Arya era una mezcla de pomerania y husky de 6 años de edad que murió a causa de una falla cardíaca tras librar una larga lucha contra complicaciones ocasionadas por una bala perdida.
La mascota parecía tener una gran recuperación; logró ponerse de pie y caminar sin ayuda a los pocos días de su ingreso a una clínica veterinaria. Sus dueños esperaban que saliera victoriosa de la situación, sin embargo, las heridas eran demasiado graves y, en palabras de su dueña, “fue demasiado para ella”.
Quien provocó la muerte del animal deberá comparecer ante la Corte Penal Suprema de Queens, Nueva York, Estados Unidos, el 10 de mayo.
¿Cómo recibió el disparo?
El proyectil entró por una de las ventanas de la sala de estar de su hogar en el vecindario de Howard Beach, Nueva York, Estados Unidos, la madrugada del domingo 21 de abril. La bala le atravesó la ingle y perforó el colon. Al Murena, dueño de la mascota, declaró para el periódico estadounidense The New York Post que “es una perra muy buena”, que nunca ladraba incluso después de que le disparan.
Sus dueños se percataron del incidente luego de que escucharon un ruido muy fuerte en su sala de estar. Al investigar, no notaron ningún daño, únicamente a Arya, quien gemía sobre el sofá.
“Cuando comencé a limpiarle la pierna, toda la sangre salía, pero no sabíamos que le habían disparado”, declaró Murena, quien le afirmó al periódico que pensaron que alguien la había cortado, pues no tienen armas en su hogar.
Al llegar al veterinario, los especialistas encontraron las heridas provocadas por el proyectil. Al día siguiente, la dueña de Arya encontró agujeros de bala en una ventana después de que abrió las ventanas, por lo que decidieron llamar a la policía.
Investigadores acudieron al hogar y encontraron dos agujeros más en la pared de una casa detrás del hogar de los dueños de la pomerania. Los uniformados entrevistaron a un residente, quien confesó que su hijo huyó recientemente de la vivienda, según reportes del medio estadounidense.
Quien hirió a Arya es un joven de 18 años llamado Joshua Marte. El hombre declaró que no quería lastimar a nadie, según afirmó Joseph Kenny, jefe de detectives de la policía de Nueva York.
En la clínica veterinaria, Arya libraba una dura batalla. Según su dueño, en aquel entonces “estaba bien”, aunque no podía comer ni caminar. Murena confesó sentirse “un poco triste”, ya que durante el día es su única compañía.
La mascota parecía tener una buena recuperación, logró caminar por cuenta propia al poco tiempo de ingresar a la clínica, sin embargo, murió cuatro días después del incidente.
“Ella definitivamente no merecía esto. Le estaba yendo muy bien. Confiábamos en que se recuperaría, aunque tal vez no por completo”, declaró la propietaria de la pomerania de 6 años, Lisa Murena.
Según la mujer, la madrugada del viernes recibieron la trágica noticia de que su mascota había fallecido a causa de una insuficiencia cardíaca. “Era demasiado para ella, fue una perra hermosa”, declaró.
Nunca estuvo sola en la batalla
El culpable de la muerte del animal deberá comparecer ante la Queens Supreme Criminal Court el próximo 10 de mayo; su abogado, Joseph Nohavicka, declaró que “esta es una pérdida trágica para los dueños de su mascota y su familia, y una catástrofe para el joven de 18 años y sus allegados”.
Murena aprovechó la situación para decir que “las armas deben estar fuera de la calle” y que “es necesario que se produzcan cambios” como que se realicen “más verificaciones de antecedentes”.
También aplaudió a la American Society for the Prevention of Cruelty to Animals (ASPCA) por su solidaridad durante la lucha de Arya. Tal y como reportó el Post, la organización benéfica ayudó a cubrir las facturas veterinarias de la mascota.
“Ellos hicieron su parte. Fueron realmente geniales”, reconoció Murena.