Los refugios son parte importante en el proceso de rescate y rehabilitación de animales y mascotas abandonadas. A menudo, los seres sintientes encuentran una segunda oportunidad dentro de un nuevo y cálido hogar, pero dentro de los albergues también existen historias como la de Smokey, un perro que lleva más de 1.500 días esperando a ser adoptado.
A lo largo de más de 4 años, el pitbull de pelaje marrón ha visto una gran cantidad de familias pasar frente a su perrera en Pennsylvania SPCA (PSPCA), organización sin fines de lucro basada en Pensilvania, Estados Unidos. Durante todo ese tiempo vio cómo la gente se llevaba a sus amigos y pasaba de largo de él.
Sin importar los esfuerzos de sus cuidadores, no consigue ser adoptada, dejando a los voluntarios de la asociación con el corazón destrozado, quienes a menudo comparten fotografías a las redes sociales del albergue con la esperanza de llamar la atención y encontrar a una persona dispuesta a darle un hogar a Smokey.
La esperanza no se acaba todavía
En una publicación de Facebook a principios de junio, encargados de las redes sociales compartieron detalles de la situación de Smokey, quien ha pasado más de 1.500 días “en los confines de un refugio”.
Según los voluntarios de PSPCA, estos lugares se supone que son “temporales”, pero para el pitbull, “se convirtió en un limbo perpetuo”.
“A medida que pasan los días apenas hay interés por adoptarlo, esperaríamos que perdiera la esperanza, pero no fue así”, se lee en la publicación.
La mascota fue descrita como “juguetona y llena de vida”. Además, es alguien que disfruta de la compañía de los seres humanos “y aprender sobre todo lo que le rodea”.
“Aunque parezca pequeño, su corazón permanece abierto, incluso si sigue sin ser reclamado. Entonces, Smokey espera y nosotros aguardaremos por él. Únicamente esperamos que no pase mucho tiempo”, escribieron los voluntarios.
Smokey también merece un hogar
Uno de los voluntarios de PSPCA contó en entrevista para el medio The Dodo que ama su “lealtad feroz”, pues casi siempre que salen a caminar lo mira “con tanta devoción”, además destacó aspectos como su “belleza”, pues a su consideración, el “pelaje negro intenso con reflejos marrones” le aporta una apariencia “hermosa”.
“Es difícil ver esto reflejado en las fotos, pero es realmente espectacular. Le encantan los paseos y caminar por zonas más tranquilas donde pueda disfrutar de los diferentes aromas y relajarse. También es fanático de buscar”, aseguró el voluntario.
Su cuidador considera que la mejor opción para él sería en un hogar con una familia o persona interesadas en “trabajar en el entrenamiento” de nuevas habilidades “o participar en algunos deportes caninos”, no obstante, tampoco descarta que se desenvolverá correctamente en un ambiente rural.
“La vida en la ciudad o en el campo estaría bien para él, siempre y cuando su familia lo ame y le guste estar a su lado”, subrayó el voluntario.
Sus cuidadores encontraron en marzo una respuesta sobre cómo se desenvolvería dentro de un hogar luego de que sacaran a Smokey de la perrera para pasar una noche en una casa rentada.
La mascota disfrutó del amor y atenciones de sus cuidadores, conoció nuevos lugares y experiencias y por primera vez en mucho tiempo durmió afuera en un cómodo sofá en compañía de personas preocupadas por su bienestar.
“Después de vivir en un refugio por tanto tiempo, esperamos que existan algunos obstáculos en su camino cuando finalmente encuentre una familia [...] ahora más que nunca sabemos que Smokey tendrá éxito en un hogar. Estamos seguros que merece encontrar uno”, comentaron los voluntarios de PSPCA.