Liebres vs conejos, ¿qué diferencias existen entre los dos animales?

Aunque similares en apariencia, existen pequeños factores que los diferencian, a pesar de pertenecer a la misma familia

Guardar
A pesar de ser similares en apariencia, los conejos y liebres son especies. (Wikimedia)
A pesar de ser similares en apariencia, los conejos y liebres son especies. (Wikimedia)

Las liebres y los conejos son animales que, a simple vista, son muy similares, por lo que muchas personas los confunden. Aunque ambos pertenecen a la familia de los lepóridos (Leporidae), son especies completamente distintas, siendo el tamaño y comportamiento sus principales diferencias.

Debido a que son animales de presa, evolucionaron y se adaptaron para escapar a grandes velocidades de sus depredadores, sin embargo, las liebres son menos sociales que los conejos, según contó Philip Stott, ecologista de vida silvestre de la Universidad de Adelaida en Australia, durante un diálogo con National Geographic.

Veronica Farias González, investigadora del laboratorio de Recursos Naturales de la Unidad de Biología, Tecnología y Prototipos (UBIPRO) de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) respondió a la pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre liebres y conejos?.

La experta señaló en entrevista para Ciencia UNAM que, aunque similares en su morfología, las patas y orejas de las liebres son más largas que las de los conejos, mientras que su principal diferencia radica en su fisiología.

¿Cuál es la diferencia entre liebres y conejos?

Los conejos son considerados por la UICN como una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.
Los conejos son considerados por la UICN como una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.

Farias contó que las liebres cuentan con mejores adaptaciones que aseguran que sus crías sobrevivan y maduren desde que nacen. Los lebratos (crías) llegan al mundo mucho más desarrollados que los conejos recién nacidos; están cubiertos de pelo y con los ojos abiertos.

Las crías de liebre, contrario a las de conejo, no nacen en madrigueras, lo hacen en un espacio profundo sobre el suelo o debajo de arbustos. Estas adaptaciones les permiten caminar, saltar y correr a los pocos días.

La investigadora dijo durante la entrevista que los gazapos (como se le conoce a las crías de conejo) sí nacen en madrigueras, las cuales están cubiertas del pelo de la madera, con los ojos cerrados y son completamente dependientes de su progenitora, de la cual tardan bastante tiempo de separarse.

Otro de los aspectos que hacen diferentes a las liebres de los conejos es cómo se comportan frente a sus depredadores. Farias comentó que las liebres son expertas recorriendo largas distancias en poco tiempo, siendo las sabanas y pastizales sus territorios preferidos.

Los conejos prefieren perder a sus depredadores corriendo en zigzag para encontrar una madriguera entre la tupida vegetación.

La velocidad, un factor determinante

Las liebres son capaces de recorrer grandes distancias en muy poco tiempo.
Las liebres son capaces de recorrer grandes distancias en muy poco tiempo.

Michael Sheriff, ecólogo de Penn State en University Park de Pensilvania, EEUU, señaló en entrevista para NatGeo que las liebres no viven bajo el suelo, pues prefieren pasar su vida en la superficie, a diferencia de los conejos que cuentan con sistemas de madrigueras.

Si bien esto tiende a ser un factor determinante entre los conejos, existe una especie que, de acuerdo con Sheriff, se sale de la norma; el de rabo blanco, oriundo del continente americano que no excava.

La velocidad es algo crucial para las liebres, siendo un factor común en múltiples aspectos de su vida pues, según comentó Stott para la revista, su ritual de apareamiento consiste en la hembra poniendo a prueba al macho al hacerlo perseguirla a lo largo de varios kilómetros.

Si el macho logra atraparla, podrá aparearse con la hembra. “(De no ser así) de todos modos era un pobre material paternal”, admitió Stott.

De acuerdo con el catedrático, las liebres, especialmente la europea, puede correr a 37 longitudes corporales por segundo, en contraste con las 23 que llegan a alcanzar los guepardos.

Stott considera a las liebres “mascotas pobres”, pues sus rápidos reflejos, los cuales le ayudan a escapar de todo tipo de depredadores, dificultarían la vida como animal doméstico, a diferencia de los conejos.

Guardar