La cotorra serrana oriental (Rhyncopsitta terrisi) es un ave de tamaño medio endémica de México que cuenta con un par de particularidades que la destacan del resto de psitácidos (familia a la que pertenecen otros pájaros como los guacamayos).
Junto con la cotorra serrana occidental, es la única especie de psitácido que habita en bosque de pino y se alimenta de piñones, a diferencia de otras aves que viven en regiones tropicales. Este comportamiento hace que la especie sea una excelente dispersora de semillas.
Organizaciones como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifican a la cotorra serrana oriental como una especie en peligro de extinción debido a amenazas como incendios forestales y la deforestación.
Curiosidades de la cotorra serrana oriental
Las cotorras serranas están dotadas de un vistoso plumaje color verde oscuro, su frente y franja superciliar son de una tonalidad marrón, de acuerdo con información del Gobierno de México.
Es un ave de tamaño mediano que mide entre 40 y 45 centímetros de longitud con un peso promedio de 460 gramos. La especie tiende a anidar en los mismos lugares todos los años.
Los lugares predilectos para colocar sus huevos son grietas en altos riscos de piedra caliza formados por disolución y la temporada de anidación generalmente ocurre entre julio y noviembre. El promedio de crías es de dos polluelos por nido.
“El rango reproductivo de la cotorra se encuentra limitado a una pequeña región de la Sierra Madre Oriental desde la Sierra de Zapalinamé, Coahuila hasta la Reserva de la Biosfera El Cielo en Tamaulipas a lo largo de aproximadamente 300 kilómetros”, señalan autoridades del Gobierno de México.
Su temporada de anidación coincide con el otoño, temporada en la que existe la máxima productividad de su principal alimento: semillas de pino.
Son de naturaleza gregaria, es decir, que suelen vivir en parvadas de hasta más de 100 parejas. El rango diario de movimiento que presentan, según informes del Gobierno de México, es de 23.7 kilómetros.
Como el resto de los cotorros nativos y endémicos del país, la cotorra serrana oriental se encuentra dentro de la NOM-059-SEMARNAT-2010, norma oficial encargada de agrupar y clasificar a todas las especies en riesgo, de acuerdo con la revista National Geographic.
Esta y la cotorra serrana occidental (Rhynchopsitta pachyrhyncha) son las únicas especies de psitácidos que viven en bosques de pinos y se alimentan de piñones a diferencia del resto de loros que habitan en regiones tropicales y cuyo alimento predilecto son frutos y semillas de esas zonas.
Tal particularidad convierte a la cotorra serrana oriental en una importante dispersora de semillas distribuyéndolas cuando excretan a lo largo de todos los lugares por los que vuelan.
Una especie única en peligro
La UICN considera a la cotorra serrana como una especie en peligro de extinción. Las principales amenazas que ponen en riesgo a la población de aves son el pastoreo intensivo y la conversión agrícola que han destruido y degradado los bosques.
De acuerdo con especialistas de la UICN, entre 1999 y 2008 se perdieron más de 15.400 hectáreas de bosque de pinos dentro del área de reproducción de la especie como consecuencia de los incendios forestales.
Estas aves también son susceptibles a las sequías que, además de propiciar incendios, secan las fuentes naturales de agua.
El calentamiento global es un peligro latente para la especie, pues un cambio hacia un ambiente más seco podría tener un impacto negativo en el desempeño reproductivo, conduciendo a la desaparición completa del hábitat ocupado por la especie en 2090, según expertos de la organización internacional.
Trampas, disparos, años de bajo éxito reproductivo y reclutamiento nulo son otras de las amenazas que ponen en riesgo las poblaciones de cotorra serrana.
El número de parejas reproductoras dentro de colonias conocidas disminuyó, mientras que el éxito reproductivo es deficiente. Según estudios citados por la Loro Parque Fundación, menos del 10 por ciento de la población procrea exitosamente al año.