirtió en el diario de aventuras de la gata de pelaje blanco con negro, siendo los favoritos de la mayoría aquellos videos en los que utiliza su silla de ruedas para pasear por su hogar y en los que se muestra su peculiar forma de comer.
Los internautas que a menudo se cruzan con las imágenes y clips de Poong cuestionan a la dueña sobre por qué tiene el pecho manchado de una sustancia amarillenta la mayor parte del tiempo. Namhee contestó que Poong come una mezcla de alimento con agua.
Utilizan una cuchara de silicona para llevarle los bocados de mezcla especial al hocico y durante el proceso suelen derramar un poco sobre su pecho, pero no hay ningún problema, pues sus dueños lo limpian casi de inmediato con un paño húmedo.
Una de las fotografías más recientes muestra a la gata siendo transportada en una bolsa especial que, según contó Namhee, puede “utilizar cómodamente”.
“Tiene un gran espacio para que se acueste e incluso tiene un cinturón para sujetarse a la cintura con el objetivo de que sea cómodo para las personas [...] Descubrí que incluso ‘niños’ como Poong o aquellos con alguna molestia pueden usarlo cómodamente”, aseguró Namhee en la descripción del post.