Tokio le declara la guerra a los mapaches, ¿Cómo un anime desató una infestación?

Autoridades capturaron cerca de 1.300 mapaches únicamente en 2022. Los daños que causaron en aquel año ascendieron a aproximadamente 3 millones de dólares

Cerca de 1.300 mapaches fueron capturados únicamente en 2022. (Pixabay)

Autoridades de Tokio, capital de Japón, le declararon la guerra a los mapaches norteamericanos después de que se convirtieran en un problema que amenaza a los cultivos y ganado local.

La infestación alcanzó tal gravedad que cerca de 1.300 mapaches fueron capturados y los daños que causaron a cultivos y ganado ascendieron a cerca de 3 millones de dólares americanos tan sólo en 2022. No tienen depredadores naturales dentro del país al ser una especie invasora que se encuentra en cada una de las 47 prefecturas de Japón, de acuerdo con la agencia de noticias Kyodo News.

Su proliferación en la naturaleza se le atribuye al éxito del anime de 1977 “Rascal the Raccoon”. En aquel entonces, gracias a su creciente popularidad se importaban cerca de 1.500 mapaches al mes para convertirse en mascotas de niños amantes de la serie animada. Los animales escaparon o eran abandonados y, gracias a su increíble capacidad de adaptación, proliferaron en la naturaleza.

Cómo un anime desató la infestación

La popularidad de este animal como mascota aumentó gracias a "Rascal The Raccoon", un anime de 1977. (Pixabay)

El número de mapaches en la capital japonesa se quintuplicó en la última década. La situación preocupa a la población local debido a los daños que ocasionan al ecosistema, según reportes del periódico británico The Guardian.

Autoridades del oeste de Tokio combaten la infestación mediante la colocación de trampas; ciudadanos tienen una línea directa para avisar sobre daños a cultivos o avistamientos de mapaches entrando a hogares.

Estos mamíferos carnívoros son nativos del continente americano y desde junio de 2005 figuran dentro de la Lista de Organismos Regulados según la Ley de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio del Medio Ambiente de Japón, donde también se encuentran animales como la rata almizclera, el visón americano, la mangosta rayada y el muntíaco de Reeves.

La población salvaje experimentó un aumento exponencial luego de que aquellos que se conservaban como mascotas escaparan o fueran abandonados y proliferaran en la naturaleza.

La popularidad de los mapaches como mascotas en Japón se ha vinculado a “Rascal the Raccoon”, un anime transmitido por televisión durante la década de 1970 que supuestamente provocó un aumento en las importaciones de animales, de acuerdo con la revista Smithsonian Magazine.

El anime es una adaptación televisiva del libro infantil de 1963 titulado “Rascal: A Memoir of a Better Era” que contaba las aventuras de un niño con su mascota. La popularidad del animal en la isla aumentó a tal grado que, según informó la revista, durante esa época los japoneses importaban alrededor de 1.500 de estos mamíferos carnívoros al mes.

Los cultivos no son los únicos afectados

Proliferan gracias a que no tienen depredadores naturales en Japón. (Pixabay)

Tan sólo en 2022 se capturaron un total de 1.282 mapaches, de acuerdo con cifras del gobierno de Tokio citadas por el periódico local Mainichi Shimbun. Se estima que los daños causados a los cultivos en todo el país ascienden a alrededor de 450 millones de yenes (aproximadamente 2.8 millones USD).

Los daños provocados a las frutas, verduras y ganado no son los únicos que lamentan las autoridades de la capital japonesa, pues, según reportes del Mainichi, existen informes de mapaches que se comieron a la salamandra de Tokio, especie considerada en peligro de extinción.

Medidas como la colocación de cebos para capturar a los mapaches han demostrado ser ineficientes. “Nuestras trampas a veces se rompen, ya que los animales también están desesperados por vivir. Sólo se captura una pequeña parte, por lo que no podemos comprender su alcance general”, declaró un funcionario municipal en entrevista con el periódico japonés.

Gracias a su enorme capacidad de adaptación al entorno, autoridades sospechan que las poblaciones se encuentran en la zona occidental del área metropolitana de Tokio a pesar de que el Gobierno elaborara en 2013 planes para exterminarlos.