Un nuevo dinosaurio, nombrado Lokiceratops rangiformis, fue presentado por científicos en la revista PeerJ. Este espécimen vivió hace 78 millones de años y se destaca del resto por su peculiar conjunto de cuernos, que incluyen formaciones curvadas y astas asimétricas similares a las de un caribú.
Fue encontrado en las áridas tierras de Montana, Estados Unidos; s u longitud se estima en 6.7 metros y su peso en 5 toneladas, convirtiéndose así en el dinosaurio más grande del grupo de los centrosaurinos encontrado en América del Norte.
Carece de la distintiva pieza ósea nasal de sus parientes y presenta la cornamenta con volantes más grandes jamás visto en un dinosaurio con cuernos, según declaraciones de Josep Sertich, paleontólogo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, citadas por la agencia de noticias Europa Press.
Cuernos parecidos a las espadas de Loki
L. rangiformis pertenece al grupo de los ceratopsianos, dinosaurios herbívoros conocidos por sus prominentes cuernos y grandes escudos óseos en la cabeza. Sin embargo, lo que distingue a este nuevo espécimen es la forma inusual de su cornamenta, que se asemeja a las hojas cortantes de las armas preferidas del dios nórdico Loki.
Estos cuernos no sólo eran herramientas de defensa, sino que probablemente también jugaban un papel en la competencia entre machos y en la exhibición durante el cortejo.
Los paleontólogos han sugerido que estos extravagantes cuernos podrían haber sido utilizados para disuadir a depredadores, intimidar a rivales o atraer a posibles parejas.
“Estos adornos craneales son una de las claves para descubrir la diversidad de los dinosaurios con cuernos y demuestran que la selección evolutiva para exhibiciones llamativas contribuyó a la vertiginosa riqueza de los ecosistemas del Cretácico”, aseguró Sertich.
Los cuernos de los dinosaurios “eran análogos” a lo que hacen las aves modernas durante sus exhibiciones con la finalidad de seleccionar pareja o “el reconocimiento de especies”, según el paleontólogo.
La peculiaridad de dichos cuernos resalta la evolución adaptativa de los ceratopsianos, que desarrollaron una amplia gama de estructuras craneales para sobrevivir en los variados ecosistemas del Cretácico tardío.
Los fósiles de Lokiceratops fueron encontrados en la misma capa pétrea que otras cuatro especies de dinosaurios, lo que sugiere que por lo menos cinco ejemplares diferentes cohabitaron hace 78 millones de años en pantanos y llanuras a lo largo de la costa este del continente Laramidia.
Un vistazo al pasado
El hallazgo del dinosaurio en Montana es significativo por varias razones. Primero, aporta evidencia de la diversidad morfológica dentro de los ceratopsianos, un grupo que ya se conocía por su gran variedad de formas y tamaños.
Segundo, este descubrimiento sugiere que la región de Montana fue un área de gran biodiversidad durante el Cretácico, proporcionando un hábitat rico y variado para diferentes especies de dinosaurios.
Los fósiles bien preservados del L. rangiformis permiten a los científicos estudiar en detalle su anatomía y comprender mejor las relaciones evolutivas entre los ceratopsianos. Además, el análisis de los patrones de desgaste en los dientes y las marcas en los cuernos puede ofrecer información sobre su dieta y comportamiento.
“El dinosaurio ahora tiene un hogar permanente en Dinamarca, así que optamos por un dios nórdico y, al final, ¿no se parece mucho a Loki con las espadas curvas?”, declaró Mark Loewen, profesor de la Universidad de Utah y coautor del estudio, sobre el origen del nombre de esta especie prehistórica.
Este descubrimiento no solo añade una nueva especie a la lista de dinosaurios conocidos, sino que también nos invita a reflexionar sobre la increíble diversidad de formas de vida que existieron en el pasado.
Los cuernos, con su forma única y elaborada, son un recordatorio de la capacidad de la naturaleza para innovar y adaptarse a lo largo del tiempo.
“Es una de esas historias con un final feliz, donde no fue a la mansión de alguien. Terminó en un museo, donde se conservará para que la gente pueda estudiarlo y disfrutar visitándolo”, celebró Sertich.
En un mundo donde los dinosaurios dominaban la tierra, la evolución de características distintivas como los cuernos de Lokiceratops sugiere un ambiente dinámico y competitivo. Cada nuevo fósil desenterrado nos acerca un poco más a entender cómo estos magníficos seres vivieron y prosperaron en un planeta muy diferente al que conocemos hoy.
“Lokiceratops nos ayuda a comprender que solo estamos arañando la superficie en lo que respecta a la diversidad y las relaciones dentro del árbol genealógico de los dinosaurios con cuernos”, aseveró Loewen.