Faya, la residente más longeva de un refugio que finalmente consiguió un hogar tras 420 días de espera

Durante su estadía, voluntarios hicieron todo lo posible por encontrarle un hogar, esto incluía compartir fotografías y videos en múltiples redes sociales

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Faya encontró un hogar tras pasar 420 días en un refugio. (Facebook/Humane Society of Scott County)
Faya encontró un hogar tras pasar 420 días en un refugio. (Facebook/Humane Society of Scott County)

Los refugios representan una oportunidad única para incontables mascotas de todo el mundo, sin embargo, cuando su estadía se prolonga, debido a la falta de adoptantes, pueden ser hogares de tristes historias como la de Faya, quien solía ser la residente más longeva del albergue Humane Society of Scott County (HSSC), ubicado en Davenport, Iowa, Estados Unidos.

La vida le sonrió cuando, tras 420 días de espera, encontró su tan ansiado hogar permanente. Llegar hasta este día no fue sencillo y tuvo que sortear una gran cantidad de obstáculos.

Aunque sus cuidadores se referían a ella como un animal maravilloso al que amaban “muchísimo” y a la que consideraban como una de sus “favoritas”, sus cualidades pasaron desapercibidas para todos los interesados en adoptar una mascota que acudían al refugio.

420 días de espera valieron la pena

La emotiva despedida fue captada por voluntarios del HSSC.
La emotiva despedida fue captada por voluntarios del HSSC.

La conmovedora noticia de que Faya encontró un hogar permanente fue compartida el 19 de junio por encargados de las redes sociales de HSSC.

“Es oficial… Faya, nuestra residente más longeva fue adoptada tras vivir 420 días en nuestro refugio”, escribieron sus cuidadores en una publicación de Facebook.

Para empleados y voluntarios del albergue, este hecho estuvo marcado por la felicidad, pues durante más de un año le proporcionaron cantidades inmensas de amor y cuidado. “Este es el momento que todos estábamos esperando”, aseguraron.

“Estamos inmensamente felices por ella y su nuevo mejor amigo”, fue el último mensaje que cuidadores y voluntarios le dedicaron a Faya, quien presumió su gran sonrisa en la fotografía que inmortalizó la reunión con quien pasará el resto de sus días.

“Esto es absolutamente lo más lindo. Tienen la misma sonrisa. Estos dos estaban hechos el uno para el otro; espero que tengan la mejor vida”, “Felicidades Faya, te deseo a ti y a tu nueva familia lo mejor” y “Conozco a ese hombre, solemos encontrarnos en Milan Dog Park, es alguien muy amable y dulce. Este cachorro encontró un gran hogar”, fueron algunos de los comentarios con los que internautas expresaron su cariño a la perra recién adoptada.

Los esfuerzos por dar a Faya en adopción

Sus cuidadores dijeron sentirse felices de que un dueño responsable la adoptara.
Sus cuidadores dijeron sentirse felices de que un dueño responsable la adoptara.

A lo largo de 420 días, los voluntarios de HSSC hicieron todo lo posible por hallarle un hogar a Faya, eso incluyó compartir fotografías constantemente en diferentes redes sociales. En una de las publicaciones que promocionaban su adopción, voluntarios escribieron que es el tipo de animal que prefiere un juguete por encima de cualquier golosina sin importar el día.

“Creemos que sería más feliz si fuera tu única ‘hija’”, aseguraron sus cuidadores en una de las publicaciones que trataba de atraer adoptantes para Faya.

En una de las publicaciones más recientes previas a la adopción de la pitbull, sus guardianes aseguraron que llevaba más de un año viviendo en el refugio, por lo que cada día que pasaba reducía las probabilidades de que “abandonara el albergue”.

“A ella no le importa encontrar el hogar perfecto porque los hogares perfectos no existen, sin embargo, muchos de ellos son grandiosos. El tuyo podría ser uno de esos”, escribieron los encargados de las redes sociales de HCSS en los subtítulos de la publicación.

A lo largo del clip, miembros del refugio deleitaron a los seguidores de la cuenta de Facebook con imágenes y videos de Faya, quien alegremente paseaba a través de un jardín.

En algún punto, la mascota volteó a la cámara y mostró una sonrisa de oreja a oreja antes de recibir un puñado de golosinas y un par de palabras de cariño.

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