Phoebe deambuló las calles durante años hasta que decidió que era momento de ser adoptado

Luego de muchos años alimentándolo, una voluntaria de un centro de rescate felino se ganó la confianza del gato, quien un día decidió que era momento de ser adoptado y pidió entrar al que sería su hogar de acogida

Phoebe conmovió a sus nueva dueña temporal al asomarse por la ventana y "rogar" por entrar al hogar. (Instagram/claremadams)

Phoebe, un asustadizo gato naranja con blanco se convirtió en visitante regular de la propiedad de Clare Adams, voluntaria de acogida de Saving Stevie, organización de rescate felino basada en Nashville, Tennessee, Estados Unidos. El animal entró al patio de la mujer buscando comida y tuvo éxito.

Al encontrar lo que buscaba, el animal de compañía regresó una y otra vez, pero se negaba a interactuar con Adams, pues siempre que intentaba acercarse él salía corriendo.

Con el paso del tiempo comenzó a confiar en su “cuidadora”. Adams, según contó en diálogo con el blog Love Meow, se dio cuenta de que “estaba interesado” en ella, pero estaba “demasiado” aterrado de dejarse acariciar.

Es momento de conseguir un hogar

La personalidad de Phoebe cautivó a su cuidadora.

“Seguí alimentándolo y, con el tiempo, me dejó acariciarlo un poco, sobre todo mientras estaba distraído comiendo”, recordó Adams sobre una de las primeras interacciones que tuvo con el gato al que nombró Phoebe creyendo que era hembra.

La rutina parecía ser la misma, la mujer coloca un poco de comida afuera de su casa y el felino se acerca para llevarse algo a la boca, no obstante, un día, Adams escuchó maullidos provenientes de su puerta y al asomarse se encontró con Phoebe, quien se asomaba por las ventanas.

El gato naranja se colgaba de la malla de las ventanas de quien durante años trató de interactuar con él y trataba de llamar su atención escalando.

La mascota se presentó en la ventana de Clare durante años, hasta que un día pudo atraparla.

Con el apoyo de Saving Stevie, según contó Adams a través de redes sociales, pudo llevar a Phoebe al interior de su casa y declaró no saber cómo es que vivió afuera tanto tiempo, pues es el gato más “tierno, dulce y adicto a los humanos” que ha cuidado.

“Es la definición de un gatito con velcro. Trabajo desde casa y él se sentaría en mi regazo, se quedaría mirándome a la cara o me daría cabezazos todo el día si pudiera”, contó Adams en entrevista para Love Meow.

La mujer notó al poco tiempo que a Phoebe le encanta acurrucarse y recostarse sobre el pecho de los humanos, aunque también cuenta con una personalidad juguetona que lo hace amar perseguir pelotas y juguetes.

Pronto se convirtió en un felino de interior, dejó atrás su vida como callejero y aprendió a pasar el tiempo junto a su cuidadora temporal.

El nuevo capítulo en la vida de Phoebe

Recientemente su "madre" de acogida anunció en redes sociales que Phoebe fue adoptado.

Si bien la vida parecía mejorar, a Phoebe todavía le esperaba un paso con el que su futuro brillaría mucho más que nunca: encontrar un hogar permanente en el que recibiría todo el amor que merece y que le fue negado durante muchos años

Durante meses, los voluntarios de Saving Stevie le buscaron un hogar permanente a Phoebe. A lo largo de todo ese tiempo se hizo amigo de Archer, el gato residente de Adams, con quien disfrutaba de pasar el tiempo y juguetear.

Luego de 8 meses, la odisea de Phoebe terminó. Alguien se había interesado en él para llevárselo a casa. Adams informó con una publicación en Instagram la partida del gato naranja, aunque era lo que buscaban, fue una sensación agridulce.

“Phoebe fue adoptado hoy. Traducción: hoy lloré. Este fue, por mucho, el adiós más difícil y feliz de mi carrera como voluntaria de acogida [...] No podría estar más contenta de que finalmente encontrara un hogar para siempre. Él va a darle a su nueva mamá tantas risas, sonrisas y recuerdos agradables. Gracias por elegir mi casa para aparecer”, escribió Adams en la publicación.

Se adaptó a su hogar con rapidez y pronto comenzó a seguir a su dueña por todas partes, marcando así el inicio de una nueva vida y un gran vínculo.