Rippy es un terrier de color blanco que sobrevivió a una traumática experiencia después de escaparse y quedar atrapado en el fondo de una cantera de North Canaan, en Connecticut, Estados Unidos.
El animal pudo ser encontrado gracias a que ladró desesperadamente. Su rescate no fue tan sencillo, pues se encontraba a 15 metros de profundidad y para alcanzarlo se requirió de un equipo especializado.
Una vez bajo la protección de los socorristas, el animal se reunió con su dueño, quien indicó que lo estuvo buscando desde el 4 de mayo.
El rescate que le robó el aliento a Connecticut
Encargados de la cuenta de Facebook del NCAC comentaron que “alrededor de las 18:00 horas” del martes recibieron un correo de voz de un transeúnte que caminaba por Lower Road, al lado de una cantera local.
El hombre indicó que al pasar escuchó el ladrido de un perro. Uno de los rescatistas se apresuró a llegar a la cantera y se comunicó con John y Bobby Foley, encargados del lugar, quienes lo llevaron hasta donde el buen samaritano dijo haber oído al canino.
Una vez en el lugar escucharon los ladridos, pero no vieron a ningún perro. Más tarde, un ciudadano ayudó en la búsqueda al prestar su dron al equipo de rescate. Aunque no detectaron señales de calor, los especialistas descubrieron gracias a una publicación de Facebook sobre que un perro había desaparecido cerca de Lower Road el sábado 4 de mayo.
Al no tener éxito el equipo regresó a casa. El 7 de mayo el equipo del NCAC recibió una llamada del propietario del perro, quien aseguró que se trataba de un terrier de aproximadamente 13 kilos y de pelaje color “blanco arena”.
El rescatista le informó sobre la llamada del día anterior en la que un hombre dio aviso sobre “un perro que ladraba en la cantera” y le dio esperanzas al propietario al decir que si “en realidad era su mascota, todavía estaba viva anoche”.
Al medio día siguiente Foley escuchó a un perro “ladrar como loco” durante su hora de comida y decidió llamar “de inmediato” al equipo del NCAC.
“El gerente de seguridad de minerales especiales y el encargado de planta salieron a evaluar la situación. Dijeron que no podrían llegar hasta el perro y que tendría que llamar a los Northwest Rope Rescue Teams”, escribieron los encargados de las redes sociales del NCAC.
Los socorristas llegaron “tan pronto como pudieron” y lo hicieron en compañía del North Canaan Fire Company y de la North Canaan Ambulance.
El momento del increíble rescate
Según informaron, el equipo de rescate con cuerda envió a dos especialistas que descendieron aproximadamente 15 metros dentro de la cantera hasta llegar al perro “que cayó por el acantilado y quedó atrapado”.
De acuerdo con estimaciones de los socorristas, Rippy pudo estar atrapado desde el sábado en la noche, aunque “nadie lo sabrá con seguridad”.
Una vez bajo la protección del equipo de auxilio, los miembros del NCAC contactaron con su dueño, quien acudió “de inmediato” a recogerlo para que pudiera llegar a casa a ser limpiado y revisado.
“Quiero agradecer a todos los que estuvieron involucrados en este loco rescate [...] Es un perro muy afortunado por sobrevivir a una caída por uno de esos acantilados; otros animales no han tenido tanta suerte. No habría llegado a casa sano y salvo sin todos ustedes”, se lee al final de la publicación.
La historia tocó fibras sensibles de cientos de personas, quienes estuvieron de acuerdo en que “definitivamente es un cachorro muy afortunado”.