Voluntarios se unieron creando un refugio improvisado para perros con el que buscan ayudar en medio de la tragedia a cientos de animales abandonados, heridos y hambrientos que se quedaron sin hogar luego de las inundaciones que afectaron ampliamente el estado de Rio Grande do Sul, Brasil.
Cada hora llegan entre 20 y 30 perros rescatados, en su mayoría lesionados, tras ser atropellados o sobrevivir al ahogamiento. En el lugar reciben alimento y los cuidados necesarios, mientras que aquellos que necesitan atención médica son trasladados a hospitales veterinarios.
La labor altruista de los voluntarios consiguió reunir a muchas mascotas con sus dueños, de los cuales muchos buscaron por sus compañeros caninos perdidos en diferentes lugares durante días.
El faro de esperanza en medio de la tragedia
El refugio improvisado se instaló dentro de un almacén abandonado y sin techo de Canoas, en Rio Grande do Sul, Brasil, según reportó la agencia de noticias Associated Press (AP).
Dicha ciudad es una de las más afectadas por las inundaciones que azotaron al sur del país sudamericano. Decenas de perros enfermos, hambrientos y heridos son tratados y alimentados por voluntarios que tienen la esperanza de reunirlos con sus dueños.
Cuenta con un tamaño aproximado al de un campo de fútbol y según información de AP, cada hora se admiten entre 20 y 30 perros, los cuales en su mayoría están heridos tras ser atropellados o casi ahogados. Algunos son trasladados a hospitales veterinarios cercanos.
No todas las mascotas pueden ser enviadas a una clínica, pues la gravedad de sus heridas los hace “demasiado frágiles” como para ser transportados.
Gabriel Cardoso da Silva, peluquero de profesión y habitante de Gravatai, ciudad vecina que no se vio afectada por las lluvias, es uno de los principales organizadores del refugio improvisado.
“Cuando estábamos a punto de salir, escuchamos los ladridos. Mi esposa y yo nos sentimos tan conmovidos que simplemente lloramos; tenemos dos perros”, contó Silva en entrevista para la agencia de noticias.
El hombre relató que cientos de personas se unieron a la causa gracias a la exposición de las redes sociales. De acuerdo con su testimonio, en un inicio tenían 10 voluntarios, pero ahora cuentan con 200 ayudantes y “toneladas de comida”.
El hogar de múltiples historias
Gracias al apoyo de Silva y sus voluntarios, algunas familias se han podido reunir con sus amados perros. Tal es el caso de Éder Luis da Silva Camargo, recolector de basura de Canoas, quien halló a Hunter y Preta, dos de sus seis perros, dentro del refugio tras pasar dos días buscando por ellos.
“Estaban tan asustados entonces que corrieron hacia un lado y no pudimos ir tras ellos. Ahora gracias a Dios los encontramos aquí”, celebró Camargo.
Aunque están felices de reunirse con Preta y Hunter, sus otros cuatro perros: Bob, Meg, Polaca y Ravena, continúan desaparecidos. El recolector afirmó que el refugio improvisado fue el tercer lugar al que fueron a buscar.
Esta y otras acciones de apoyo en mitad de la tragedia alentaron a los brasileños a unirse a la causa. Gustavo Ungerer, profesor de jiu-jitsu y veterinario especializado en animales grandes oriundo de Río de Janeiro, llevará al sur, junto a un grupo de especialistas, alimentos y suministros médicos. Con estas acciones, el equipo busca tratar a perros y gatos que ya cuentan con refugio y buscar a aquellos que siguen afuera esperando un salvador.
“Los animales callejeros no saben pedir ayuda. Se asustan y huyen o atacan cuando la gente se acerca para apoyar. A veces puede ser necesario subir a una casa o entrar al río”, contó Ungerer a AP.
Con información de Associated Press (AP)