Bernard, la cruel historia del caballo explotado para jalar carruajes en NY y su nueva vida en un santuario

El animal cojea y sufre a causa de múltiples heridas, por lo que sus cuidadores en el santuario declararon que su rehabilitación será una “carrera cuesta arriba”

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Bernard fue utilizado durante años
Bernard fue utilizado durante años para tirar carruajes en las calles de Nueva York. (Instagram/thegentlebarn)

Bernard, un caballo cojo y herido de aproximadamente 14 años de edad, comenzó su historia de rehabilitación después de soportar la explotación y maltrato al ser utilizado para jalar de un carruaje por las calles de Nueva York, Estados Unidos.

Fue rescatado durante una subasta equina y su probable destino era el matadero, sin embargo, personas preocupadas por el bienestar animal intervinieron y cambiaron el rumbo de su vida para siempre.

Llegó a The Gentle Barn (TBG), un santuario animal ubicado en la localidad de Dittmer, Misuri, donde habitan otros equinos que, al igual que él, fueron explotados por la industria de coches de caballos y comprados en la misma subasta años atrás.

Una vida de explotación al servicio de los humanos

Su rescatista pagó 1.400 dólares
Su rescatista pagó 1.400 dólares por él en una subasta.

La nueva vida de Bernard comenzó cuando Julie Copper, fundadora de la organización sin fines de lucro encargada de salvar y rehabilitar caballos destinados al matadero, Copper Horse Crusade, pagó 1.400 USD durante una subasta de ganado de Pensilvania a mediados de febrero, según reportó el periódico estadounidense The New York Post.

Copper buscó un hogar permanente para Bernard a través de redes sociales, fue gracias a una serie de publicaciones que Edita Bimkrant, directora ejecutiva de NYCLASS, organización sin fines de lucro que vela por el bienestar de los seres sintientes, se enteró del caso del caballo.

Birnkrant cayó en cuenta de que el animal fue usado como caballo de carruaje tras reconocer el número de identificación de cuatro dígitos grabado en sus cascos.

“La industria de los caballos de carruaje lo estaba enviando al matadero. Dieron a este animal por muerto; lo tiraron porque no podía ganar más dinero. Estoy horrorizada”, declaró Birnkrant para el Post.

Birnkrant se puso en contacto con Copper y llegaron a un acuerdo con las autoridades de TGB, santuario que ya contaba con otros caballos de carruaje rescatados.

La activista de NYCLASS dijo que las subastas como en la que encontraron a Bernard son “una sentencia de muerte”, pues a ellas llegan compradores de México y Canadá, lugares donde el sacrificio de equinos es legal.

También señaló la importancia de que los caballos de carruaje vivan en santuarios equinos una vez se retiran alrededor de los 27 años.

Bernard era propiedad de Atakan Aktay, operador de NYC Fancy Rides de Rutherford, Nueva Jersey, empresa encargada de organizar paseos sobre carros de caballos.

Aktay declaró para el periódico que retiró al animal durante el otoño pasado y que lo envió a una granja Amish en Lancaster, Pensilvania, y fue ahí que el granjero decidió llevarlo a subasta.

“Enviar a un caballo a una granja Amish es como mandarlo a las subastas del matadero a través de un tercero”, aseguró Birmkrant.

Una vida con más caballos como él

Ahora vive en el santuario
Ahora vive en el santuario animal The Gentle Barn.

Fue a través de una publicación en Instagram que encargados de las redes sociales de TGB dieron a conocer la vida de Bernard en el santuario. En la descripción detallaron que el caballo estaba “claramente” adolorido, cojo y contaba con una serie numérica grabada en uno de sus cascos.

Esto último evidenciaba sus años siendo explotado para tirar de carruajes por las calles de Nueva York, Estados Unidos, como parte de una de las atracciones de la ciudad.

En el santuario animal gozará de una nueva vida; sus cuidadores declararon que “va a ser una carrera cuesta arriba” sanar el cuerpo y mente de Bernard “después de todo lo que ha pasado”.

El primer paso para la rehabilitación del equino será aliviar su cojera y demás molestias mediante diferentes terapias como acupuntura, masajes además de “una dieta fresca y rica en nutrientes, suplementos encargados de estimular su sistema inmunológico.

Aseguraron que recibirá el amor, atención y cuidado “que siempre mereció”. En su nuevo hogar convivirá con Aslan y Moose, quienes al igual que él, fueron explotados como caballos de carruaje y cambiaron su destino tras ser comprados en la misma subasta que Bernard.

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