El vuelo de Stan, el águila que no se rinde en su lucha por volver a los cielos luego de un trasplante de plumas fallido

Ninguno de los tres tipos de plumas con los que contaba el hospital coincidieron con las necesidades de Stan, por lo que tuvieron que pausar el procedimiento hasta encontrar las adecuadas

Guardar
Especialistas trataron de trasplantar plumas
Especialistas trataron de trasplantar plumas nuevas a Stan con la esperanza de liberarlo en la naturaleza. (Facebook/Byron Bay Wildlife Hospital)

Stan, un águila audaz (Aquila audax), enfrenta una importante odisea por recuperar su capacidad de volar tras ser encontrada en la propiedad de una familia de Queensland, Australia. Los buenos samaritanos condujeron tres horas para trasladarla hasta un hospital donde pudo comenzar su rehabilitación.

Durante una inspección a detalle, especialistas notaron que le faltaban sus plumas de vuelo, indispensables para surcar los cielos, hecho que complicó su regreso a la naturaleza.

Para devolverla a su hábitat natural, los veterinarios trataron de trasplantarle plumas de otras águilas, sin embargo, no coincidían con el tamaño de Stan, por lo que el procedimiento fue pospuesto. Meses más tarde, el águila demostró sus ganas de salir adelante, regalándole a sus cuidadores una sorpresa.

¿Stan volverá a los cielos?

Débil y sin ganas, así
Débil y sin ganas, así fue encontrado Stan.

La odisea de Stan comenzó a mediados de enero, cuando fue rescatada por los Moore, una familia de Stanthorpe, ciudad rural ubicada cerca de la frontera entre Nueva Gales del Sur y Queensland, Australia.

Kendall Moore declaró para la cadena australiana ABC que lo vieron saltando dentro del paddock, estaba empapado y a su parecer “lucía muy triste”. La familia de inmediato supo que tenía que ayudarlo, por lo que trataron de capturarlo, su sorpresa fue mayúscula al notar que el águila no luchó por escapar.

“[...] Fue algo preocupante. Estaba muy tranquilo, creo que se sentía un poco débil”, recordó Moore. El equipo improvisado de rescate cubrió al animal con una manta para que se secara.

A la mañana siguiente notaron que Stan se encontraba de mejor humor; el ave devoró un conejo entero antes de ser trasladado hasta el Byron Bay Wildlife Hospital (BBWH), ubicado a tres horas de distancia.

Una vez en la clínica veterinaria, Bree Talbot evaluó al animal y descubrió que no contaba con plumas de vuelo, las cuales “son muy importantes para un águila”. Esta no fue la única sorpresa que se llevó el equipo de especialistas.

“Encontramos una pequeña herida en su cuello. Probablemente era un agujero en su esófago, lo cual no es infrecuente en las aves silvestres”, señaló Talbot.

Los especialistas barajaron las posibilidades que tenían, pues su principal objetivo era liberar al águila en la naturaleza. Una de las opciones era reparar sus alas dañadas utilizando plumas de repuesto que guardan cuando otras aves rescatadas no sobreviven.

“[...] Es algo así como la donación de órganos”, dijo la veterinaria con respecto al “imping”. “Es meticuloso cómo se colocan. Deben tener el tamaño correcto y la forma adecuada”, detalló.

El equipo estuvo listo para implantarle las plumas un par de días después de su llegada a la fundación, pero no todo salió según lo planeado. Talbot informó que se tuvo que posponer el procedimiento debido a que Stan no coincidía con ninguno de los tres tipos de plumas de águila audaz con los que contaban.

“Si no conseguimos las plumas adecuadas, la forma correcta y el tamaño indicado, en realidad no podrá volar”, lamentó la veterinaria.

Una milagrosa recuperación

Meses después de su rescate
Meses después de su rescate y tras un trasplante de plumas fallido, Stan le dio a sus cuidadores una gran sorpresa.

El trasplante fallido no le impidió a Stan salir adelante. Talbot declaró recientemente en entrevista para la ABC que las plumas del águila están creciendo de nuevo.

“Sufrió una muda acelerada y le volvieron a crecer nueve de las 11 plumas dañadas”, celebró Talbot. A lo largo de estos tres meses de recuperación, Stan también recibió el apoyo de Melanie Barsony, especialista en aves rapaces.

La experta felicitó a los rescatistas por su trabajo y compromiso con Stan. “Estamos bastante preocupados porque cuando las plumas vuelven a crecer, son bastante frágiles y pueden dañarse fácilmente si golpean el costado del aviario”, comentó Barsony.

Sus cuidadores notaron que durante las últimas cuatro semanas ha estado “inquieto”, sin embargo, aún no puede ser liberado, pues, de acuerdo con Talbot, cuando las aves se recuperan de lesiones o enfermedades, “necesitan un lugar donde puedan mejorar su aptitud para volar”.

Guardar