Un raro antílope murió en EEUU tras asfixiarse con una bolsa de plástico arrojada a su hábitat

El tipo de bolsa que provocó la muerte del animal está prohibida en el zoológico Bright de Limestone, donde se encontraba el sitatunga

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El raro antílope murió luego
El raro antílope murió luego de ahogarse con un saco de puré de manzana introducido por uno de los visitantes. (Facebook/Brights Zoo)

Una tragedia invadió al Bright Zoo de Limestone, Tennessee, Estados Unidos, el fin de semana luego de que un raro antílope bajo su cuidado muriera asfixiado con una bolsa de plástico de puré de manzana exprimible.

El animal se llamaba Lief, un sitatunga macho de 7 años de edad que nació en julio de 2016 y que “tenía mucha vida por delante”, según lo escrito por sus cuidadores a través de un comunicado compartido en redes sociales.

La triste muerte del animal es un recordatorio sobre por qué las autoridades no permiten el ingreso de este tipo de empaques en el zoológico. “La razón es simple, son peligrosas para los animales. Hoy perdimos a un querido ser por asfixia”, escribieron.

A Leif le quedaban muchos años de vida

Las tapas de las bolsas
Las tapas de las bolsas de puré, según autoridades del parque, son atractivas para los animales que las confunden con comida.

Las tapas de este tipo de contenedores son atractivas para los animales, quienes suelen confundirlos con comida. Esta fue una de las razones principales por las que empleados impedían su acceso al zoológico, sin embargo, los visitantes encontraron formas de “introducirlos a escondidas”.

David Bright, director del zoológico, contó en entrevista para CBS News que notaron que Leif se comportaba “de manera extraña” durante un control de rutina.

Uno de los cuidadores se dio cuenta de que le salía “líquido” por la boca, por lo que dio aviso al equipo veterinario de inmediato, lamentablemente no pudieron hacer nada a tiempo.

En palabras del director del parque temático, la bolsa de plástico tuvo que ser arrojada hacia el recinto, pues no hay otra forma de que pudiera llegar hasta el alcance del sitatunga.

Desde que se hizo de conocimiento público la muerte de Leif, miles de personas se mostraron empáticas ante la situación y lamentaron que el final de su vida llegara de tal forma, algunas mantenían la esperanza de que el responsable diera la cara, no obstante, las autoridades del zoológico se hicieron presentes en la sección de comentarios.

“También esperamos que vean esta publicación, pero no creemos que tomen responsabilidad por sus acciones”, escribieron los encargados de las redes sociales del Bright Zoo.

Bright dijo a CBS que respetaría más al culpable “si se presentara y asumiera la responsabilidad”, pero hasta el momento no sabe con exactitud quién le provocó la muerte a Leif de manera indirecta.

Sus cuidadores siempre recordarán al animal como alguien tranquilo, cuya personalidad era muy diferente a la del resto de miembros de su especie, quienes se caracterizan por tener un comportamiento tímido y huidizo.

El director del zoológico lamentó que desde la muerte de Leif, su pareja ha mostrado un comportamiento errático: recorre el con la esperanza de encontrarlo y parece desconcertada por su ausencia.

Señaló también que tenía mucha vida por delante, cumpliría 8 años el 30 de julio y pues pudo tener la oportunidad de vivir hasta los 20 o 21, según reportó CBS.

¿Qué tienen de especial los sitatungas?

La muerte de Lief remarca
La muerte de Lief remarca la importancia de las reglas impuestas por las autoridades del parque temático. (Imagen ilustrativa/Wikimedia)

Son mamíferos artiodáctilos herbívoros que habitan en ríos, marismas, pantanos y lagunas de gran parte de África, capaces de pasar horas dentro del agua, lo que los convierte en expertos nadadores, de acuerdo con expertos del Zoológico de Madrid.

Especialistas de la African Wildlife Foundation (AWF), organización conservacionista global con sede en África encargada de proteger a la vida silvestre local y sus hábitats, estiman que la cacería provoca disminuciones en la población de sitatungas. Son capturados con facilidad al colocar trampas a lo largo de sus senderos naturales.

De igual manera, sus hábitats sufren una degradación y destrucción causada por la gente que se dedica a drenar los pantanos en los que habitan los sitatungas.

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