¿Qué pasa por la mente de los animales y en qué se parece a los seres humanos?, un investigador lo explica

Los animales tienen pertenencia colectiva, son capaces de sentir y responden entre ellos, por lo que, tienen una gran inteligencia social, según un especialista invitado por la UNAM

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Los animales son capaces de
Los animales son capaces de sentir y pensar de la misma forma que un humano a pesar de no contar con el mismo lenguaje. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cada vez existen más debates sobre el reconocimiento de los animales como seres con capacidades tanto morales, cognitivas y sociales similares a las de los seres humanos.

Específicamente, Patrick Llored, doctor en ética animal y catedrático de la Universidad de Lyon, Francia, quien fue invitado al Programa Universitario de Bioética (PUB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expuso sus pensamientos sobre este tema.

Los testimonios del experto fueron recogidos por la Gaceta UNAM y se centran en que los animales no humanos comparten ciertas características con las personas, entre las que se destaca su moralidad e inteligencia social.

Inteligentes, capaces de experimentar emociones y deseos

Los animales no humanos forman
Los animales no humanos forman sociedades complejas al igual que los humanos. (Photo by Robert Nickelsberg/Getty Images)

Llored señaló en su conferencia “Pensar como un animal. Reflexiones bioéticas sobre el concepto revolucionario de agencia animal” impartida durante la última sesión de la Cátedra Extraordinaria de Bioética de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), que los seres sintientes, a quienes considera como “agentes morales”, cuentan con inteligencia y sensibilidad “aunque carezcan de un lenguaje como el nuestro”.

“Los animales no humanos disponen de un saber sobre sí mismos. Tienen pertenencia social y responden entre ellos, respetando reglas, implementando relaciones complejas y pertenecen a una comunidad moral”, aseguró el catedrático.

Llores destacó que los seres humanos necesitan entender que “el lenguaje no es la moralidad, ésta depende del cuerpo y de la relación con él”, de igual manera, los animales tienen dicha capacidad y “respetan reglas sociales, jerarquías y sociedades establecidas”.

“Los ubicamos solamente en la naturaleza y a nosotros en la cultura, pero esta es una falsa dualidad creada ancestralmente y cargada de antropocentrismo”, recalcó el catedrático.

Admitió que los animales no humanos también son seres sociales y forman parte de sociedades complejas al igual que nosotros, “nos ponemos del lado de la cultura para sentirnos superiores”, agregó.

Durante su ponencia, Llored dijo que los animales saben sobre su existencia y, según lo expuesto por Gaceta UNAM, las demás especies desarrollan “comportamientos complejos” de solidaridad y apoyo mútuo.

Dentro de las reflexiones bioéticas, en palabras del filósofo francés, los humanos debemos considerar que cada animal es “un ser social” que forma parte de “una sociedad específica”.

“Tenemos una dificultad para reconocerlos como seres sociales, sólo le damos la concesión de seres sintientes, pero esto es sólo una parte”, subrayó Llored.

La inteligencia y capacidad social de los elefantes

Un estudio reciente comprobó la
Un estudio reciente comprobó la inteligencia social de los elefantes. (REUTERS/Monicah Mwangi/File Photo)

Los pensamientos del filósofo francés se dan la misma semana en que se publicaron los resultados de un estudio que comprobó que los elefantes africanos se identifican entre sí al ponerse un “nombre propio” dentro de sus manadas, demostrando una vez más la enorme capacidad cognitiva y la inteligencia social de los paquidermos.

Dichos hallazgos fueron publicados en la revista científica Nature Ecology & Evolution y, según reportes de la agencia de noticias EFE, son conclusión de un trabajo de investigación de múltiples entidades académicas en dos reservas naturales de paquidermos en Kenia.

El equipo siguió a un grupo de elefantes y grabó cerca de 470 llamados de elefantes mientras se comunicaban con 117 receptores únicos.

Michael Pardo, biólogo de la Cornell University (UC), informó a través de un comunicado que los elefantes no basan su comunicación en la imitación llamados, por el contrario, producen sonidos únicos para referirse a cada ejemplar; “al igual que cuando los humanos se llaman unos a otros”.

Los descubrimientos, además de aportar información valiosa sobre las complejas relaciones de los elefantes, sirve como un argumento extra para respaldar la conservación de la especie.

Hannah Mumby, ecologista conductual de la Universidad de Hong Kong, dijo para Nature que los resultados descritos en el estudio son algo importante para la conservación de la especie, cuyos esfuerzos “van mucho más allá de las cifras de la población”.

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