El emotivo rescate de Joy, la elefanta liberada tras 31 años de explotación

La fricción provocada por el arnés que utilizaba mientras talaba árboles propició el crecimiento de una enorme masa al costado de uno de sus hombros

La elefanta fue liberada de sus cadenas por primera vez en 31 años. (TikTok/@planting_peace)

Joy es una elefanta asiática que durante años fue explotada y utilizada por su antiguo dueño para talar árboles. Años de trabajo forzado provocaron que le creciera una enorme masa en su hombro derecho. Esto provocó que “gozara” de un retiro anticipado.

Cuando dejó de trabajar, su antiguo dueño la dejó abandonada y encadenada a un árbol de un bosque de la provincia de Luang Prabang, en Laos, y no fue hasta inicios de junio que pudo saborear de la libertad gracias a Planting Peace, organización global sin fines de lucro encargada de “difundir la paz en el mundo”, según información disponible en su sitio web.

Después de ser liberada, la elefanta caminó sin cadenas por primera vez en 31 años y desde ese momento pasará el resto de su vida dentro de un santuario animal de 300 acres donde podrá correr y deambular sin tener que preocuparse por ser encadenada nunca más.

31 años con el peso de las cadenas

La fricción del arnés de tala provocó el crecimiento de una masa anormal en su hombro derecho.

El emotivo momento en que Joy pudo liberarse de sus cadenas fue compartido en un video de la red social TikTok por Aaron Jackson, presidente de Planting Peace.

Durante el clip de un minuto y 13 segundos de duración se observa a uno de los miembros de la organización hincarse para retirarle las pesadas cadenas que la mantenían atada a un árbol sujetando su pata delantera derecha.

En la descripción de la publicación, Jackson celebró que “probablemente” esta sea la primera vez en que le retiran sus cadenas por completo pues, incluso cuando son trasladados les colocan un pesado conjunto de arrastre alrededor del cuello como pudo observarse en el video.

“¡Estoy tan entusiasmado! Gracias a todos los que donaron, compartieron y siguieron su historia. Todavía necesito llevar a Joy al otro lado del río. Allí tendrá 300 acres para recorrer durante el día”, escribió Jackson.

Según su rescatista, Joy pasará las noches dentro de un recinto de 10 acres en el que podrá convivir con sus “nuevos amigos elefantes” sin la necesidad de utilizar cadenas.

La operación fue posible gracias a los casi 1.000 donativos que recibió Jackson y la organización a través de una campaña de financiación colectiva mediante la página GoFundMe.

El objetivo inicial de la campaña estaba fijado a 37.000 dólares, mismos con los que Jackson planeaba comprar la libertad de Joy a su antiguo dueño, sin embargo, superó la meta por más de 10.000 USD, alcanzando la friolera de, hasta el momento, 47.551 dólares.

En la descripción de la solicitud de donativos Jackson relató que encontraron a la joven elefanta abandonada y encadenada a un árbol en el bosque.

¿Qué pasará con Joy?

Gracias a sus rescatistas podrá vivir en un santuario animal.

Joy era una paquiderma “maderera”, utilizada para talar árboles; la fricción provocada por su arnés ocasionó que una “masa enorme” creciera al costado de su hombro derecho, lo que “la obligó a jubilarse anticipadamente”, hecho que hizo que su dueño la abandonara en medio del bosque.

“La buena noticia es que localizamos a su dueño e hicimos un trato con él para comprar su libertad a un precio con grandes descuentos debido a sus problemas médicos. Además él sólo quiere salir del negocio de los elefantes”, señaló Jackson.

Gracias a los donativos, la paquiderma fue rescatada y, según lo escrito por Jackson en la página de GoFundMe, podrán trasladarla a Mandalao Elephant Rescue, donde tendrá 300 acres a su disposición para deambular sin cadenas.

“Nunca más la encadenarán y jamás la golpearán con un garfio. Simplemente podrá vivir el resto de sus días como un elefante feliz”, aseguró Jackson.

Cuando se alcanzó la meta, el presidente de Planting Peace informó que cualquier fondo adicional será destinado para ayudar a eliminar “la enorme masa” que creció a su costado y agradeció el apoyo de todos los donadores que ayudaron a Joy a alcanzar la libertad.