Sumar a un can en la familia es una decisión importante que no puede tomarse a la ligera, cada raza tiene comportamientos, hábitos y necesidades particulares de su especie. Elegir una mascota cuya personalidad no se adapte a tu estilo de vida podría traer algunos problemas en la convivencia diaria.
Para esta importante elección debes de tomar en cuenta el tamaño de la vivienda, si la mascota va a convivir con niños, el tiempo disponible para sus paseos y si es compatible con el estilo que llevas.
Bajo estos motivos te compartimos las características del bichón frisé, su historia, cuidados básicos y los tamaños promedio cuando alcanzan su edad adulta. Así como algunos consejos que te ayudarán a instruirlo de la mejor manera, según la página web de Purina.
Origen y personalidad del bichón frisé
Son perros pequeños y sólidos, además de equilibrados y con un aspecto inteligente. Los ojos y el hocico tienen un color negro intenso que contrasta con el pelaje blanco como la nieve y la cola que se curva sobre el lomo y parece una pluma. El pelaje es sedoso y rizado y les da la apariencia de borlas. Los machos y las hembras adultos miden entre 23 y 28 cm y pesan de 3 a 6 kg.
A estos perritos felices y activos les encanta la vida familiar. Les gusta mucho acompañar a la familia en todas las salidas, pero pueden quedarse solos de vez en cuando. Se socializan bien y están a gusto en compañía de otros perros y mascotas en el hogar.
Hace siglos el bichón frisé era una raza popular en Francia y España y aparece en retratos de las familias reales de ambos países. Los perros tipo bichón se crearon en diferentes islas del Mediterráneo y Tenerife es el lugar de procedencia del bichón frisé. El bichón de Malta (conocido como maltés hoy en día) es un pariente cercano. Se cree que los marineros del siglo XIV los llevaron a Europa desde Tenerife.
Los beneficios de tener un perro
Una mascota de compañía trae muchos beneficios a la vida de las personas, pues la constante interacción con ellos genera resultados positivos en la salud física, familiar y de la comunidad en la que se desarrolla, de acuerdo con una investigación realizada por Human Animal Bond Research Institute (HABRI), organización a favor de los animales de compañía.
Steven Feldman, director de dicha asociación, explicó en su investigación que los perros o gatos son capaces de "amortiguar el estrés y ayudar a abordar el aislamiento social". Convivir con un compañero peludo influye en gran medida a cuidar los niveles de presión arterial, frecuencia cardíaca y ayuda a la producción de hormonas relacionadas con el bienestar.
La misma organización realizó una encuesta en 2021 para evaluar qué tanto cambió la vida de las personas antes y después de integrar a un perro a su círculo familiar y los resultado impresionaron a los investigadores, pues el 61 por ciento de los propietarios aseguró que consideraría cambiar de casa con tal de que su mascota estuviera cómoda y el 45 por ciento buscaría cambiar de trabajo para compartir más tiempo con el animal.