Lilibet es una gata siberiana que deslumbró a miles de internautas que fueron testigos de su vida en el lujoso hotel Lanesborough, ubicado en Londres, Inglaterra, a tan sólo un par de metros de la residencia oficial del monarca inglés: el Palacio de Buckingham.
Tiene libertad total de pasear a sus anchas por los pasillos del hotel y su cuidado está a cargo del Cat Committee, un grupo de empleados que se ofrecieron como voluntarios para cerciorarse del bienestar de la felina de pelaje marrón.
Su amable personalidad hizo que se popularizara entre los empleados, huéspedes y sus mascotas, a quienes saluda en cuanto entran al hotel.
La “reina felina” del Lanesborough
Lilibet llegó al Lanesborough siendo una cachorra en junio de 2019 y desde entonces se convirtió en un ícono de la cadena hotelera. Al ser una gata siberiana, su pelaje es largo “esponjoso y suave”, según informaron empleados en el sitio web del hotel.
No sólo es cariñosa y amante de la diversión, pues tiene mucha energía y, de acuerdo con los empleados del hotel, también es hipoalergénica. Su cuidado está a cargo del Cat Committe, un pequeño equipo de trabajadores que adoran a los gatos que se ofrecieron como voluntarios para velar por el bienestar de Lilibet.
Jo Stevenson, trabajadora del hotel, comentó en entrevista para el medio local Daily Star que el nombre de Lilibet fue elegido por el Cat Committee en honor a la entonces reina Isabel II, debido a que el establecimiento se encuentra a unos pocos metros del Palacio de Buckingham.
“Como la reina es nuestra vecina adyacente al Lanesborough, pensamos que era apropiado llamarla por el apodo de la infancia de la regente”, recordó Stevenson.
Lilibet es considerada por sus cuidadores y empleados del hotel como “la reina de Lanesborough”; es una gata muy cariñosa que convive con todos los huéspedes y sus mascotas, aunque no se lleva muy bien con una raza de perro en específico: el bulldog francés.
Stevenson admitió que Lilibet es la encargada de darle la bienvenida a todos los visitantes, tanto los habituales como aquellos que llegan por primera vez. “Como admitimos perros y gatos, tenemos amigos peludos que nos visitan regularmente”, dijo.
Si bien está acostumbrada a convivir con personas y mascotas por igual, no le gusta estar cerca de los bulldogs franceses. “Ella se vuelve muy luchadora cuando ve a esta raza por alguna razón”, subrayó la empleada del hotel.
El personal del hotel le permite a la gata deambular por cualquier parte del establecimiento, la única zona en la que no se le permite entrar es el restaurante principal, de acuerdo con Stevenson.
La empleada del hotel dijo que, aunque tienen al comité gatuno en el Lanesborough, todos los trabajadores cuidan de la famosa felina, incluso tienen un grupo de Whatsapp donde envían actualizaciones sobre dónde está.
Lilibet también cuenta con un rastreador para que, en caso de que se extravíe, puedan encontrarla sin ningún problema.
”Reyes felinos” en otros hoteles
La cadena propietaria del Lanesborough acoge a más residentes felinos en otros hoteles. Tal es el caso de Socrate, un birmano que habita en Le Bristol, París, Francia.
Llegó para reemplazar a Fa-Raon, el gato que durante 11 años fue residente del Le Bristol hasta que fue necesario que se retirara a la casa de Jean-Philippe, uno de los recepcionistas.
Al igual que Socrate, Kléopatre es una gata birmana que habita en uno de los lujosos hoteles. Su residencia es el Brenners Park-Hotel & Spa ubicado en la ciudad alemana de Baden-Baden.
Como a Lilibet, a Kléopatre se le permite deambular libremente por las instalaciones y es muy popular entre los empleados y huéspedes.