Rex es un braco alemán de pelo corto que a sus 6 años disfrutó de una conmovedora ceremonia de jubilación tras cumplir su última detección de explosivos como parte de la Transportation Security Administration (TSA) en el Milwaukee Mitchell International Airport (MKE) en Wisconsin, Estados Unidos.
Decenas de personas se dieron cita el pasado 3 de mayo para oficializar el retiro del animal que durante cinco años se encargó de proteger con su nariz y poderoso olfato a los pasajeros y trabajadores de la terminal aérea.
Los asistentes arrojaron múltiples pelotas de tenis; su manejadora, con quien compartió los últimos 5 años de su vida, hizo oficial el retiro al arrancar el característico parche con la leyenda “no acariciar” de su arnés de trabajo. Desde ese momento se convirtió en mascota de su entrenadora y podrá disfrutar de pasar las tardes sobre el sofá y visitar la playa por primera vez.
El emotivo retiro de Rex
Fue a través de la cuenta oficial de X (anteriormente Twitter) de la TSA Great Lakes, que encargados de redes sociales compartieron videos e imágenes de la conmovedora jubilación de Rex.
En un clip de 27 segundos se observa cómo trabajadores formaron una fila a lo largo del pasillo de una de las entradas del aeropuerto a la espera del perro. Una vez el animal pasó por el corredor, un humano “señuelo” cruzó para que pudiera ser olfateado y simbolizar así la última detección de Rex.
Apenas se acercó a la maleta, Rex fue recibido con decenas de pelotas de tenis que fueron arrojadas por trabajadores del aeródromo.
El cánido de 6 años rápidamente reaccionó e intentó atrapar con su hocico la mayor cantidad de pelotas posibles; tomaba una e inmediatamente la soltaba para ir por otra.
A lo largo de todo el video, los asistentes aplaudieron, vitorearon y gritaron palabras de apoyo para celebrar la larga carrera de Rex, quien al final se observa cómo corre hacia su manejadora para darle un cálido abrazo.
Empleados de la agencia de seguridad felicitaron al perro detector de explosivos y le desearon una feliz jubilación. “Disfruta de tus tardes sobre el sofá, Rex, y gracias por tu servicio”, se lee en la publicación.
En el post se hizo presente la cuenta del Customs and Border Protection de la región de Great Lakes, cuyas autoridades felicitaron nuevamente a la mascota y a nombre de sus “amigos K9 y humanos” le desearon una “asombrosa jubilación”.
Una vida llena de amor
La adiestradora del braco de pelo corto, Regina Eisenberg, oficializó el retiro al quitarle el parche con la leyenda “no acariciar” de su arnés; muchas personas aprovecharon la situación para acercarse a darle cariño al animal, de acuerdo con un comunicado emitido por la TSA.
Ambos trabajan de la mano desde hace cinco años y cuentan con el honor de haber sido el primer binomio canino contratado en el programa de detección de pasajeros de la TSA en Wisconsin durante el año pasado.
Eisenberg se convirtió desde ese momento en la orgullosa dueña de Rex y en supervisora del programa canino del O’Hare International Airport (ORD) en Chicago, Illinois.
Como ya no es un perro de trabajo dedicado a la detección de explosivos, podrá disfrutar de su jubilación durmiendo en el sofá, y finalmente logrará visitar la playa por primera vez y “disfrutar de sus juguetes chillones favoritos”.
Todos los perros detectores de explosivos de la TSA reciben una capacitación especial y exhaustiva en el Canine Training Center ubicado en Joint Base San Antonio-Lackland en San Antonio, Texas, de acuerdo con la institución de seguridad.
Actualmente la TSA cuenta con más de 1.000 equipos de adiestradores caninos que apoyan en operaciones de seguridad y control a lo largo de todo EEUU; se dedican a inspeccionar pasajeros y las zonas tanto exteriores como interiores de los aeropuertos.
La labor de estos binomios caninos busca proteger la seguridad y bienestar de millones de pasajeros y trabajadores de los distintos aeródromos del país norteamericano.