Plombir y Miranda, las belugas que escaparon de la guerra en Ucrania para llegar a un acuario en Valencia

Autoridades de la Asociación de Zoológicos y Acuarios de Estados Unidos calificaron la operación como “el rescate más complejo jamás realizado”

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Las belugas fueron trasladadas desde
Las belugas fueron trasladadas desde un acuario en Ucrania mediante una "compleja" operación de rescate. (EFE/Oceanogràfic/Marc Domenech)

A un kilómetro de Járkov, Ucrania, una zona devastada por la guerra y bombardeos constantes, se encuentra el Delfinario NEMO. Ahí habitaban dos belugas, Plombir y Miranda de 15 y 14 años respectivamente, que fueron trasladadas al Oceanografic de Valencia, España la noche del 18 de junio tras una operación de rescate catalogada como “muy compleja” y de “alto riesgo”, de acuerdo con reportes de la agencia de noticias EFE.

Su traslado fue posible gracias a especialistas en mamíferos marinos del Oceanografic de Valencia y los acuarios estadounidenses de Georgia Aquarium y SeaWorld, quienes planificaron la salida de las belugas del delfinario ucraniano durante varios meses.

Esta es una de las múltiples evacuaciones que ha tenido que realizar el Delfinario Nemo desde el inicio de la ocupación de Rusia a Ucrania en 2022, aunque por su tamaño y necesidades técnicas específicas, el traslado de las belugas significaba una operación logística “mucho más compleja”.

Las belugas que huyeron de la guerra

En la operación de rescate
En la operación de rescate participaron especialistas y autoridades de múltiples acuarios, tanto de Valencia como de EEUU.

El inicio de su viaje a Valencia estuvo marcado por un viaje de 12 horas por carretera hasta Odesa, Ucrania, ahí, cuidadores ucranianos se reunieron con especialistas de Oceanografic, Georgia Aquarium y SeaWorld, quienes estuvieron a cargo de realizar los primeros controles veterinarios.

Una vez se aseguraron de que todo estaba en orden, continuaron su camino hacia la frontera con Moldavia. La Oficina de la Unión Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) jugó un papel importante al agilizar el paso fronterizo y reducir el tiempo de traslado al aeropuerto de Chisnáu.

En el aeródromo ya las esperaba un avión que a su vez contaba con las adaptaciones necesarias para transportar a los cetáceos. A bordo se encontraban seis expertos en cuidado animal y, tras 5 horas de viaje, llegaron a Valencia.

Al tocar tierra, las belugas fueron llevadas hasta el acuario valenciano por un par de vehículos terrestres “de gran tamaño”, según EFE. En Ocenografic fueron recibidas por Raúl Mérida, director general de Medio Natural y Animal de la Generalitat Valenciana.

“La guerra en Járkov ha provocado escasez de alimentos, energía y medicamentos y, con ello, el acuario NEMO ha visto mermada su capacidad de garantizar el máximo cuidado de sus animales”, declaró Daniel García-Párraga, director de Operaciones Zoológicas del Oceanografic de Valencia.

El rescate más complejo jamás realizado

Una persona observa a dos
Una persona observa a dos belugas habitantes del Oceeanografic Valencia. (Imagen ilustrativa/EFE/Kai Försterling)

La escasez de “suministros técnicos” también complicó la logística del rescate. De igual manera, las belugas mostraron contar con una condición corporal “subóptima” para embarcarse en esta clase de viajes, sin embargo, de haberse quedado en Járkov, “sus posibilidades de supervivencia hubiesen sido muy escasas”, de acuerdo con García-Párraga.

“Aplaudo a los miembros de la Asociación de Zoológicos y Acuarios (AZA), al Oceanografic, Georgia Aquarium y SeaWorld, por reunir al mejor equipo de expertos en mamíferos marinos del mundo para trabajar con el acuario ucraniano en lo que, posiblemente, sea el rescate más complejo jamás realizado”, celebró Dan Ashe, presidente y director ejecutivo de la AZA.

Por su parte, Keith Yip, especialista en cuidado animal de SeaWorld, dijo que los cuidadores ucranianos “mostraron un gran valor” y celebró que “todo el equipo” hizo lo posible por garantizar la comodidad y seguridad de los cetáceos “durante su evacuación a valencia”.

De acuerdo con EFE, Plombir y Miranda vivirán en áreas a las que el público no puede acceder, sin embargo, tan pronto se recuperen y adapten por completo, se reunirán con Kylu y Yulka, dos belugas residentes del Oceanografic de Valencia.

Con información de EFE

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