Con tristeza y un desgarrador mensaje, elementos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), unidad de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, México, especializada en ofrecer protección intramuros en establecimientos públicos y privados, lamentaron la muerte de Ginger, una perra que durante un año sirvió valerosamente dentro de sus filas.
Una grave enfermedad diagnosticada por médicos especialistas le arrebató la vida a la perra policía después de luchar durante “varias semanas” en un hospital veterinario, según lo informado por el departamento de prensa de la PBI mediante un comunicado.
“La SSC de la Ciudad de México y la PBI lamentan su pérdida y la despiden con mucho amor y agradecimiento”, fue el mensaje que elementos policiales dedicaron a Ginger en dicho comunicado, donde también recordaron su corta trayectoria y cómo salió adelante tras ser rescatada en 2022.
La destacada trayectoria de Ginger
Funcionarios de la PBI recordaron el momento en que conocieron a Ginger: el 15 de julio de 2022, cuando fue rescatada por elementos de la Unidad Canina.
La entonces perra callejera fue encontrada desnutrida y abandonada en la colonia Álamos, alcaldía Benito Juárez. Tan pronto se encontró bajo el cuidado de la policía, recibió alimentación adecuada, así “cuidados y cariños de cada uno de los integrantes de la institución”.
Fue este momento el que marcó el inicio de la vida policial de Ginger, quien en 2023 se integró completamente a los trabajos operativos de la unidad canina. Su habilidad le permitió servir durante eventos masivos en recintos icónicos de la capital mexicana como el Foro Sol, el Autódromo Hermanos Rodríguez, el Auditorio Nacional y el Palacio de los Deportes.
También ofreció sus servicios en Centros de Transferencia Modal, mejor conocidos como CETRAM, detectando objetos explosivos, manteniendo segura a la ciudadanía.
Su esfuerzo y gran labor se destacó principalmente por el “barrido y esterilización” de las zonas donde era desplegada, convirtiéndolas en lugares “seguros y libres de riesgos”. Sus manejadores y compañeros de la unidad policial aseguraron que Ginger “fue una de los mejores ejemplares con que contó la PBI”.
Un vínculo que superó a la muerte
Elementos le agradecieron a la pastora alemana “su cariño, compromiso y profesionalismo”, pues, según lo detallado en el comunicado, “desde el momento en que fue rescatada” demostró ser un animal fuera de lo común, exhibiendo habilidades que “permitieron salvaguardar a la ciudadanía”.
“Hoy la despedimos con mucho amor”, fueron las últimas palabras dedicadas a Ginger.
Además del comunicado, empleados de la PBI hicieron pública la noticia a través de redes sociales. Específicamente en X (anteriormente Twitter) compartieron cuatro fotografías, mismas que son testigo de la dedicación y habilidades únicas de Ginger.
En la primera de las imágenes, se observa al perro policía portando su distintivo chaleco que tiene grabadas las siglas de la unidad a la que pertenecía, mientras hace gala de su imponente semblante, mientras que la siguiente es una demostración de sus capacidades sin igual al lado de su manejador.
El animal de trabajo observa fijamente una pelota verde mientras su entrenador le da instrucciones. Tanto la tercera como cuarta fotografía son ejemplos claros de la felicidad de Ginger, quien siempre mostró una enorme sonrisa ante la cámara, ya sea mientras descansa o durante una caminata de exhibición a través del campo de obstáculos.
“La SSC CDMX despide con mucho amor y agradecimiento a Ginger, la perrita que fue rescatada hace dos años por la PBI y que perdió la vida tras luchar contra una grave enfermedad”, escribieron los encargados de las redes sociales de la policía bancaria en dicha publicación.