Dog Village: un colorido hogar de esperanza para las almas caninas desamparadas

La villa busca reimaginar las perreras tradicionales mediante un sistema que permite a los perros un proceso más sencillo de socialización y recuperación

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No bars dog village es refugio para perros que sufrieron maltrato y abandono. (Facebook/Fundacja ADA)
No bars dog village es refugio para perros que sufrieron maltrato y abandono. (Facebook/Fundacja ADA)

Casas de colores libres de cadenas y portones conforman Dog Village, una villa que sirve como hogar para decenas de perros maltratados y heridos tanto física como emocionalmente. Es una iniciativa de Fundacja ADA, organización sin fines de lucro preocupada por el bienestar animal basada en Polonia.

Existen voluntarios que cuentan con tareas específicas y únicas, dedicadas enteramente a ayudar a los canes traumatizados. Dentro de la villa, los animales cuentan con habitaciones propias, un hospital veterinario y un centro de adopción, donde las personas interesadas pueden buscar darle un hogar permanente a cualquiera de los residentes.

“El amor es la clave de Dog Village. Es la dignidad que se expresa en las condiciones y el cuidado. Esta es una compensación por los males cometidos por las bestias humanas”, escribieron los encargados de las redes sociales de Fundacja ADA en una publicación reciente sobre la villa canina.

Un colorido hogar para las almas desamparadas

La villa es una iniciativa de la Fundación ADA, una organización preocupada por el bienestar animal.
La villa es una iniciativa de la Fundación ADA, una organización preocupada por el bienestar animal.

Dog Village nació el 15 de marzo de 2018 como una idea de la noble mente de Radoslaw Fedaczynski, veterinario de profesión, quien logró hacer realidad su sueño gracias a “la constancia, mucho trabajo y a la ayuda de los donantes”, según información disponible en el sitio web de la fundación.

En esta villa, los voluntarios y encargados de hacer realidad el sueño de Fedaczynski sustituyeron las paredes de hormigón y los barrotes de acero de las perreras clásicas de los refugios tradicionales por coloridas construcciones de madera equipadas y adaptadas para ofrecerle a los residentes “un sustituto de una vida normal”.

Los perros pueden pasear por la villa a sus anchas sin las restricciones de una cadena o portón.
Los perros pueden pasear por la villa a sus anchas sin las restricciones de una cadena o portón.

El objetivo detrás de esta iniciativa es darle a los perros condiciones similares a las de un hogar con las que, según los empleados de Fundacja ADA, sanarán más rápido y cesará su agresión. Todo esto hará más fácil la tarea de controlar los problemas de conducta.

“Todo perro aprende a respetar el mobiliario del hogar y a hacer sus necesidades al aire libre. Además, cada uno de ellos tiene la oportunidad de vivir en un sustituto de casa que nunca han experimentado en sus vidas”, aseguraron los voluntarios de la fundación.

Para algunos perros, especialmente los ancianos y enfermos, Dog Village será el último hogar que puedan disfrutar en sus vidas, por lo que el amor, la calidez y la paz, así como un cuidado especializado son primordiales para darles y condiciones adecuadas para que disfruten el resto de sus días.

Con este proyecto, Fedaczynski y los voluntarios de la fundación buscan re imaginar los estándares de los refugios animales y caninos alrededor del mundo, priorizando la salud y bienestar caninos.

Más que un hogar

Sus cuidadores se encargan de darles a los residentes caninos la mejor de las atenciones.
Sus cuidadores se encargan de darles a los residentes caninos la mejor de las atenciones.

Al día de hoy, Dog Village cuenta con nueve casas para perros, así como un salón de rehabilitación equipado con una cinta para correr acuática, tres pistas valladas, una de las cuales cuenta con equipo profesional de agilidad.

Dichas pistas son el lugar ideal para que los perros socialicen e interactúen entre ellos al formar parte de un grupo más grande. Ahí, según la fundación, no sólo juegan entre sí, también logran superar sus miedos y “construir relaciones duraderas con sus dueños”.

Todo el circuito está cercado, por lo que no existe riesgo alguno de fuga, esto permite que los residentes caninos gocen de la libertad y amplio terreno por el cual pueden correr sin ningún límite.

Dog Village creó un lugar donde cada perro, independientemente de su edad, tamaño o temperamento, puede encontrar algo para sí mismo. No sólo es un espacio de diversión, sino también un entorno propicio para el desarrollo”, escribieron los empleados en el sitio web de la fundación.

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