Un grupo internacional de investigadores descubrió que las águilas moteadas (Clanga clanga) cambiaron sus hábitos migratorios y reproductivos a raíz del conflicto bélico ocasionado por la invasión de Rusia a Ucrania.
Para llegar a sus resultados publicados este lunes en la revista científica Current Biology, los científicos monitorearon a 19 ejemplares que estaban equipados con GPS desde antes de que iniciara la guerra.
Vieron cómo poco tiempo después de que iniciara el conflicto todas las aves monitoreadas redujeron significativamente su tiempo de estancia en Ucrania o evitaron totalmente sobrevolar el país para escapar de alteraciones ocasionadas por artillería, tanques y otros tipos de armamento. Tal comportamiento ocasionó que, en promedio, las águilas viajaran 85 kilómetros más que en años anteriores.
Las consecuencias de la guerra en la vida silvestre
Reportes de la agencia de noticias Europa Press (EP) informaron que investigadores de la Universidad de Ciencias de la Vida de Estonia, de la East Anglia University (UEA) y del British Trust for Ornithology (BTO), ambos de Reino Unido, publicaron hoy sus hallazgos en un artículo de Current Biology.
El equipo de científicos ya estudiaba a la especie tiempo antes de que comenzara la invasión de Rusia a Ucrania en febrero de 2022. Antes de la guerra, los peligros a los que se enfrentaban las águilas se relacionaban con el clima adverso, sequías y la destrucción de hábitats esenciales, entre otros.
Descubrieron que durante la ocupación las águilas estuvieron expuestas a eventos conflictivos como fuego de artillería, aviones a reacción, tanques y otras armas durante su viaje por el país durante los meses de marzo y abril.
Los investigadores compararon el comportamiento migratorio actual de las águilas con datos de años anteriores mientras las aves se desplazaban entre sus zonas de invernada en el sur de Europa y sus áreas clave de reproducción en el sur de Bielorrusia.
Los resultados mostraron que las águilas moteadas evitaron sus paradas habituales en Ucrania, lo que las obligó a viajar distancias mayores y llegar más tarde a sus destinos de anidación.
Este cambio en el patrón migratorio puede afectar gravemente la condición física de las aves, crucial para una reproducción exitosa.
Uno de los factores principales fue el ambiente hostil propiciado por tanques y armamento pesado presente en su ruta habitual de vuelo, lo que demostró el impacto potencial de los conflictos armados en la fauna silvestre. Esto es especialmente preocupante, ya que muchos puntos críticos de biodiversidad se encuentran en regiones políticamente inestables, de acuerdo con EP.
El equipo descubrió que en promedio, las águilas viajan 85 kilómetros adicionales. También notaron que las migraciones duraban más: 246 horas en comparación a las 193 antes de la invasión rusa en el caso de las hembras, mientras que los machos tardaban 181 en lugar de las 125 registradas antes de la guerra.
¿Qué implican estos hallazgos?
Sólo seis de las 19 aves monitoreadas hicieron escala en Ucrania, en comparación con las 18 de 20 registradas antes de la guerra durante el período de 2018-2021. Algunos sitios de escala considerados importantes como Polesia no se utilizaron en 2022.
Charlie Russell, autor principal del estudio e investigador de posgrado en la facultad de ciencias ambientales de la UEA señaló que la guerra en Ucrania “ha tenido un impacto devastador en las personas y el medio ambiente” y que sus hallazgos “brindan una ventana poco común” a cómo los conflictos “afectan a la vida silvestre”.
“Este tipo de perturbaciones pueden tener impactos significativos en el comportamiento y potencialmente en la aptitud de las águilas”, dijo Russell.
Adham Ashton-Butt, investigador ecólogo del BTO, declaró en un comunicado de prensa citado por la agencia de noticias que sus hallazgos muestran cómo la actividad humana puede “afectar inadvertidamente a la vida silvestre”.
“Las aves migratorias como el águila moteada están disminuyendo drásticamente en todo el mundo y es imperativo que comprendamos y mitiguemos mejor nuestros efectos sobre estas especies carismáticas”, dijo el investigador.
Aldina Franco, coautora e investigadora de la UEA, dijo que la recopilación de estos datos se encuentra limitada por las “implicaciones logísticas de trabajar en estas áreas y las investigaciones anteriores se han limitado a aves residentes en zonas de entrenamiento militar”.
A pesar de lo anterior, Franco señala que sus datos de seguimiento les brindan una “ventana única” a cómo las águilas migratorias “experimentan y responden a conflictos intensos”.
Con información de Europa Press (EP)