Los ataques de tiburones a humanos han aumentado en los últimos años en regiones como el este de Estados Unidos y el sur de Australia, donde los números se han duplicado, sin saber con exactitud la razón detrás de estos sucesos; en el resto del mundo también se percibe un aumento notable en comparación con años antes.
Según datos del International Shark Attack File (ISAF) (Archivo Internacional de Ataques de Tiburones), de las 73 mordeduras de tiburones a humanos y nueve muertes de los últimos cinco años, el 64% ocurrieron en Estados Unidos. El ISAF informó que en 2023 hubo 69 mordeduras no provocadas y 22 provocadas, lo cual también habla de la interacción que tienen las personas con estos animales.
Las cifras del ISAF también muestran que en México apenas han ocurrido 40 percances desde 1907, siendo Guerrero el estado con más incidentes registrados (12 de ellos), seguido de Veracruz (9), Quintana Roo (8), Baja California (4), Baja California Sur (2); Colima, Nayarit, Oaxaca, Sinaloa y Yucatán tienen solo un caso, respectivamente y hasta la fecha.
Si bien aún con este incremento, la probabilidad de sufrir uno sigue siendo muy baja, es importante que las personas que realizan actividades acuáticas como el surf, el buceo o la natación sepan cómo actuar ante este evento.
¿Cómo sobrevivir a un ataque de tiburón?
Estos animales son de longitudes variadas, ya que pueden ir desde los 18 centímetros (eso mide el tiburón más pequeño del mundo) hasta 13 metros (en el caso del tiburón ballena). Pese a las creencias que se tienen de que se trata de una especie sanguinaria y agresiva, en realidad no suelen atacar ni interactuar con frecuencia con los humanos, sobre todo porque no forman parte de su dieta.
Si una persona se ve involucrada en un ataque de estos animales, hay varias formas de salir con vida de este suceso y solo registrar heridas. Wyatt Werneth, salvavidas desde hace 28 años y portavoz de servicio público de la Asociación Estadounidense de Salvavidas, dijo a People que es importante no nadar en horas del atardecer o anochecer, ya que son los horarios en los que suelen alimentarse los tiburones. Paul de Gelder, presentador del programa Shark Week, también aconseja que se eviten las zonas donde hay poca luz, el agua está turbia, hay alguien pescando cerca o hay barcos pesqueros que pasan arrastrando peces hacia los muelles.
Si alguien tiene la desafortunada experiencia de ser mordido por un tiburón, aún hay una gran ventana de oportunidad de salir con vida de este suceso.
Aparentar mayor tamaño
George Burgess, director del ISAF aconseja que, en caso de un encuentro con un tiburón, se debe aparentar ser lo más grande posible para intimidar al animal, ya que ellos respetan el tamaño y la fuerza.
Hacer mucho movimiento
Para el caso de los tiburones, no se sugiere actuar como “muerto”, ya que esto puede representar para ellos una presa aún más fácil de cazar.
Los especialistas recomiendan mantenerse en una postura vertical y hacer el mayor movimiento posible, siempre y cuando el ataque ya esté ocurriendo. Por el contrario, si solo se avista un tiburón a lo lejos, lo ideal es mantener la calma y solo dejarlo transitar por el lugar.
Pelea uno a uno
Si un tiburón busca morder a una persona, o ya la ha mordido, un golpe en la nariz puede desorientarlo y hacer que se libre el ataque. Es importante que los golpes se den en la nariz y no cerca de la boca, y que sean con el puño cerrado, pues los dientes del escualo son sumamente filosos.
Diversos especialistas en estos animales señalan que es de suma importancia luchar activamente, pues los tiburones atacan instintivamente, mordiendo a manera de exploración. Si la víctima no se defiende, el tiburón puede interpretarlo como una oportunidad para alimentarse.
Además de la nariz, otras áreas sensibles del tiburón son las branquias y los ojos, que se pueden golpear con los puños, o con algún objeto como un palo para selfies o equipo de buceo.
Nada lo más rápido posible a la orilla
Es importante que una vez que se logre aturdir al tiburón hay que huir pronto del lugar, ya que la sangre y los intensos movimientos también podrían atraer a otros tiburones. Una vez en tierra firme, hay que obtener ayuda médica lo más pronto posible para curar las heridas.
Además de los lugares que se deben de evitar, para prevenir un ataque de tiburón es importante no utilizar accesorios brillantes, pues la luz que se refleja en las joyas les llama la atención, ya que las confunden con escamas de peces.
Hay pocos ataques de tiburón al año
Contrario a su reputación en la cultura popular, los ataques de tiburones a humanos son extremadamente raros y generalmente ocurren cuando el animal se siente amenazado. En contraste con su imagen en películas como Tiburón (1975) y Alerta en lo profundo (1999), los tiburones no consideran a los seres humanos como parte de su dieta.
En el año 2022, solo cinco personas murieron en el mundo debido a ataques de tiburones; en ese mismo año, 13 personas fallecieron en accidentes con patinetes eléctricos en España.
La posibilidad de ser atacado por un tiburón es de uno entre 11.5 millones, y la probabilidad de morir en tales ataques es de uno entre 264.5 millones. Esto contrasta con otras situaciones cotidianas que resultan en una mayor mortalidad. De hecho, En cuanto a amenazas hacia la vida de los tiburones, los humanos son la mayor causa de sus muertes, con alrededor de 100 millones de tiburones asesinados anualmente. Esto resalta la importancia de reevaluar nuestra percepción acerca de estos animales y entender el impacto de nuestras acciones sobre su supervivencia.
Las casi 400 especies de tiburones presentan diversas dietas: mientras que algunas se alimentan de peces pequeños y moluscos, otras, como el tiburón ballena, consumen plancton. Solo tres especies, el tiburón blanco, el tiburón tigre y el tiburón toro, son responsables de la mayoría de los incidentes con humanos.
Sorprendentemente, el animal más letal para los humanos no es el tiburón, sino el mosquito. La OMS calcula que el mosquito mata anualmente a unas 725 mil personas al transmitir enfermedades como el dengue, la malaria y el zika.