Luna es una husky siberiana que fue rescatada mientras deambulaba en las calles de Othello, en Washington, Estados Unidos. La perra había tenido una familia, pues mostró comportamientos de un animal de compañía, sin embargo, no había nadie a su alrededor.
Los rescatistas de Adam County Pet Rescue la resguardaron y por unos días dedicaron sus esfuerzos para encontrar a sus dueños, sin embargo, los esfuerzos no dieron frutos. La canina no tenía collar de identificación y con el paso del tiempo formó parte de la larga lista de residentes del albergue.
El animal no tardó en convertirse en protagonista y resaltó entre el gran grupo de perros y gatos abandonados que son resguardados en el lugar. A los 10 días de que llegó al refugio, Luna se escapó de su jaula y se movió hacia el techo del edificio, un hecho sin precedentes que sorprendió a todos los colaboradores del lugar.
El gusto por las alturas
La administración del refugio contó la historia del techo hace un año en su cuenta de Facebook y bromeó un poco con las grandes habilidades de Luna. “Quizás su gusto por escalar sea la razón por la que su dueño decidió no recogerla”, escribió en su página de Facebook.
Los rescatistas consideraron que el motivo por el que le gusta subir al techo del refugio es para ver todo lo que hay a su alrededor y encontrar a los integrantes de la familia que la abandonó. Este tipo de situaciones se repitieron a lo largo de los meses y las personas que cuidaban de ella decidieron inscribirla a cursos de adiestramiento.
Mientras la husky estaba aprendiendo a comportarse, los rescatistas hicieron seguimiento de su personalidad, pues su prioridad era encontrarle un hogar. Luna vivió un año dentro del refugio, pues ninguna persona se interesó en ella.
Los meses pasaron, la canina ya estaba adaptada a la vida dentro del refugio, pero todo cambió cuando una familia encajó perfectamente con ella. En una publicación en su cuenta de Facebook, la administración del refugio dio a conocer que la husky fue adoptada en una casa temporal a finales de abril.
“Hoy, Luna fue elegida y será perfecta para una casa de acogida mientras encontramos una familia ideal”, escribió el departamento de comunicación del albergue.
Una perra extrovertida
Los colaboradores del refugio describieron que la canina tiene una gran personalidad, pues a pesar de que es muy enérgica, sabe comportarse cuando interactúa con las personas y otros animales. Brianna, la mujer que acogió temporalmente a Luna, consideró que es sorprendente que haya pasado más de un año en el refugio a pesar de ser una gran mascota.
“En serio, ella es la husky más tranquila que he visto en mi vida y no sé cómo había estado en el albergue por más de un año. Ella es la perra amorosa más grande y que todos adoran”, escribió la rescatista en una publicación en su perfil de Facebook.
La vida de Luna cambió por completo en la casa de acogida, comenzó a disfrutar la vida, a convivir con más perros y ha conocido a posibles adoptantes que han preguntado por ella. Los rescatistas esperan que la canina encuentre un hogar en pocas semanas y mientras tanto agradecen a Brianna y Justin por abrir las puertas de su casa para resguardar a la husky.