Teddy era un shih tzu ciego y sordo de 5 años cuya muerte a manos de un policía desató la ira de los pobladores del condado de Sturgeon, en Misuri, Luisiana, Estados Unidos.
El 19 de mayo escapó de su perrera al aire libre. Su olfato lo llevó hasta el jardín de una de las casas ubicadas a una cuadra de su hogar. Una de las vecinas contactó al departamento de policía local para que localizaran a su dueño, según reportes del periódico estadounidense The New York Post.
Al llegar, el oficial trató de atrapar a Teddy con un bastón, sin embargo, a los pocos minutos tras no tener éxito disparó dos veces contra la mascota de poco menos de seis kilos. En un video captado por la cámara corporal del uniformado, obtenido por la televisora local ABC 17, se observa al policía sostener una conversación con Nicolas Hunter, propietario de perro, en la que le preguntó: “¿Qué se supone que debo hacer?, no tenemos un maldito control de animales”.
Los últimos minutos de Teddy
Hunter recordó el amargo momento por el que pasó durante una entrevista con el Washington Post. “No podía creerlo. Estaba conmocionado, llorando, tratando de descubrir si realmente era mi perro al que un oficial le había disparado o si se había cometido un error”, dijo.
Myron Woodson, oficial que disparó contra Teddy, le dijo a Hunter que no le preocupaba que su mascota fuera un riesgo para las personas, por el contrario, pensó que se trataba de un perro callejero herido que necesitaba ser sacrificado.
Esta es la versión que sostienen autoridades de la ciudad, de acuerdo con un comunicado emitido a través de su página oficial de Facebook.
En la publicación señalan que a las 17:17 horas del 19 de mayo, el Sturgeon Police Department (SPD) recibió una llamada por “un animal herido en libertad”.
“Un oficial del SPD llegó y localizó al animal. Notó de inmediato que el perro se comportaba de manera extraña y mostraba signos de posibles lesiones y lo que el uniformado percibía como un comportamiento rabioso”, se lee en el comunicado.
Según la reconstrucción de los hechos de la ciudad, el policía notó que Teddy “no tenía collar ni etiquetas” y que tras “numerosos intentos” de capturarlo usando un poste de captura, basado en “el comportamiento exhibido creyendo que estaba gravemente herido o infectado con rabia”, el oficial consideró que “su única opción era sacrificar al animal” por temor a ser mordido o infectado.
“Posteriormente se supo que el comportamiento del animal se debía a que era ciego. Desafortunadamente, la falta de collar o etiquetas influyó en la decisión del oficial del SPD de sacrificarlo debido a su creencia de que estaba herido, enfermo y abandonado”, escribieron autoridades del departamento.
Esta declaración oficial enardeció a los pobladores de Sturgeon, quienes calificaron el accionar del policía como algo “inaceptable” y el desempeño del departamento como “una broma”.
La percepción pública no hizo más que empeorar luego de que autoridades de la ciudad emitieron un comunicado nuevo en el que mencionaron que tras revisar el informe de despacho y las imágenes de la cámara corporal, consideraban que el policía “actuó dentro de su autoridad basándose en la información que disponía en su momento para proteger contra posibles daños a los ciudadanos” de lo que parecía ser “un perro herido, enfermo y abandonado”.
Nuevamente miles de personas expresaron su descontento ante la institución, algunos incluso exigían “un castigo a largo plazo para Woodson”, mientras que otros clamaban por justicia utilizando el hashtag #justiceforteddy.
Tras la presión mediática y social, el 25 de mayo encargados de las redes sociales de la ciudad de Sturgeon informaron que habían recibido el aviso de que Kevin Abrahamson renunció a su puesto como alcalde y que quien desempeñaría sus funciones sería Seth Truesdell hasta que “dicha vacante se llene de acuerdo con la ordenanza local y la ley estatal”.
La lucha por justicia no acaba
Hunter dijo en entrevista para el New York Post que los niveles de fuerza empleados por el oficial fueron “alucinantes”.
“Siempre fue un perro muy enérgico, lleno de vida. Le encantaba interactuar con personas y cualquier tipo de animal. Siempre sentía curiosidad. A la primera señal de alguien o algo, su cola comenzaba a moverse lo más rápido posible y saltaba emocionado”, recordó Hunter.
Según contó, planea demandar a la ciudad bajo el alegato de que el uniformado actuó de manera indebida y que la situación le causó angustia emocional tanto a él como a su familia.